Guillermo Ochoa-Montalvo
Querida Ana Karen, Vivimos una época donde la sexualidad y el sexo adquieren nuevas dimensiones. Al escuchar a la Maestra en Sexología, María Alejandra Laguna, evoco la frase de Simone de Beauvoir “El día que una mujer pueda no amar con su debilidad sino con su fuerza, no escapar de sí misma sino encontrarse, no humillarse sino afirmarse, ese día el amor será para ella, como para el hombre, fuente de vida y no un peligro mortal”.
—¿Que hay en tu cartera de proyectos?, -le pregunto.
—Por lo pronto, seguir con el programa el programa Al Desnudo que se transmite en Giraluna y ejercer mi maestría en sexualidad.
¿Qué te condujo a estudiar la maestría en sexualidad?
—Estando en bachillerato escuché a dos profesores hablarnos sobre los “derechos sexuales y reproductivos en los adolescentes”. Y yo me dije, eso a mí me gusta, y eso me interesa porque es un tema Tabú.
—El tema de la sexualidad es muy amplio y como bien señalas, lleno de tabúes. Tú, ¿cómo lo enfocaste?
—En aquél momento, el tema de VH SIDA era relativamente nuevo, el cual ya no se veía exclusivamente como una situación médica, sino ya se empezaban a abordar aspectos sociales como un tema de Derechos. A mí me urgía incursionar en el tema del respeto a las personas distintas; a las personas de diversidad sexual. Así decido empezar a hablar de esos temas cuando casi nadie los abordaba por diferentes razones.
—Háblame de esa primera fase.
—Conforme pasa el tiempo, me voy involucrando con organizaciones, con asociaciones civiles y con la Jurisdicción de Salud para organizar diferentes campañas, charlas, talleres y celebraciones como las del 25 de noviembre que es el Día Internacional de la Lucha contra la Violencia Hacia las Mujeres y las Niñas; así como el 1º de diciembre para conmemorar el Día Internacional de la Lucha Contra el VH SIDA. Dos fechas importantes donde organizamos Ferias de la Salud con la participación de muchas organizaciones que trabajan en Comitán con la oportunidad de seguir aprendiendo y al mismo tiempo, de impartir pláticas, distribuir folletos, condones, platicar sobre el tema en diversos foros.
Cuando se abre la escuela de Sexualidad Humana aquí en Comitán me decido a estudiar la Maestría en Sexualidad para contar con una base sólida, certificada y respaldada con una preparación profesional.
—Alejandra, el tema de la sexualidad siempre ha sido controvertido, como cuando los padres de familia quemaron los libros de texto en los años 60 o más recientemente, en que ese debate entre defensores, detractores; posturas moralistas, religiosas, liberales, en fin. No es un tema sencillo, ¿Se puede hablar de sexualidad en Comitán y Chiapas?
—El tema de la sexualidad poco a poco se ha estado abriendo. Desde hace dos o tres años ya se encuentra en la mesa el debate para ser incluido en los actuales libros de texto de la primaria. Un tema que seguirá siendo controvertido y obstaculizado por un segmento de la sociedad. Pero el tema de la sexualidad es inherente a todos los seres humanos para entender cómo nos desarrollamos desde lo físico a lo emocional pasando por la mentalidad y la cultura.
—Ale, qué opinas de la influencia de las redes sociales que informan y desinforman; y la función de la radio, televisión, cine y teatro que contribuyen a normalizar aspectos que hasta hace poco, se hablaban en voz baja como es la homosexualidad, el LGTB; el poliamor, y muchos etcéteras.
—Vivimos un época de transformaciones muy rápidas. Hoy existe mayor apertura a mostrar el cuerpo y a relacionarnos de una forma en que no estábamos acostumbrados. De ahí, mi insistencia en enfocarnos en la educación sexual desde la infancia. Entendamos que la sexualidad no es el acto de coger; la sexualidad conlleva derechos, responsabilidades. Atañe a la salud, es una cuestión de salud física y mental, de cómo nos relacionamos con los otros.
—Simone de Beauvoir decía: “una mujer libre es justo lo contrario a una mujer fácil”
—Cuando dejemos de pensar en la sexualidad como un simple acto físico vamos a avanzar mucho en la materia. Los tiempos cambian; no se trata únicamente de normalizar ciertas cosas que antes no se hacían, es el hecho de cómo vamos a abordar estos temas; porque no vamos a dar un paso atrás satanizándolas o escondiéndolas. ¡Ya no va a suceder eso! Entonces, ¿cómo vamos a hacer frente a esta situación para que lo que está ocurriendo no afecte de manera negativa a nuestros hijos a quienes es imposible taparle los ojos toda la vida.
¿Entonces…?
Entonces démosle las herramientas y el conocimiento necesarios para que ellos tomen las mejores decisiones en la vida. Es imposible ordenarles que no tengan relaciones sexuales porque se van a embarazar o a contraer alguna infección de transmisión sexual. Lo aconsejable es brindarles educación sexual, información, conocimientos porque así evitaremos tener que México y Chiapas ocupen el primer lugar en embarazos no deseados en adolescentes.
—¿Qué hacer?
—Es indispensable prepararlos para que tomen las mejores decisiones y estén conscientes que todo acto contrae responsabilidades y consecuencias. Hablarles sin miedo a educarlos de mejor manera: Hablarles del placer, el sexo, la menstruación, tanto a mujeres como a los hombres. No le tengamos miedo a las palabras. Desaprender y reaprender como adultos es necesario enfrentar estos retos.
-Vemos cómo hoy los jóvenes ya no piensan en matrimonio ni en hijos. Muchos desean estudiar, vivir y quizá ya grandes unirse a una pareja o incluso ser madres solteras por convicción…
—Las mentalidades cambian en cada época y eso es inevitable; lo que podemos evitar es que decidan desde la ignorancia. Superar el miedo, el tabú y la ignorancia es el reto. Y por fortuna, hoy los sexólogos pueden apoyar a los padres, a los jóvenes y a las familias en este proceso.
En el tintero dejé muchos aspectos más, pero me queda claro que la sexualidad y el sexo son y seguirán siendo una cuestión de amor.