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Ganó el capitalismo / A Estribor

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Juan Carlos Cal y Mayor

No se equivocaba Francis Fucuyama cuando presagiaba el “Fin de la Historia” en su famoso ensayo del 1992. La caída del Muro de Berlín y el desmembramiento de la Ex Unión Soviética dieron origen a lo que ahora se conoce como Europa del Este y que son parte de la Unión Europea con modelos económicos de libre mercado. Hermosos países cuyo legado zarista es hoy digno de admiración y enorme atractivo para el turismo internacional que no sabía que existían.

TODOS SON CAPITALISTAS

Rusia misma emprendió una transformación emprendida por Mijaíl Gorbachov en lo que se conoció como la Glasnost y la Perestroika. El modelo socialista fracasó. Prueba fehaciente de ello fue el propio Berlín que habría sido dividido después de la 2da Guerra Mundial y empobreció a la población de la mitad que correspondía al modelo socialista. Literalmente vivían presos sin poder salir del país y por ello un muro -como si fuera una cárcel- en el que muchos perdieron la vida intentando cruzar hacía Berlín Occidental.

EL EXPERIMENTO

Si se requería conocer de cerca un experimento político, social y económico de los dos modelos en disputa -socialismo vs capitalismo-, la caída del muro a manos de una revuelta de los propios ciudadanos para pasar a vivir al modo occidental, fue contundente. Ya lo demás fue demagogia para justificar las dictaduras como la de Cuba, otro enorme fracaso que convirtió a una próspera isla caribeña en uno de los países más pobres del mundo donde la gente sobrevive con magras libretas de racionamiento como si se tratara de un campo de concentración.

EL MODELO DE MERCADO

En contraste, gracias al modelo de mercado, países como Singapur o Corea del Sur en tan solo 25 años elevaron su ingreso per cápita incluso por encima de países de la Unión Europea. Las dictaduras parasitarias enemigas del comercio se han aislado de la prosperidad que ha traído consigo el intercambio comercial, la revolución tecnológica, la globalización y el comercio digital a nivel mundial. Hoy el mundo entero incluyendo a países como la India, China e incluso Rusia se han vuelto capitalistas y compiten mano a mano con las mayores economías capitalistas del mundo.

RESABIOS

Lo que queda son resabios ideológicos que se aferran a ese modelo caduco con la pretensión de reinventarlo. Es por ejemplo el llamado socialismo del siglo XXI que sirvió de parapeto a Hugo Chávez cuyo éxito inicial se debió a la prosperidad heredada por los precios del petróleo. Le alcanzó para dar y repartir y terminó por dilapidar la riqueza petrolera. Venezuela posee las mayores reservas del oro negro y sin embargo hoy es más pobre que nunca. Han huido de la pobreza, más de 8 millones personas, el mayor éxodo de la historia ese que vemos deambulando por las calles de nuestro país causando lástima.

CHARLATANES

Lo único lucrativo ha sido el negocio de esos charlatanes idolatrados por sus dotes demagógicas que ofrecen acabar con la desigualdad y vaya que lo han logrado al convertirlos a todos en igual pobres, mientras que ellos, sus familiares y sus cómplices se vuelven groseramente multimillonarios. Una sarta de rufianes que se han asociado con el narcotráfico y militarizado al poder para someter a la población mientras ellos se dedican al saqueo que les brinda la impunidad. Delincuentes como Nicolás Maduro que se roban las elecciones pretextando soberanía, persiguiendo a sus opositores y reprimiendo al pueblo, ese al que usaron para llegar al poder con la falsa promesa de mejorar sus condiciones de vida.

EL NEOLIBERALISMO NO ES UNA IDEOLOGÍA

No nos equivoquemos. El neoliberalismo no es una ideología, el libre mercado ha sido el motor de la historia. Las rutas de la seda, el descubrimiento de América, son ejemplos del intercambio comercial que definieron el rumbo de muchas naciones. Adam Smith no inventó el capitalismo, tan solo alcanzó a describir el cómo la libertad económica connatural a la especie humana -la mano invisible del mercado- es el medio para alcanzar la prosperidad.

LA MITOLOGÍA MARXISTA

Lo de Karl Marx, eso sí que es mitología pura. Un mundo idealizado que pregona la dictadura del proletariado para lograr el estadio final que es el comunismo. Un mundo ideal donde todos son iguales y nadie puede ser diferente, aunque prefiera cosas distintas. Una farsa embustera y el mayor engaño de la historia con el que algunos siguen lucrando. La gran estafa cuyo experimento costó la vida de millones de personas.

EL EMBUTE

Así es como ahora secuestran el poder y luego no hay manera de que lo suelten. Por eso se enquistan destruyendo la democracia. Saben que el pueblo, al que tanto apelan, cuando descubre el embute se revela, solo que cuando ya es demasiado tarde. Es lo que ahora comenzamos a experimentar en nuestro país. Lo único que cambió fueron los que ahora detentan el poder. Salieron unos que eran malos y entraron otros que salieron peores, cambiamos de ladrones. Se trata solo de abrazar la nueva religión que ahora se hace llamar transformación.

EL SOCIALISMO NO EXISTE

El socialismo no existe, solo esa quimera luego convertida en pesadilla. Una engañifa que lamentablemente no alcanzamos a advertir a tiempo. Lo peor es que ya conocemos el desenlace, que ya sabemos cómo terminan estas historias. La redistribución de la riqueza, quitarles a unos para “compensar” a otros, convierte a los ciudadanos en esa clientela electoral a la que les gusta llamar pueblo y manipulan a su antojo. Termina por desestimular y abatir a quienes generan la riqueza de las naciones. Las empresas del estado generan rapiña en vez de utilidades, al fin que las pérdidas van a costa de los propios ciudadanos. Luego no basta con la recaudación. El estado gasta más de lo que ingresa y para eso se recurre a endeudar a los que vienen detrás. Luego viene la pobreza. Solo queda una casta de vividores detentando el poder al que se aferran a toda costa.

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