* Entre los hallazgos, destacan los de varios cuerpos en diferentes municipios, incluidos cinco con signos de violencia en La Concordia.
* Mientras tanto, la población de San Cristóbal y Zinacantán realizó marchas por la paz, clamando por el fin de la violencia.
Redacción / Alfaro Noticias
Chiapas ha enfrentado una semana de violencia con ocho incidentes en solo cinco días, la mayoría vinculados al crimen organizado. Entre los hechos más recientes destaca el asesinato de Yuridia, una joven de 16 años, quien fue alcanzada por una bala durante un enfrentamiento armado en Tuxtla Gutiérrez. Este caso ha generado alarma entre los habitantes, quienes expresan temor y desconfianza hacia la creciente inseguridad que afecta tanto a las zonas rurales como urbanas.
De acuerdo con datos de la Fiscalía General del Estado, los homicidios dolosos han aumentado significativamente en el estado, con un total de 357 casos registrados en el primer semestre de 2024, lo que representa un incremento del 69.2 por ciento con respecto al mismo periodo del año anterior según el Observatorio Ciudadano. Este aumento ha colocado al estado en el puesto 18 a nivel nacional en homicidios, retrocediendo seis lugares en comparación con 2018.
El crimen organizado continúa siendo uno de los principales factores de esta violencia. En La Concordia, municipio donde el 24 de noviembre se encontraron cinco cuerpos, el año ha sido particularmente violento, con el hallazgo de 19 cadáveres en julio. En este contexto, los asesinatos se han atribuido a los cárteles del crimen organizado. Además, la violencia ha afectado también el proceso electoral, con el asesinato de la candidata Lucero López Maza en mayo, un reflejo de la penetración del crimen en la política local.
Mientras tanto, la ciudadanía ha alzado la voz en busca de paz. El 24 de noviembre, más de 500 feligreses de diversas iglesias participaron en una peregrinación por la paz en San Cristóbal de Las Casas, recorriendo varias calles de la ciudad y culminando en una misa en la Catedral. Los participantes expresaron su preocupación por la violencia y pidieron al gobierno federal y estatal que tomen medidas para frenar la inseguridad.
A la misma hora, en Zinacantán, una comunidad indígena tsotsil, también se llevó a cabo una marcha por la paz, con la participación de más de 500 personas. Los manifestantes, vestidos con sus trajes tradicionales, demandaron el fin de la violencia y un regreso a la tranquilidad. Esta marcha culminó con una misa en el Templo de San Lorenzo, donde se pidió la intervención divina para poner fin a los asesinatos y enfrentamientos armados en la región.
El aumento de la violencia, que comenzó a intensificarse en la Sierra Fronteriza en 2021, ha ido expandiéndose hacia las zonas urbanas y otras regiones del estado. Los habitantes de Chiapas, junto con expertos en seguridad, coinciden en que es urgente un cambio en la estrategia de seguridad para evitar que la situación empeore. Mientras tanto, la población sigue pidiendo justicia y paz, esperando que las autoridades locales y federales respondan ante el grave panorama de inseguridad. Con información de Milenio.