* “Una xenofobia horrible, se reían de mí”, exclamó Sandra, originaria de Venezuela, una madre soltera de seis niños en búsqueda de su permiso de migración para continuar su travesía a Estados Unidos.
Daniela Alfaro
Un informe reciente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) reveló que, después de la Ciudad de México, Chiapas se posicionó como el segundo estado con el mayor número de expedientes abiertos por quejas relacionadas con la violación a los derechos humanos. Este informe abarca el periodo de enero a septiembre del año anterior.
De acuerdo con el reporte, Chiapas registró un total de mil 191 casos distribuidos en al menos medio centenar de instituciones. Dentro de estos casos, el Instituto Nacional de Migración (INM) se destacó como el principal foco de quejas, concentrando el 42.23 por ciento del total, seguido por la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) con un 16.37 por ciento.
El informe también menciona otras instituciones, como el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), la Secretaría del Bienestar, el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), que también enfrentan quejas por violaciones a los derechos humanos.
En particular, el INM ha sido objeto de críticas por acciones u omisiones que han transgredido los derechos de los migrantes y sus familiares, incluyendo falta de legalidad, honradez, lealtad e imparcialidad en el desempeño de sus funciones, así como detenciones arbitrarias y falta de acceso a la comunicación con defensores legales o familiares.
“¿Sabe cuántos kilómetros le toca a uno tener que caminar a uno diario para hacer los trámites acá (Tuxtla)? ¡16 kilómetros, con este calor! Nadie le da un aventón. Es fuerte lo que le toca a uno, para que venga migración a devolverlo para volver a empezar, la plata que uno pierde. Nosotros no estamos aquí porque queremos”, declaró Juan Carlos, un migrante de Venezuela varado en Tuxtla Gutiérrez en espera de su trámite de migración.
La situación de vulnerabilidad en la que se encontraban los migrantes y las condiciones indignas e insalubres de las instalaciones fueron corroboradas por la CNDH, evidenciando una violación al derecho humano a un trato digno.
“En migración de Ciudad Hidalgo yo duré más de una semana esperando para que me sacaran en las listas, ¿y sabe qué fue lo que me dijeron el día que me tocaba? No sacamos a personas enfermas. Yo tengo un caso de cáncer en la piel y yo fui al Centro de Salud, me atendieron pero no habían medicamentos (…) Una xenofobia horrible, se reían de mí”, exclamó Sandra, originaria de Venezuela, una madre soltera de seis niños en búsqueda de su permiso de migración para continuar su travesía a Estados Unidos.
Este preocupante panorama refleja la urgencia de abordar de manera efectiva las violaciones a los derechos humanos de los migrantes en Chiapas y en todo el país, así como la necesidad de garantizar el respeto y la protección de sus derechos fundamentales en todas las instancias gubernamentales.