* Activistas han denunciado amenazas y colusión del INM con el crimen organizado en la frontera sur.
Redacción / Alfaro Noticias
La caravana migrante que partió el 20 de noviembre desde Tapachula continúa su trayecto hacia el norte del país, enfrentando diversos obstáculos, como el hostigamiento del Instituto Nacional de Migración (INM) y condiciones de vida precarias. En la localidad de Galeana, Pijijiapan, alrededor de dos mil migrantes, mayormente mujeres, menores y personas de la tercera edad, avanzan a un ritmo más lento que otros grupos que ya han llegado a municipios cercanos a Tehuantepec y Juchitán, Oaxaca.
Luis Villagrán, activista del Centro de Dignificación Humana, denunció para medios nacionales que agentes del INM han estado acosando a los migrantes, amenazándolos con deportarlos o acusándolos de ser criminales por no tener la documentación adecuada. Villagrán también hizo graves acusaciones, señalando que el INM estaría coludido con grupos del crimen organizado, quienes engañarían a los migrantes, prometiéndoles transporte hacia el norte del país solo para luego secuestrarlos o abandonarlos en otras ciudades como Mérida o Villahermosa.
En respuesta a estas denuncias, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) informó que ha recibido 15 quejas relacionadas con los abusos cometidos contra los migrantes. El organismo detalló que se encuentra brindando acompañamiento a los integrantes de la caravana, enviando visitadores a los estados de Chiapas y Oaxaca para monitorear la situación y garantizar la protección de sus derechos humanos durante su desplazamiento.
Además, la CNDH subrayó que mantiene una coordinación constante con autoridades federales, estatales y municipales para garantizar la seguridad y el acceso a servicios básicos para los migrantes. En este sentido, las autoridades locales, como la Guardia Nacional, la Policía Municipal de Arriaga y los Grupos Beta del INM, han brindado apoyo en términos de seguridad perimetral y asistencia en los lugares donde el contingente pernocta.
Pese a las difíciles condiciones que enfrentan, los migrantes reciben apoyo de activistas locales, quienes les proporcionan alimentos, atención médica y productos de higiene personal mientras esperan poder continuar su viaje hacia el norte. El grupo en Galeana planea reanudar su marcha este miércoles, con la esperanza de reunirse con los migrantes que partieron anteriormente y continuar su camino hacia Oaxaca.
Los entrevistados señalaron que la situación que atraviesan los migrantes en su trayecto por México es difícil, donde no solo deben lidiar con la falta de documentos, sino también con el abuso de las autoridades y la constante amenaza de violencia, todo mientras intentan llegar a un destino más seguro.