Chepi Laparra es Orgullosa Embajadora del Chocolate Artesanal de Chiapas en el Mundo
- Su trabajo en la elaboración de chocolate artesanal, ha llevado el nombre de Chiapas a nivel internacional, consolidándola como una digna embajadora de la tradición chocolatera mexicana.
Noé Juan Farrera Garzón
Josefina Laparra Castañón, mejor conocida como Chepi Laparra, es una de las chocolateras más destacadas de Chiapas y una figura importante en la comunidad de Tuxtla Chico, su trabajo en la elaboración de chocolate artesanal, ha llevado el nombre de Chiapas a nivel internacional, consolidándola como una digna embajadora de la tradición chocolatera mexicana.
Chepi, quien heredó la pasión y conocimiento de su abuela y madre, opera su taller en Tuxtla Chico, en la intimidad de su domicilio, donde ofrece una experiencia única de “la semilla a la barra” (bean-to-bar), permitiendo a los visitantes conocer de cerca cada etapa de la producción del chocolate, conociendo el proceso de extracción, secado, tostado, molido y endulzado.
Una de las grandes satisfacciones de Chepi ha sido representar a Chiapas en concursos y exposiciones nacionales e internacionales, incluyendo reconocidas ferias en Italia y Francia. Allí, el chocolate que elabora ha sido distinguido por su inigualable sabor, que ha encantado a expertos y amantes del chocolate en Europa.
Su proceso artesanal, en el que selecciona granos de cacao criollo de alta calidad, sigue un método tradicional: el cacao es tostado lentamente en un comal, molido en un metate de piedra volcánica y combinado con ingredientes naturales como azúcar, canela y, en algunas presentaciones, almendra o cacahuate.
El reconocimiento a la labor de Chepi ha sido tanto estatal como local, con apoyo del gobierno de Chiapas y de las autoridades de Tuxtla Chico, quienes le han brindado oportunidades para exponer sus productos en plataformas de prestigio dentro y fuera de México. El chocolate de Chepi es, en efecto, un símbolo de la región y un “regalo de los dioses”, como era considerado el cacao por las culturas prehispánicas.
El cacao, cuyo origen se rastrea en la región mesoamericana, ha tenido un lugar sagrado en la historia y la cultura de México. Los mayas y aztecas utilizaban el cacao no solo como bebida ceremonial, sino también como moneda y como ofrenda para los dioses. Conocido por sus propiedades energéticas y su riqueza simbólica, el cacao fue llevado a Europa en el siglo XVI, donde rápidamente se convirtió en un producto codiciado.
Hoy, el cacao mexicano sigue siendo reconocido por su alta calidad y es apreciado en todo el mundo, y figuras como Chepi Laparra han sido clave en la preservación y promoción de este legado.
Con su trabajo, Chepi no solo preserva la tradición del chocolate artesanal, sino que también proyecta el sabor y calidad del cacao chiapaneco en el mundo, reafirmando que Chiapas es un lugar donde el cacao se convierte en arte.
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