Juan Carlos Cal y Mayor
Si uno se da a la tarea de buscar algún artículo de opinión que pondere positivamente a los presidentes de El Salvador y Argentina, Nayib Bukele o Javier Milei, difícilmente lo encontrará. Lo políticamente correcto es hoy rehuir a los extremos ideológicos particularmente si se habla de la derecha a la que se tilda de “ultra” como si se tratara de una postura a la cual hay que estigmatizar, cancelar o proscribir. La prensa europea ya sea en Francia o España, no deja de emplear el adjetivo descalificativo cada que puede como sucedió recientemente en las elecciones del parlamento europeo donde la izquierda sufrió un serio revés que mermó su representación. “Ganó la ultraderecha” decían los titulares. Sin embargo, los dos personajes antes citados tienen eso sí, múltiples expresiones de simpatía en distintas redes sociales.
LIDERAZGOS
Y es que después de más de una década de “éxitos electorales”. De una izquierda agrupada en lo que se ha dado en llamar “grupo de Puebla” y que persigue los mismos propósitos en todos los países donde alcanza el gobierno, ahora han surgido liderazgos como los de Milei y Bukele, Georgia Meloni en Italia, Marine Le Pen en Francia, Santiago Abascal, Isabel Ayuso o la misma Cayetana Álvarez de Toledo en España, que han puesto contra la pared a los gobiernos demagogos y populistas que están pulverizando los cimientos de las democracias liberales y la cultura occidental.
AUTARQUÍAS
La intención de destruir al poder judicial no es exclusiva de México. La misma confrontación y sometimiento ha sucedido o se intenta, lo mismo en Colombia que en España. Los contrapesos republicanos son un estorbo, incluso la propia constitución. Se intentó sustituir en México, pero no tenían la mayoría suficiente, ahora ya la tienen. En Chile, la consulta para modificar la constitución también fracasó. Varios gobiernos de izquierda legitiman sin pudor las dictaduras de Cuba y Venezuela. En México hasta se condecoró al tirano cubano.
HEGEMONÍAS FACCIOSAS
La injerencia es descarada. Por ello rescatamos y ofrecimos asilo a Evo Morales que se quiso reinstalar en la presidencia cual dictador por 5ta ocasión en Bolivia. No pisó la cárcel y ahora se postula otra vez para volver al poder. Pedro Sánchez, el presidente español, ha hecho todas las alianzas posibles, no solo con la izquierda “podemista” afín a Maduro sino con los independentistas que quieren segregar a Cataluña de España. Todos ellos por cierto defensores del grupo terrorista Hamas, sopretexto del sufrimiento del pueblo palestino y cómplices políticos de la invasión rusa a Ucrania cuyo pecado ha sido abrazar la libertad que ofrece el mundo occidental. El mundo se realinea de nuevo y no es buscando prosperidad sino hegemonías facciosas.
ËSTADO DE BIENESTAR
Muy atrás quedó el “fin de la historia” proclamado por el ensayo de Francis Fukuyama tras el movimiento de Solidaridad de Lech Walesa, la Glasnost y la Perestroika de Gorbachov y la caída del muro de Berlín. Después de su estrepitoso fracaso en la URSS, la China maoísta o la Cuba castrista, la izquierda se realineó y modificó su discurso sobre la plusvalía del trabajo y la división de clases, para sustituirla por el estado de Bienestar.
HOMOGENEIZACIÓN
Había que talar los cimientos de la cultura occidental, modificar las creencias, destruir a la familia como base de la sociedad y construir una sociedad colectivista guiada por el estado. La homogeneización, el pensamiento único y el control dadivoso de las masas por una élite dominante, eso de lo que hablaban George Orwell (1984), Ray Bradbury (Fahrenheit 451) y Aldox Huxley (Un mundo Feliz) en sus novelas.
LOS PROGRES
Los “progres” ocupan ahora el papel del proletariado imponiendo los derechos de las minorías al obligar a las mayorías a dejar de lado el pensamiento conservador, nacionalista o identitario. Ejercen un derecho que nadie les obstaculiza, pero imponen sus cánones obligando al resto de la sociedad que tiene otras formas de pensar. Ahora quieren tres baños en las escuelas, participación en competencias olímpicas a partir de su autopercepción, libertad sexual para menores, terapias de reconversión, etc. Ojo, nadie les impide optar por sus preferencias sexuales, esa es la libertad, pero ¿por qué obligar a los demás a aceptar cualquier ocurrencia? ¿Qué payasada es esa del lenguaje inclusivo deformando la gramática? ¿Racismo, feminismo, clasismo, ambientalismo, como arietes discursivos para dividir a la sociedad entre opresores y oprimidos?
MIGRACIÓN
La migración de los países con economías estadistas autoritarias y fracasadas hacia los países con democracias liberales y economía de mercado, está poniendo en riesgo su propia supervivencia. A eso hay que agregar la dramática disminución en sus índices de natalidad y una juventud inmersa en la transculturación y la frivolidad a consecuencia del auge de las redes sociales en un mundo globalizado. Solo que en China y otros países hay “firewall”, un muro cibernético que impide la poderosa influencia de la cultura occidental que consideran nociva.
SHOCK
El “choque de civilizaciones” (2004) que advertía Samuel Huntington hoy está amenazando la convivencia civilizada y la paz mundial. La invasión musulmana en países europeos está exigiendo la modificación de los cánones culturales tradicionales imponiendo el uso de la Burka, la multiplicación de mezquitas y la Sharía o ley de islam que exige su predominancia sobre las leyes de los propios países que hoy han colonizado.
ESTADO MANIPULADO
La predominancia del estado manipulado por una pandilla de sujetos en beneficio propio que hoy impone tributo -cual esclavos- a quienes generan riqueza, el monopolio desleal de las empresas paraestatales, la sobreregulación sobre la propiedad privada y la libertad de comercio, el adoctrinamiento sobre las masas y las dádivas asistenciales para ejercer su absoluto control.
DESPERTAR LEONES
Todo eso es lo que combate ahora Milei y es lo que los horroriza. El derecho de las naciones a preservar su cultura, tradiciones y su identidad para dar forma a masas homogéneas a las que controlan como hacía el nazismo con propaganda y medios coercitivos. Es la lucha por la libertad, el derecho a la propiedad, por el individuo y la familia como base de la sociedad. Una contrarrevolución que apenas está tomando forma. “No vine a guiar corderos, sino a despertar leones” es la consigna de Milei. ¡¡Viva la libertad, carajo!!