* Carolina Rangel, ex secretaria de Bienestar en Michoacán, asumirá el cargo de secretaria general, mientras que Iván Herrera, hasta ahora jefe de la Oficina de la Secretaría de Gobernación, ocupará la secretaría de Finanzas.
En un evento celebrado en el World Trade Center de la Ciudad de México, Morena llevó a cabo su VII Congreso Nacional Extraordinario, donde los militantes eligieron a Luisa María Alcalde como nueva presidenta del partido y a Andrés Manuel López Beltrán, hijo del presidente López Obrador, como secretario de Organización. La elección se realizó por unanimidad, destacando la ausencia de otros contendientes para la presidencia.
Luisa María Alcalde, quien actualmente se desempeña como secretaria de Gobernación, asumirá el liderazgo de Morena a partir del 1 de octubre, tras concluir su gestión en el gabinete. En su discurso, prometió trabajar firmemente para consolidar el movimiento en los próximos tres años. Por su parte, López Beltrán expresó su entusiasmo por comenzar su carrera política en el partido, aunque reconoció el desafío de hacerlo con su padre fuera del poder.
La renovación de la dirigencia también incluyó otros nombramientos significativos. Carolina Rangel, ex secretaria de Bienestar en Michoacán, asumirá el cargo de secretaria general, mientras que Iván Herrera, hasta ahora jefe de la Oficina de la Secretaría de Gobernación, ocupará la secretaría de Finanzas. Otros nombramientos relevantes incluyen a Aarón Enriquez como secretario de Jóvenes, Camila Martínez como secretaria de Comunicación, y Manuel Alejandro Robles como secretario de Mexicanos en el Exterior.
Durante el congreso, se discutieron también los retos que enfrenta el partido, entre los que se destacan la lucha contra la corrupción y el fortalecimiento del sistema judicial. La nueva dirigencia se comprometió a promover un enfoque ético y transparente en la gestión de Morena, rechazando prácticas como el nepotismo y el influyentismo.
Además, la dirigencia planteó un cambio en la composición del Consejo Nacional, que pasará de 370 a 395 miembros, lo que refleja un esfuerzo por incluir a una nueva generación de líderes en el partido. Esta renovación busca no solo dar continuidad a la agenda del presidente López Obrador, sino también adaptar el partido a las nuevas realidades políticas del país.