* América Alejandra Navarro López, investigadora del CIMSUR de la UNAM, explicó que el desplazamiento de residentes ha pasado de ser un problema interno a una crisis internacional.
Daniela Alfaro
Desde 2021, los municipios de Frontera Comalapa y Chicomuselo, en la sierra de Chiapas, han experimentado un incremento significativo en los desplazamientos forzados debido a la violencia generada por grupos del crimen organizado. América Alejandra Navarro López, investigadora del Centro de Investigaciones Multidisciplinarias sobre Chiapas y la Frontera Sur (CIMSUR) de la UNAM, señaló para una entrevista a La Jornada que muchas personas están abandonando el estado y buscando refugio en Estados Unidos.
Navarro López explicó que el desplazamiento de residentes ha pasado de ser un problema interno a una crisis internacional. Las víctimas huyen debido al temor de enfrentamientos violentos, incendios provocados en sus viviendas y el reclutamiento forzado de jóvenes por parte de grupos armados. La investigadora advirtió que, aunque el crimen organizado es un factor importante, no es el único responsable; también influyen el paramilitarismo y diversos intereses políticos y económicos.
En un caso reciente, doña Lucía, una mujer tsotsil de Santa Martha, Chenalhó, falleció en San Cristóbal de Las Casas después de haber vivido en desplazamiento forzado durante casi un año. Su familia no pudo regresar a su hogar debido a la destrucción de la vivienda y la falta de condiciones seguras, lo que subraya la difícil situación que enfrentan muchos desplazados en la región.
La violencia también ha llevado a muchas comunidades a huir hacia Guatemala desde finales de julio. El conflicto se ha intensificado con el reacomodo de grupos del crimen organizado durante las campañas electorales, exacerbando el control y las amenazas en la región.
Además, las comunidades chiapanecas enfrentan represión tanto de grupos del crimen organizado como de fuerzas militares. En localidades como Frontera Comalapa, se reportan desapariciones y reclutamiento forzado, mientras que en Piedra Blanca, las fuerzas del Ejército y la Guardia Nacional han reprimido a los pobladores que realizaban bloqueos.
