Ernesto Gómez Pananá
I. Su candidatura desafía al sistema, es disruptiva, lleva al límite al aparato político electoral norteamericano. Su capricho polariza. Su genuina e incluso válida intención de ser de nuevo presidente de los Estados Unidos se ha convertido en una obsesión que cierra los ojos ante sus notorias limitantes intelectuales. A decir verdad, esta intención de ser presidente no es algo nuevo, llevaba más de dos décadas intentándolo cuando alcanzó su primer periodo. Y se empeña en repetir, a costa de su partido, a costa de su país, al costo que sea. Un desafío para el país del norte.
Recientemente, el candidato pasó por un momento crítico al extremo, una situación que pudo poner en riesgo su candidatura misma. Las alarmas se encendieron, pero nada ha alcanzado para persuadir al candidato de los riesgos de su campaña: al contrario. Pareciera que lo sucedido le inyecta adrenalina e insiste en su objetivo. Y no, no hablo de Trump y su atentado. Me refiero a Joe Biden, a quien no le bastó el desastre del primer debate presidencial. Él insiste en que sus respuestas incoherentes y sus lapsus no son suficientes para renunciar y afirma que derrotará a Trump. Cree que sobrevivió al debate. Como dice la canción de Los kuatreros del sur, ese compa ya está muerto, nomás no le han avisado.
II. En el extremo opuesto, un radical ignorante y millonario que ha hipnotizado a un gran número de norteamericanos con la promesa de hacer nuevamente grandes a los Estados Unidos tiene altas posibilidades de lograr su objetivo y repetir una segunda ocasión como primer mandatario de aquel país. Hasta hace unos cuantos días, su campaña pintaba para la victoria. Hoy, las dudas son mucho menores: el candidato fue contaminado por su propia sangre y a su vez, eso le permite ganar fuerzas y contaminar a más simpatizantes, convirtiéndolos en zombies: su sangre contaminada contamina a otros. Son cientos de miles y serán millones, y cruzarán la frontera. El riesgo es más alto que nunca.
Oximoronas 1. Su padre es camerunés, su madre argelina. Ambos emigraron a francia. Allá nació Kylian, un francés de piel oscura. Un afro-francés de pleno derecho: Libertad, Igualdad, Fraternidad.
Oximoronas 2. Felicidades a l@s graduados del Telebachillerato Justo Sierra, en Azapac Amatal, Mpio. de Francisco León. Gracias por la invitación.
Oximoronas 3. Acierto de la presidenta electo nombrar a Lázaro su brazo operativo. Puente que reconoce y reconcilia.