* La medida recibió el respaldo de 284 legisladores de Morena, PT y Partido Verde, mientras que los partidos de oposición, como el PAN y el PRI, protestaron por el proceso.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, salió en defensa de la reciente aprobación de la reforma de “supremacía constitucional”, la cual ha generado controversia entre los legisladores de oposición. Durante una conferencia de prensa, Sheinbaum argumentó que esta reforma, que busca blindar las modificaciones constitucionales de impugnaciones judiciales, no es un acto novedoso ni violatorio de la Constitución. Afirmó que se trata de una republicación de las modificaciones a la Ley de Amparo aprobadas en 2013 por los partidos Revolucionario Institucional (PRI) y Acción Nacional (PAN).
La reforma modifica los artículos 105 y 107 de la Constitución, estableciendo que solo el Congreso de la Unión y las legislaturas estatales tienen la autoridad para realizar cambios a la Carta Magna. Sin embargo, algunos constitucionalistas han expresado su preocupación, señalando que al limitar las impugnaciones se restringe la posibilidad de revisar aspectos fundamentales de la Constitución, lo que podría resultar en violaciones a derechos humanos.
Sheinbaum criticó a los opositores que califican la reforma como un “paquete de dictadura”, enfatizando que estos mismos legisladores apoyaron cambios similares en el pasado. “No hay novedad en esto. La Constitución es la ley máxima, y lo que estamos haciendo es reafirmar su supremacía”, afirmó, instando a los críticos a reflexionar sobre su postura.
Además, la presidenta mencionó las críticas provenientes de algunos ministros de la Suprema Corte, sugiriendo que sus decisiones actuales son políticas y van en contra de los intereses del pueblo. A pesar de los llamados a un juicio político contra estos ministros, Sheinbaum descartó esa opción, señalando que la historia se encargará de juzgarlos.
La aprobación de la reforma ha sido un paso clave para el gobierno, que busca consolidar el estado de derecho en el país. Según Sheinbaum, esta medida es esencial para que se respete la voluntad popular en la elección de los representantes judiciales y para garantizar que las reformas no sean socavadas por la judicialización de la política.
Finalmente, la mandataria reiteró que la reforma de supremacía constitucional es un avance significativo en el marco legal mexicano y que no debe ser interpretada como un ataque a la democracia. En su opinión, aseguró que es fundamental que las decisiones del gobierno se alineen con los intereses del pueblo, lo que refuerza la importancia de esta reforma en el contexto actual del país.