Guillermo Ochoa-Montalvo
Querida Ana Karen, Atravesamos una época donde priva la tecnología y la ciencia como generadoras de las transformaciones sociales, económicas y políticas orientadas hacia el control de la población mundial como en una historia de ciencia ficción donde el entretenimiento, el juego y la diversión contribuyen a la “normalización” de nuevas prácticas, hábitos, valores y creencias. Nos enfrentamos a un proceso de re-aprendizaje que para las nuevas generaciones resulta “normal” porque en la Inteligencia Artificial, la robótica y la realidad virtual no encuentran nada extraordinario.
Desde la ecología social se asegura que el llamado “bienestar” al que impulsa el consumismo capitalista, no parece importarle que esto implique un desmesurado gasto de energía natural, que al tiempo que agota a ritmo acelerado el planeta, también lo contamina brutalmente. Avanzamos aceleradamente hacia la institucionalización de la muerte planetaria fundamentados en una gran mentira, llamada “el desarrollo”. El que Felix Guattari llama Capitalismo Mundial Integrado va directo a instaurar inmensas zonas de miseria, hambre y muerte, en un igualitarismo o serialismo mass-mediático.
Los actuales modos de vida humanos, individuales y colectivos, evolucionan en el sentido de un progresivo deterioro.
La historia contada muy rápidamente nos muestra cuál ha sido el proceso de desarrollo hacia lo que se le ha llamado globalización, fundamentada en políticas neoliberales. A estas alturas podemos observar que: 1. En lo años 60 y 70 se Licia la formación de tecnócratas eolibenas, principalmente en universidades como el MIT, Chicago y otras en cada país. 2. Las progresivas Reformas estructurales y estandarización de prácticas fiscales, políticas y sociales; 3. La socialización de las computadoras y dispositivos asociados; 4. La globalización de los mercados; 5. La comunicación global expresada en redes sociales; 6. La migración global; 7. El empleo digital de las finanzas empresariales e individuales, 8. El surgimiento de la moneda electrónica universal; 9. La robótica global en las actividades industriales, agropecuarias y domésticas; 10. El Gobierno Global como proyecto final.
El instrumento perfecto para someter a las naciones ha sido el endeudamiento público. En agosto de 1982 cuando México incumplió en el pago de los intereses de la deuda con sus acreedores bancarios, la crisis de la deuda apareció en el escenario mundial. A fines de ese año un total de 20 países en desarrollo se sumaron a las filas de morosos, generando una crisis considerable. ¿De donde salió el dinero que sirvió para comprometer a travésendeudamientos a los países en desarrollo?.
Para responder, basta con revisar la historia cuando el aumento de los precios del petróleo decidida por los países de la OPEP en 1973-74 y luego en 1979-80 generó una enorme reserva de efectivo que fue depositada en los bancos occidentales e internacionales; reserva que sirvió para prestarle a los países en desarrollo con “intereses bajos”. Luego vino un giro en las políticas monetarias de los EEUU, aumentando las tasas de interés, política que fue adoptada como suya por los países de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico-OCDE dueños del dinero, colocando la soga al cuello de los países en desarrollo.
En esas operaciones intervinieron las instituciones de Bretton Woods, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, condicionando la ayuda a estos países en dificultades a la aplicación de los Programas de Ajuste Estructural-PAE-, de corte neoliberal, que estaban destinados exclusivamente a asegurar el pago de los servicios de la deuda. Esto implicó para los países latinoamericanos transcurrir hacia “democracias” populistas, autoritarias; re-orientación de programas sociales; recorte del gasto social de salud, vivienda, educación y cultura; retiro de subsidios y liberación de precios con inflación y bajo crecimiento eonómico, privatización de las empresas estatales, entre otras medidas necesarias para que junto con el destino de una buena parte del presupuesto nacional, se pudiera cumplir con los pagos de la deuda, sin poder pagarla en el corto plazo.
La trampa consistió en que el endeudamiento impagable que contrajeron a los países latinos no contribuyó a generar tecnología y ciencia propia, que les permitiera darle valor agregado a las materias primas que constituyen la riqueza natural de las naciones, sino, por el contrario sirvió para garantizar energéticos e infraestructura para soportar las inversiones extranjeras beneficiadas con las industria de la transformación en manos de patentes internacionales. Bajo este esquema de endeudamiento los países pobres aportan su dinero para financiar el desarrollo de industrias de capitales extranjeros pero no les garantiza desarrollo interno capaz de generar y distribuir riqueza entre la población nacional.
Decía Wallestrein sobre la Globalización que este es “el primer sistema histórico que incluye el globo entero dentro de su geografía”.
Según algunos intelectuales hemos llegado al fin de la historia, porque han muerto las ideologías. Por tanto no hay memoria colectiva, ni hay pasado que defender, ni nacionalidad, ni identidad cultural.
Con el derrumbamiento del comunismo, arribó la “democracia” al mundo. Una democracia que Eduardo Haro dice: …”no teníamos demasiada idea de que la llegada de la democracia y su triunfo mundial iba a suponer un fascismo hipócrita que decretaría el fin de la historia… es cuando los tiempos han impuesto un pensamiento único por la vía de la dictadura”. Una dictadura impuesta a través de la publicidad comercial, política, social y cultural que invade todas las esferas de la vida cotidiana.
A lo anterior habrá que sumarle la mafias internacionales de la delincuencia organizada cuya presencia en las naciones pobres se manifiesta en violencias, narcotráfico, control a través del miedo y la represión. Ignacio Ramonet nombra al neoliberalismo como arrogante, altanero e insolente y lo cataloga como un evangelio que se extiende con el furor de un moderno dogmatismo. El pensamiento único lo traduce como la pretensión a nivel universal de los intereses de un conjunto de fuerzas económicas, sobre todo las del capital internacional, cuyas fuentes principales son el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional, La Organización de Cooperación y Desarrollo Económico-OCDE-, la Organización Mundial del Comercio-OMC, la banca suiza, inglesa, chica y norteamericana que a través de su financiación vinculan al servicio de sus planes e ideas a todo el mundo. Intimida y ahoga toda tentación de reflexión libre y hace extremadamente difícil luchar, por ahora, contra ese nuevo oscurantismo.
La “Aldea Global” de Mc Luhan es ya una realidad gracias a la globalización y nadie se salva de este proceso en el que hay que montarse o quedarse rezagado definitivamente. Aparentemente no hay alternativa real. Ya hace rato que hemos sido testigos de una globalización en las comunicaciones. CNN primero y luego Internet nos han puesto en contacto con un mundo en ebullición constante que hoy en día comienza a manifestarse peligrosamente y también e inevitablemente en la economía y la política del empobrecimiento y su paradoja: la concentración obscena de enormes capitales e pocas manos. La globalización conjunta de los mercados y de la información está dando lugar a un nuevo totalitarismo, no a una democracia. Reflexionar es la esperanza como una cuestión de amor.