* Cerca de mil migrantes salieron de Tapachula hacia la Ciudad de México debido a la saturación del municipio, donde muchos carecen de sustento económico.
Redacción / Alfaro Noticias
Cerca de mil migrantes partieron este domingo de Tapachula, en una nueva caravana denominada “Dios nos Guía”, con destino a Ciudad de México. Este grupo, que incluye principalmente a personas provenientes de Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú, Centroamérica, Haití, Argentina, Panamá, Costa Rica, Afganistán y Nepal, busca mejorar sus condiciones de vida debido a la escasez de empleo, la inseguridad y la violencia en sus países de origen.
A pesar de que el Gobierno mexicano ha informado sobre una disminución del 66 por ciento en las detenciones diarias de migrantes en la frontera con Estados Unidos entre diciembre y septiembre, en semanas pasadas se reportó el número de personas en situación de migración irregular ha aumentado un 193 por ciento en la primera mitad del año, superando las 712 mil, según la Unidad de Política Migratoria. Esta creciente precariedad en sus condiciones de vida impulsa a muchos a arriesgar su seguridad en busca de un futuro mejor.
Custodiados por agentes de tránsito estatal y policías municipales, los migrantes avanzan por la carretera federal 200, donde se implementan medidas para evitar accidentes y asegurar que la caravana no ocupe más de un carril. Durante su travesía, muchos enfrentan el temor de no contar con suficientes recursos para alimentarse adecuadamente, ya que hay menores que apenas logran consumir una tostada al día.
La caravana también exige condiciones humanas para su tránsito a través de México, así como asistencia humanitaria, dado que Tapachula está desbordada por la llegada de migrantes que carecen de un sustento económico. Este es el segundo grupo de migrantes que emprende el viaje desde Chiapas hacia la capital, reflejando la creciente desesperación de aquellos que buscan una vida mejor.
Los migrantes solicitan la creación de empleos y mayor seguridad, esperando que su travesía hacia Ciudad de México les permita ser escuchados por el gobierno mexicano. A medida que avanzan en su camino, la esperanza de un futuro más prometedor se mezcla con los desafíos diarios que enfrentan en su recorrido.
