* En un video difundido en redes sociales, se observan hombres armados operan un filtro en el tramo Huixtla-Huehuetán, donde migrantes deben pagar cuotas para avanzar. Testimonios señalan que algunos gastan hasta 12 mil pesos en retenes para cruzar hacia el norte del país.
Redacción / Alfaro Noticias
Migrantes centroamericanos han reportado dificultades en su tránsito hacia el norte de México, enfrentando numerosos retenes oficiales y no oficiales del crimen organizado, en los que aseguran haber sido obligados a realizar pagos para continuar su trayecto. Según testimonios recabados, estas cuotas oscilan entre 200 y 500 pesos por persona.
En un video difundido recientemente en redes sociales, se observa a hombres armados operando un presunto filtro en el tramo Huixtla-Huehuetán, en el sur del estado. Fuentes migratorias afirman que estas operaciones están vinculadas a grupos del crimen organizado, quienes exigen pagos adicionales a los migrantes que no cuentan con un sello de salida de Guatemala.
Por su parte, migrantes como Margarita Córdova, originaria de Honduras, relató en una entrevista para el Diario del Sur que los gastos para sortear los retenes han complicado su trayecto. Córdova señaló haber gastado más de 12 mil pesos en su intento por llegar a Monterrey, donde finalmente fue detenida y retornada a Tapachula. “El dinero no alcanza; en algunos retenes aceptan un pago, pero en otros simplemente nos detienen”, expresó.
Gustavo Hernández, migrante guatemalteco, indicó que la constante presencia de retenes dificulta el avance hacia el norte. “En algunos nos pidieron hasta 500 pesos, pero los que no pudimos pagar fuimos bajados del autobús”, comentó. Hernández también señaló que los retornos frecuentes a Tapachula han saturado la ciudad con migrantes que buscan alternativas para continuar su viaje.
Organizaciones civiles de derechos humanos han señalado la necesidad de revisar la actuación de las autoridades locales y federales en estos retenes. Además, se han cuestionado la complicidad de los agentes del Instituto Nacional de Migración, la Guardia Nacional y el Ejército Mexicano en las rutas migratorias.
Mientras tanto, algunos migrantes han optado por tramitar visas humanitarias o refugio a través del Instituto Nacional de Migración (INM) y la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar), en un intento por avanzar hacia el norte de manera más regular y segura, pero afirmaron que son muy pocos los beneficiados.
El día de ayer, autoridades impidieron que una de las caravanas migrantes descansara en el centro de Huixtla, como lo habían hecho otros grupos previamente. Al llegar a la entrada del municipio, los migrantes, de diversas nacionalidades, se encontraron con un convoy del INM y la Guardia Nacional que intentó bloquear su paso hacia la carretera costera.
Tras una breve discusión, el grupo continuó su camino hacia el Centro de Atención Integral al Tránsito Fronterizo (CAIFT), fuera de la ciudad, por temor a represalias. Brayan Velázquez, uno de los coordinadores, solicitó apoyo del gobierno mexicano para avanzar con seguridad, mencionando el temor al crimen organizado. La caravana, que es la sexta en menos de dos meses, continúa su trayecto hacia el norte del país, con la esperanza de llegar a Estados Unidos.