* El presbítero César Augusto Cañaveral, expresó su preocupación por la violencia y extorsiones que enfrentan los migrantes por parte de las mismas autoridades.
Daniela Alfaro
En el contexto del Día Internacional de las Personas en Contexto de Movilidad, el presbítero César Augusto Cañaveral, a cargo del albergue diocesano Belén, criticó la apatía del Instituto Nacional de Migración (INM), representado por un delegado ausente. Cañaveral lamentó que la titular del INM en Chiapas, Farah Gertrudis Cerdio Moisés, no asistiera al evento, lo que refleja un desinterés hacia la situación de los migrantes. En su discurso, destacó la importancia de un enfoque humanista y de la responsabilidad del INM en el cuidado de este sector vulnerable.
Los migrantes en Chiapas no solo enfrentan el cansancio y la incertidumbre, sino que ahora también deben someterse a un nuevo control impuesto por grupos criminales. Según informes, los traficantes de personas utilizan sellos y pulseras para marcar a los migrantes, tratándolos como mercancía en su camino hacia el norte. Este sistema, que busca garantizar un paso “seguro” a través de rutas vigiladas por el crimen organizado, ha sido criticado por activistas, quienes señalan la complicidad de las autoridades en esta práctica.
El pasado 2 de octubre, un trágico incidente expuso la gravedad de la situación, cuando militares dispararon contra camionetas que transportaban a migrantes, resultando en seis muertos y numerosos heridos. Sobrevivientes afirmaron que llevaban sellos que los identificaban como parte de un “cargamento” controlado por traficantes, evidenciando la explotación a la que son sometidos.
En otro hecho reciente, un operativo interinstitucional permitió el rescate de nueve migrantes originarios de India y Nepal, quienes habían sido secuestrados en un hospedaje en Tapachula. Este rescate fue posible gracias a una denuncia a la Fiscalía de Distrito de Atención al Migrante, que alertó sobre la extorsión a sus familias. A pesar de la atención brindada a los rescatados, no se reportaron detenciones relacionadas con el secuestro.
Luis García Villagrán, activista y observador del fenómeno migratorio en la región, denunció que el crimen organizado opera en estrecha colaboración con autoridades migratorias, lo que agrava la situación de vulnerabilidad de los migrantes. A pesar de diversos operativos, la falta de detenciones sugiere un sistema de corrupción que permite la impunidad. Señaló que los migrantes no solo se enfrentan a los peligros habituales de su viaje, como la fatiga extrema, la incertidumbre y la amenaza de grupos criminales.
Cañaveral hizo un llamado a la sociedad y a las instituciones para que acompañen a los migrantes durante su proceso de desplazamiento, destacando que su sufrimiento es también un desafío para la humanidad. El presbítero subrayó la necesidad de respuestas más efectivas ante un fenómeno que afecta tanto a los migrantes como a la sociedad en su conjunto, enfatizando que la protección de los migrantes es un deber moral y una responsabilidad compartida. Con información de Noticias de Chiapas.
