Manuel Ruiseñor Liévano
La política y la gestión pública son dos oficios que, andados con paso firme y sereno, pueden complementarse y armonizarse en aras del bien común. Sin embargo, a pesar de la cuantía de aspirantes a salir airosos en ese reto, la mayor parte fracasa en su intento y hasta en reiteradas ocasiones. Se trata, para infortunio de la sociedad, de un territorio vedado para la mayoría de los postulados, aunque no se deje de reconocer su empeño.
La historia de la administración pública y la política, así lo confirman. Por eso no es habitual hallar en la memoria colectiva nombres merecedores de respeto y admiración; mujeres y hombres que hayan dejado un legado positivo por causa de su desempeño en el gobierno, sus acciones, su labor de gestión social o por el mero ejercicio virtuoso del quehacer político.
Esto viene a comento, porque apenas ayer el gobernador electo de Chiapas, Eduardo Ramírez Aguilar, dio a conocer una lista de 12 nuevos nombramientos para lo que será su gabinete de trabajo, los cuales se suman a los primeros 6, anunciados el pasado 13 de octubre en la capital del estado.
Se trata de un conjunto de mujeres y hombres ameritados en los rubros en los cuales habrán de desempeñarse, toda vez que –ha señalado el propio gobernador electo–, fueron analizadas sus trayectorias y competencias.
Sucesos ambos que, como se está viendo, han despertado grandes expectativas no sólo en la clase política y la burocracia, sino en buena parte de la sociedad. Todo esto, enmarcado en el ya tradicional juego de las especulaciones de cada seis años.
He aquí el reparto: María Amalia Toriello Elorza como cabeza de un nuevo despacho en la administración pública del estado, la Secretaría para la Frontera Sur; José Luis Sánchez García, director del Instituto de Comunicación Social y Relaciones Públicas del Estado; y a Omar Gómez Cruz, como secretario de Salud.
A los cuales se integran, Ana Laura Romero Basurto al frente de la Secretaría de Anticorrupción (antes de la Honestidad y Función Pública); María Eugenia Culebro Pérez en la Secretaría de Turismo, en tanto que en esa misma Secretaría estará Segundo Guillén Gordillo, en la Coordinación General Ejecutiva; Andrés Sánchez de León en la Subsecretaría de Desarrollo Turístico y Zita Roušarová Hegrová, conocida como Zita Morales Cervantes en la Subsecretaría de Promoción Turística.
Finalmente, el mandatario electo nombró a Viridiana Figueroa García como titular de la Oficialía Mayor; a Rafael Ruiz Morales como subsecretario de Caminos e Infraestructura Hidráulica; en tanto que Juan Carlos Gómez Aranda será coordinador de Asesores del Titular del Ejecutivo. Enhorabuena a todas y a todos.
Como se puede percibir en el recuento de los primeros 18 funcionarios designados, prevalece intacto en el equipo de trabajo el principio de paridad de género a que se comprometió Ramírez Aguilar, lo cual abona a la confianza de la sociedad en razón del cumplimiento de la palabra empeñada desde la campaña político-electoral.
Como se sabe, el ejercicio de la política es un asunto que tiene muchas aristas en su propósito de guiar a la sociedad hacia el bien común y de alcanzar acuerdos capaces de resolver los problemas y conflictos que aún se suscitan entre los individuos y los grupos sociales. Asuntos que serán el pan de cada día de los nuevos servidores públicos, sobre todo cuando se persigue consolidar un modelo de gobierno camino a la unidad y reconciliación entre todos los chiapanecos, fincado en la paz social, la seguridad y la gobernabilidad.
Seguro es que ante la ingente tarea de gobierno, no habrá el mínimo espacio para fallas o desviaciones y menos aún para la corrupción.
Comentario especial merece, entre el conjunto de nombramientos realizados, el recaído en la persona de Juan Carlos Gómez Aranda, político y servidor público perteneciente a ese selecto grupo al cual hicimos referencia al inicio de este artículo; un hombre que ha sabido conciliar y proyectar el buen oficio de la política con el impecable y eficiente desempeño al servicio a las mejores causas de los chiapanecos.
Gómez Aranda, al igual que el ilustre doctor Belisario Domínguez, sabrá honrar la máxima de su paisano: “No importa la trinchera siempre sobrarán motivos para servir a la nación”.
A nuestro parecer, Chiapas puede respirar sin sobresalto, porque las bases en materia de capital humano, tendientes al ejercicio de un gobierno transformador, eficaz y de resultados, están asentándose a efecto de que se cumpla a cabalidad con la esperada nueva era. Estaremos atentos.