Frutas y verduras lideran aumento de precios; la canasta básica con la mayor inflación en 14 meses
* En julio de 2024, los precios de frutas y verduras en México aumentaron un 23.55% a nivel anual, marcando la inflación más alta en casi siete años.
En julio de 2024, México experimentó un notable incremento en los precios de las frutas, verduras y productos básicos, marcando una de las tasas de inflación más altas en los últimos años. El subcomponente de frutas y verduras del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) mostró un aumento del 23.55 por ciento en su tasa anual, la mayor en casi siete años. Este incremento se atribuye a factores como las sequías en áreas productoras y las extorsiones por parte del crimen organizado.
La inflación de la canasta básica también alcanzó niveles preocupantes, con un aumento interanual del 5.60 por ciento en julio. Este encarecimiento, el más alto en 14 meses, supera la tasa general de inflación del 5.57 por ciento. Los productos esenciales que componen esta canasta, que incluyen alimentos, bebidas, transporte y servicios, han incrementado significativamente, afectando especialmente a los hogares de menores ingresos.
Entre los productos que más subieron de precio se encuentran el jitomate, con un incremento anual del 83.35 por ciento, la cebolla con 25.08 por ciento, y la naranja con 45.56 por ciento. Estos aumentos han llevado a una subida generalizada en los precios de los alimentos preparados, con loncherías y taquerías reportando un alza del 7.73 por ciento en comparación con el año pasado.
La inflación en los productos pecuarios, como carne y huevo, también ha tenido un impacto notable, con una tasa de aumento del 5.36%, la más alta en casi 14 meses. Estos incrementos han contribuido a mantener la inflación general por encima del objetivo del Banco de México, que es del 3 por ciento.
La situación inflacionaria ha exacerbado la desigualdad económica en el país, afectando particularmente a los hogares más pobres. En los deciles más bajos, más del 50 por ciento del ingreso se destina a la compra de alimentos básicos, mientras que en los hogares más ricos, esta proporción es de solo el 28 por ciento. Además, más del 36 por ciento de la población no puede ahorrar debido a los altos costos de la canasta básica, lo que los deja vulnerables a fluctuaciones económicas.
A pesar de los esfuerzos del Banco de México para controlar la inflación, el objetivo de mantenerla en un 3 por ciento sigue siendo difícil de alcanzar. Los recientes aumentos en los precios de alimentos y productos básicos han puesto a prueba la capacidad de las familias mexicanas para hacer frente a los costos crecientes, exacerbando la brecha entre ricos y pobres.