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Teatros, títeres y marionetas / Al Sur

Teatros, títeres y marionetas / Al Sur
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Guillermo Ochoa-Montalvo

Querida Ana Karen, La charla con Shakti en Casa Mexicana, nos remontó a la historia del arte teatral del México precortesiano al México moderno, donde las artes se convierten en la mejor alternativa para salvarnos, educar, culturizar; pero sobre todo, nos transforma a través de esos espejos humeantes que nos hacen mirar hacia nuestro interior.

En ese recorrido del teatro a través de la historia, llegamos al Siglo XIX con la familia RoseteAranda cuya compañía de marionetas y títeres, corre desde 1835 hasta el año 1961. Esa colección de muñecos, hoy se aprecia en el Centro de Teatro Infantil de la Ciudad de México.

Los hermanos Julián, Ventura, Hermenegildo y María de la Luz Rosete Aranda realizaban funciones callejeras, en sus casas y posteriormente en festejos particulares y oficiales, cobrando tal popularidad que los presidentes Javier López de Santana, Benito Juárez y Porfirio Díaz llamaban con frecuencia, a los titiriteros al Palacio Nacional para realizar presentaciones.

Shakti hace una pausa para darle un sorbo al café, se alisa el cabello y con ese entusiasmo con el que dicta cátedra a sus alumnos continúa su reseña. En 1850, conforman la Compañía Rosete Aranda y en 1880, se transforma en Compañía Nacional de Autómatas Hermanos Rosete Aranda bajo la conducción de Leandro y Tomás, hijos de Antonio y María de la Luz. 

¡Imagínate Guillermo!, me dice admirada, ya para 1900 contaban con ¡5,100 marionetas! Imagínate aquél espectáculo que dieron en el Castillo de Chapultepec en 1891 donde deambulaban cerca de 500 marionetas entre los invitados. Eso ya no lo vemos, eso ya es historia y qué lástima debe darnos que en vez de avanzar, matemos lo mejor de nosotros mismos.

Con los ojos bien abiertos, Shakti recuerda que Manuel Altamirano les dedicó las siguientes líneas: en el teatrito de América. “¡Los títeres!, ¿Lo oís?, ¡los títeres!… lo que hay desorprendente, es la habilidad suma con que son imitados los movimientos humanos y los de animales…”. 

Ahora Shakti, con un gesto de puchero, me dice: —por desgracia, en 1909 muere Leandro Rosete y ante la consternación del propio Francisco I. Madero; con la muerte de su hermano Tomás, dos años después, inicia el declive de la compañía que se mantendrá, sin embargo, hasta que en 1943, cuando se la venden a Carlos Esquivel con quien resurgen los títeres de nueva cuenta, presentándose en la radio y televisión bajo el nombre de Títeres Rosete Aranda, Empresa de Carlos V. Espinal e Hijos. Con la muerte de don Carlos en 1961, la compañía desaparece.

—Pero mira, Guillermo, el teatro guiñol no ha muerto. Su historia y trayectoria es intensa y extensa. Tuvo presencia en el centro, norte y sureste del país a través de diversos impulsores porque no sólo era entretenimiento sino también una herramienta de comunicación y difusión muy efectiva. 

A la Secretaría de Salubridad, al IMSS y a otros servicios de salud, les sirvió para suscampañas ´preventivas de salud. La SEP empleó al teatro guiñol, al teatro callejero y al deescenario para impulsar la alfabetización en el país después del triunfo de la Revolución Mexicana; los candidatos a cargos de elección popular han recurrido al guiñol para hacer proselitismo. En las escuelas es un medio ideal para la transmisión de conocimientos y quienes se dedican a transmitir ideas y pensamientos, lo siguen empleando en el teatro callejero como hoy lo hace la Comisión de Derechos Humanos y muchas otras. Por eso, yo sostengo que las marionetas y títeres no son un género menor, sino un género muy incomprendido y desperdiciado.

Pero regresando a la historia del teatro, dime Shakti, quiénes fueron sus mayores exponentes y

que géneros predominaron.

–Mira, la primer obra que se representó fue “El Pastor Pedro y la iglesia mexicana” de Juan Pérez Ramírez en 1574. En el Siglo XVII recordemos a dramaturgos como Alfonso Ramírez Vargas, Juan Becerra, Juan Ortiz Torres y Eusebio Vela. El Hospital Real fue el centro teatral de aquella época. Durante el Virreinato destacan autores como Sor Juana Inés de la Cruz y Juan Ruiz de Alarcón. Sor Juana escribió “Los empeños de una casa”; Amores más laberinto”; “Sainetes”; “El Narciso divino”; “Loas”, “El mártir del sacramento”. 

En el Siglo XVIII, el teatro se desarrolla en las calles, plazas, iglesias y colegios, pero el teatro aristocrático se presentaba en el Palacio Virreinal o en el Coliseo Nuevo; destacando el teatro nacionalista, costumbrista y naturalista reflejando la realidad de su tiempo. 

El Siglo XIX estuvo representado por Gorostiza y Rodríguez Galván. Al finalizar el Siglo XIX, el teatro estuvo influido por el romanticismo y la zarzuela de España. El mayor signo de avancesocial es la magnificencia los teatros en las capitales de cada estado: el Peón Contreras de Mérida; el de La Paz en San Luis Potosí; El Degollado en Guadalajara; el Calderón en Zacatecas; el Juárez en Guanajuato; el de la República en Querétaro; el del Oro en el estado de México.

A inicios del Siglo XX destacan los Hermanos Flores Magón con la obra “Tierra y Libertad”; Rafael Pérez Taylor; Ladislao López Negrete. Los géneros propios de la época, fueron el sainete, el melodrama y el drama histórico. Durante la Revolución destacan el género chico y de revista, escritos para los teatros y las carpas populares, siendo la política el tema principal con exponentes como Carlos Ortega; José Elizondo, Luis Echevarría. La decadencia de este género inicia en 1940.

El impulso nacionalista exige un teatro distinto y con ello surge el Grupo de los 7 Autores quienes luchan contra lo rutinario de la escena, contra estrenos exclusivos de autores extranjeros; sin embargo, el género chico continúa con éxito en sus carpas consolidando a actores como Roberto Soto “Mantequilla”; Joaquín Pardavé; Delia Magaña; Cantinflas y Tintan. Los contenidos sociales y políticos del “género chico” hacen de éste un teatro enorme e incluyente que reúne a pobres y ricos, iletrados y cultos; “perfumados y apestosos”; dice Shakti con una amplia sonrisa.

Con el impulso de José Vasconcelos surge un teatro contemporáneo en contradicción con larealidad social teniendo como exponentes a Javier Villaurrutia; Gilberto Owen; Salvador Novo;Antonieta Rivas Mercado y Celestino Gorostiza. En el Teatro Orientación se crea el TeatroExperimental con Rodolfo Usigli. El teatro moderno de 1947, representado por Rafael Solana, Federico Inclán, e Ignacio Retes busca un teatro moderno, realista y de contenido social. En los años 50 con Luisa Josefina Hernández y Emilio Carballido coinciden en el drama de las vidas relegadas con autores como Jorge Ibargüengoitia, Héctor Mendoza; Sergio Magaña y Elena Garro. La última época del teatro grande se vive en la década de los 70 con Luis de Tavira. 

A partir de entonces, hemos vivido al extinción de los teatros; la falta de patrocinios, financiamiento y censura. ¿Qué más te puedo decir? Hoy la gente no conoce el teatro de calidad; ya no hay obras que lleguen a 100 representaciones y mucho menos que rebasen las mil. Si llegan a 30 es todo un éxito, remata con una cara de tristeza.

A Shakti la conocí interpretando unas piezas teatrales en el foro In lak’ech – hala k’in (Yo soy otro tu – Tu eres otro yo) donde acuña el sueño de integrar una comunidad artística construyendo un escenario portátil que ofrezca al espectador la posibilidad de acceder alteatro circular, al de pérgola, al convencional e incluso al intimista, de acuerdo al tipo de obra que se presente. Sueña con construir un público conocedor y amante del teatro; con llevar obras a niños y jóvenes y crear alianzas con los estudiantes de comunicación social para impulsar las artes. Sueña con el apoyo del gobierno para recuperar espacios, foros, teatros e impulsar las artes escénicas, no como un evento efímero y casual, sino como algo contante y permanente. Sueña con la creación de la Compañía Municipal de Teatro bajo el auspicio del Ayuntamiento; como sueña con la creación de la Compañía Municipal de Danza y la de Marimba para reintegrarles la dignidad a estos artistas.

Sueña con la construcción de una cultura del arte como hábito en todos los estratos sociales.Shakti sueña con ver a los jóvenes más interesados en la reflexión y el pensamiento que nos brinda cada obra.. Sueña con ver una ciudad pujante, culta y ávida de asistir y abarrotar los teatros. Lo sueña porque sabe que la cultura y el arte son la única vía capaz de trasformar esta ciudad y lo sueña porque para ella, el teatro es una cuestión de amor.

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