Home Columnas Ni pobreza ni ignorancia, son loables / Al Sur

Ni pobreza ni ignorancia, son loables / Al Sur

Ni pobreza ni ignorancia, son loables / Al Sur
0
0

Guillermo Ochoa-Montalvo

Querida Ana Karen, eran las tres de la mañana cuando Amanda me envía un mensaje: “tengo 3 temas: la PAZ EN CHIAPAS; la narrativa populista de pobreza e ignorancia en vez de CULTURA Y RIQUEZA; por último… Invito el desayuno”.

Comitán tiene espléndidos restaurantes y cafeterías dónde refugiarnos del viento helado. Elegimos  la cafetería de “Paseo Tenam“. Amanda causó sensación con su minifalda de cuero y su particular desenfado lanzando miradas de coquetería a diestra y siniestra.

—Hay algo que digo y sostengo. Las estrategias políticas de conducir una situación a sus extremos  a través del tiempo, para luego, sofocar los ánimos de la población ha sido recurrente desde hace 70 años. Lo vimos con Peña Nieto al provocar sorpresa con us tres libros; después fue molestia con la “Casa Blanca” de su esposa y al final, el “gasolinzo” que enterró su imagen con el repudio de la ciudadanía dando paso a la redención de un “sacerdote” populista con sus misas matutinas que inundaban el país de sangre mientras el pueblo se sentía orgulloso de su pobreza e ignorancia exaltada por el sumo “sacerdote”. Este ciclo es el que veo hoy para Chiapas.

—Explícame eso, me dice Amanda.

—Como yo lo veo, Amanda; la creciente ola de violencia e inseguridad será sofocada al llegar Eduardo Ramírez Aguilar. Con ello, ganará confianza, legitimidad y gobernabilidad marcando un ates y un después que le facilitará emprender la reconstrucción de un tejido social altamente dañado en los últimos años…

—Pues coincido con eso. Ayer el periodista Enrique Alfaro destacó la declaración de doña Claudia quien precisó que “los resultados de esta estrategia se notarán en un corto plazo y anunció que en días próximos se presentará un diagnóstico sobre la situación de la violencia en el estado”.

—Léeme la nota de Enrique, Amanda.

—Textualmente dice: “La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, abordó el 21 de octubre en su conferencia matutina la creciente violencia en Chiapas, un problema que ha generado gran preocupación entre la población. Este pronunciamiento se dio tras el asesinato del sacerdote Marcelo Pérez Pérez en San Cristóbal de Las Casas, un defensor de los derechos humanos que había denunciado la violencia del crimen organizado en la región.”

—¡Claro! Después de ahogado, a tapar el pozo. Pero en ello, veo la posibilidad de elevar la imagen del sacerdote Marcelo Pérez Pérez como un ícono de la defensa de los derecho humanos en este proceso de pacificación.

—Bueno, prosigo con la nota de Enrique: “Sheinbaum destacó que la estrategia de seguridad en Chiapas se centra en dos ejes fundamentales: la intervención social y la lucha contra el crimen organizado. Explicó que se busca atacar las causas subyacentes de la violencia mediante programas de apoyo a las comunidades, mientras que se refuerza la colaboración con las autoridades estatales, incluidos el gobernador actual y el electo”.

—Amanda, eso de los programas sociales sería benéfico de no ser por el peso electoral que conlleva. Por otra parte, nadie podrá terminar con la prostitución, el alcoholismo ni el narcotráfico; porque esos males no se exterminan, se controlan en el mejor de lo casos.  En mi opinión, eso sucederá mediante la negociación y acuerdos con los propios cárteles porque es iluso pensar que se les puede combatir con armas y violencia. En México, durante largas décadas se controló el narcotráfico y se mantuvo a la población civil al margen de sus pleitos internos. Pero en estos últimos años, los presidentes no pactaron, enfrentaron y a palacio sufrió.

—Pues hoy en Chiapas la sensación de miedo supera al 85% de la población y eso, si es histórico. Tapachula está que tiembla con tanta violencia nunca antes vivida. Y mira que Tapachula es una frontera porosa desde siempre.

—Veremos un cambio en Chiapas, eso te lo puedo asegurar, Amanda; Pienso que Eduardo Ramírez ya tiene un plan para ello. Y en ese afán todos debemos participar. Este proceso debe acompañarse de un cambio de mentalidad donde no sigamos viendo la miseria de la gente y su ignorancia como algo sagrado y digno de orgullo, como se les ha vendido a más de 35 millones de mexicanos que pertenecen al estrato de los más pobres. Si lago debemos satanizar, que sea la ignorancia y la pobreza; especialmente en un Estado como Chiapas cuya riqueza natural debe ser aprovechada.

—Ese cambio de mentalidad es fundamental. Es indispensable exaltar la educación, cultura, emprendimiento, trabajo y generación de riqueza lícita. Ahí es donde los gobiernos debiesen enfocarse en vez de repartir limosnas y becas sin la corresponsabilidad social de la población. Asó, los millones de exiliados en Estados Unidos podrán retornar a sus hogares con mejores oportunidades. Esos 20 mil millones de dólares que doña Claudia destina a Cuba son más útiles en México para emprender programas que favorezcan el desarrollo humano.

—Por lo pronto, Amanda, festejemos el premio obtenido por Berenice Velázquez en el certamen de poesía, cuento y ensayos, porque este premio de Berenice no se rifó en una tómbola. Estas son las noticias de primera plana que nos gustaría ver en todos los periódicos; pero bueno, me conformo con la intensa actividad cultural que alientan las organizaciones de Comitán y su gobierno local. La inserción de niños, jóvenes, adultos y viejos, es algo loable que le reconozco al gobierno del Señor Fox al facilitar las expresiones más diversas de la cultura. 

—Ya vienen los certámenes de “Calaveritas” y “Ofrendas de Difuntos” como la que organiza el COBACH  con la Maestra Manú. Esta festividad de México es la más importante del año porque en ella, todos, absolutamente todos estamos involucrados. Tarde o temprano, alguien nos cafeteará.

Amanda se levanta para dar un paseo por el jardín del restaurante. Escuchamos jazz con Ángel, un  saxofonista muy joven y después a otra cantante de cautivante voz. Entre los comensales identificamos a empresarios, políticos, periodistas, campesinos y productores del campo. Una agradable atmósfera que nos recuerda que en Chiapas, sus paisajes son una cuestión de amor.

​​ 

LEAVE YOUR COMMENT

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *