Manuel Ruiseñor Liévano
Considerado en la república de las artes plásticas de Chiapas y de México, como uno de sus más destacados exponentes y con motivo de la instalación de su mural de cerámica “LA UNIVERSIDAD Y EL PUEBLO”, a propósito del primer cincuentenario de existencia de la máxima casa de estudios del estado, la Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH), entregamos un cuestionario de 3 preguntas al maestro ROBERTONI GÓMEZ, a efecto de que, en sus propias palabras, nos obsequiara un testimonio directo sobre su oficio.
No está por demás agregar a los datos que ya se consignan en la trayectoria de ROBERTONI, incluida generosamente en este Suplemento, el haber acreditado un trabajo consistente a lo largo de cerca de cuatro décadas de oficio en los vertederos del arte plástico y especialmente del llamado arte público, que es aquel que trasciende los muros y espacios del coleccionismo privado, para ir a dar al agua de la mirada de sus degustadores acaso más importantes: la gente de a pie. Así tampoco, sobra referir el prestigio que tiene de parte de quienes de modo particular gozosamente poseen obra suya en sus residencias y despachos.
Hablamos aquí de los sectores económico, empresarial y productivo, que además de sumar su aporte al crecimiento de Chiapas, han apoyado las culturas y las artes con la adquisición de obras de Robertoni Gómez, entre otras figuras de nuestra plástica.
Antes de compartir las respuestas al cuestionario que le hicimos llegar y en referencia al mural “La Universidad y el Pueblo”, aprovecho la oportunidad para acotar dos cuestiones.
En primer lugar, mi reconocimiento a AL FARO Noticias, a los editores del Suplemento Cultural y a los colaboradores Roberto Chanona y Adolfo Ruiseñor, por haber hecho posible la presente entrega, cuya única finalidad es compartir el talento de los grandes valores human os de Chiapas.
En segundo lugar, quiero dejar constancia de la impresión prístina que me causó la vista del mural del cincuentenario de la UNACH. Le dije a su autor que, en razón de la técnica empleada en la obra por medio de sutiles relieves en cada tablilla, acaso esbozos, me evocaba aquellos dibujos que en edad párvula solíamos hacer sobre la tierra para expresar una simple referencia o bien mostrar nuestro asombro por las maravillas de la vida. Pero más profundo que eso, tengo la certeza de que su mural cerámico representa los surcos que se hacen en la tierra. El trazo del hombre en la cultura y esa genética campesina recorre los puntos cardinales del alma sensible del artista de Villaflores.
Para quien esto escribe, activar la forma fundacional de consignar una idea o una visión del entorno, nos faculta recuperar el poder creativo del ser humano. Nos traslada desde el tiempo inmemorial hasta esta hora del trasiego civilizatorio. Fundamentalmente, nos habla de la sencillez que finalmente encierra el arte. Enhorabuena.
CUESTIONARIO
1.- ¿Qué le motiva, une y da poder a Robertoni Gómez el utilizar de manera abrumadora la arcilla para construir su propuesta artística?
Me motiva utilizar la arcilla, el barro quemado, porque es agua, aire, tierra y fuego y en ese material, en esa sustancia, está sintetizado el universo; de ahí venimos y eso somos.
2.- En el caso de Robertoni, al igual que sucede con otros grandes exponentes de la plástica contemporánea ¿A quiénes reconoce como sus maestros y cuáles corrientes estéticas son le han influenciado?
Sobre todo, me ha influenciado al arte precolombino, pero también los grandes muralistas mexicanos, Orozco, Siqueiros. También Tamayo y Henry Moore, pero más que nada ha sido el arte prehispánico que es nuestra historia profunda, mi gran soporte para crear.
3.- ¿Cómo le gustaría ser recordado en la historia del arte mexicano? Más que ser recordado, me gustaría que se aprovecharan mi conocimiento e investigaciones sobre el barro de Chiapas, los he utilizado casi todos. Estoy dejando enseñanza con mi hijo Tony y con los alumnos que tengo en la Escuela de Artes Plásticas de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas.