Juan Carlos Cal y Mayor
Es muy grave que los ecuatorianos hayan incursionado por la fuerza a la embajada de México violando un tratado internacional, la Convención de Viena. Tanto va el cántaro al agua que se rompe. Fiel a su costumbre el presidente ha sido bipolar en materia de política internacional. Sus sesgos ideológicos influyen en sus decisiones. Abusando del exilio ha convertido a México en guarida de autócratas, muchos acusados de corrupción. Deja entrever que comparte la visión de gobernantes que han llegado al poder por la vía democrática para luego perpetuarse.
RESCATANDO AL COMPAÑERO EVO
En una operación militar un avión piloteado por militares mexicanos sobrevoló sin autorización el espacio aéreo de Perú para luego desviarse a Argentina. Como película de acción, aterrizó subrepticiamente y sin permiso de las autoridades de Bolivia en un aeropuerto alterno para sacar a Evo Morales y sustraerlo de la acción de la justicia en su intento de prolongarse por quinta vez en su mandato presidencial. El presidente abusó de la inmunidad diplomática como escudo para salvar a Evo y lo trajo a México.
PEDRO CASTILLO, RESCATE FRUSTRADO
Ya encarrerado intentó hacer lo mismo con Pedro Castillo, el depuesto presidente de Perú, quien acorralado por investigaciones de corrupción intentó disolver el congreso que a su vez determinó destituirlo nombrando como marca la constitución a la vicepresidenta quien fue electa mediante el voto popular con el mismo Pedro Castillo. Este último habló con el presidente y planearon su intento de evasión utilizando de nuevo la inmunidad como escudo. Con la cobertura en vivo de los hechos, Castillo intentó trasladarse de la casa presidencial a la embajada de México donde ya lo esperaban solo que fue obstaculizado por los propios ciudadanos durante el tránsito. Objetivo frustrado.
LA FUGA DE GLAS
En esta ocasión se trató del expresidente de Ecuador Jorge Glas quien está procesado con libertad condicionada desde 2017 sujeto a la acción de justicia en aquel país. En diciembre pasado se “hospedó” en la embajada de México y ya no salió. Desde ahí comenzó a fraguarse la solicitud de refugio en México. Ya había sucedido con otros ecuatorianos de la misma camada. El día en que las fuerzas de Ecuador incursionaron en la embajada, ya estaba lista la salida en vehículo directo al aeropuerto. De nueva cuenta se planeaba literalmente una fuga utilizando la protección de la inmunidad diplomática.
LA CONVENCIÓN DE CARACAS
El artículo 3 de la “Convención de Caracas”, señala que “No es lícito conceder asilo a personas que al tiempo de solicitarlo se encuentren inculpadas o procesadas en forma ante tribunales ordinarios competentes y por delitos comunes, o estén condenadas por delitos.” En otra parte se señala que: “Corresponde al Estado asilante la calificación de la naturaleza del delito o de los motivos de la persecución.” Aquí el gobierno de México se abrogó el derecho de calificar la naturaleza del delito y considerarlo una persecución.
PERSONAS NON GRATAS
No es pues casualidad este comportamiento en materia de política exterior que contraviniendo el principio de no intervención se entromete en otros países. Apenas antes el presidente había hecho declaraciones especulando sobre el asesinato de un candidato presidencial que habría beneficiado al actual mandatario ecuatoriano lo que provocó que la embajadora de México fuera considerada “persona non grata” y expulsada de ese país. No es el primero sino el tercer embajador al que aplican la misma receta y por las mismas razones. Nos peleamos con Perú, con Bolivia y ahora con Ecuador. No hay precedentes al respecto.
LA DISCULPA DE ESPAÑA
Los españoles actuaron con mayor prudencia y diplomacia cuando el presidente exigió una disculpa por parte del gobierno y la Corona españolas. Eso retrasó la aceptación de nuestro embajador en aquel país, pero las relaciones no se rompieron. No hay pleito con España, pero se acabó la afinidad. Y eso que Pedro Sánchez fue el primer mandatario importante e incluso el rey Felipe VI quienes visitaron al presidente López Obrador. Hay empatía ideológica con aquel gobierno que también es de izquierda y sigue los pasos de otros gobiernos autoritarios de izquierda en América Latina, sólo que aquí ganaron los prejuicios históricos del presidente. Descendiente de españoles por el lado materno sigue con la idea de que los aztecas eran México cuando ni siquiera existíamos como país. Pretende ignorar que la independencia la hicieron los criollos hijos y descendientes de esos españoles que llegaron después de Cortés.
APAPACHANDO DICTADORES
Por otra parte, López Obrador ha apapachado a los dictadores de Cuba y Venezuela a lo que recibe con singular alegría. Omite manifestarse sobre el abuso de Maduro que pretende eliminar a como dé lugar a María Corina Machado, la candidata presidencial opositora. Sabe que con ella pierde y se comporta con cinismo. Con ella se acaba la dictadura que construyó Hugo Chávez y que heredó como un trono a Nicolas Maduro. Ignora la represión que sufre el pueblo cubano, la miseria que viven los venezolanos, solapa con el prestigio de México a los tiranos.
PUTIN
Tampoco dice nada de la invasión a Ucrania al tiempo de que sus huestes aplauden al régimen opresor de Putin que se reeligió por enésima vez después de haber asesinado al máximo líder opositor Alexei Navalni. Le rasca la panza a los gringos aliándose de facto con su mayor enemigo al tiempo que ellos andan muy ocupados con sus elecciones, y más por el fentanilo y la migración. Somos los socios incómodos al tiempo que necesarios del enorme mercado norteamericano que se instauró con el TLC.
Y TAMBIÉN MILEI
También criticó a Javier Milei en plenas elecciones argentinas. No solo como candidato sino ahora como presidente y por supuesto que Milei no se iba a quedar callado. Las izquierdas sufren pensando en que el político liberal promercado se haya puesto de moda e influya en otros países de la región. Han sido más prudentes los presidente Lula Da Silva de Brasil y Gabriel Boric de Chile, vaya incluso hasta Petro. Se inscriben dentro de una izquierda que cree y aún defiende la democracia. Delinean dos caminos distintos donde la ideología es un medio y no un fin. Respetan la Carta Democrática signada en la OEA. Los otros -y ahí está México- caminan hacia la autocracia y las dictaduras.
DIPLOMACIA IDEOLOGIZADA
La diplomacia mexicana pasa por el peor momento de su historia. Nuestra tradición de asilo que nos hizo ganar gran reputación desde que los exiliados españoles, nuestra capacidad de mediación cuando la guerra en Centroamérica, todo eso lo han tirado por la borda. Así como Putin reprime a quienes se oponen a la guerra en su país, quieren que nos alineemos con el presidente ante su ideologización de nuestra política internacional. No queda más que esperar a que se acabe esta tragicomedia.