La pregunta de ayer era cuántos fueron a la manifestación-marcha, en defensa por la democracia, del domingo 18 de febrero en la CdMx y más de cien ciudades del país y el extranjero. Los datos duros de la CdMx se los pongo aquí (entre paréntesis las medidas en metros lineales de cada zona y al final el área en metros cuadrados):
Zócalo (192 por 240), más Empedradillo (52 por 88), más Plaza del Seminario (49 por 88), suma 54,968 metros cuadrados, menos 2,170 metros cuadrados de “áreas reservadas” (con placas de acero); área neta: 52,798 metros cuadrados.
Aparte, las avenidas que dan al Zócalo, considerando solo las cuadras ocupadas por gente que ya no cupo en el Zócalo (en algunas calles fue mucha, en otras, no tanto): Pino Suárez (15 por 200), Madero (12 por 311), 20 de Noviembre (32 por 200), 5 de Mayo (20 por 311), 16 de septiembre (15 por 311); suman 24,017 metros cuadrados.
Área efectiva total: 52,798 + 24,017 = 76,815 metros cuadrados.
La cuenta del número de personas, es a ojo de buen cubero. Viendo fotografías y videos, aquello se ve retacado, digamos que en cada metro había tres o cuatro personas. Multiplicando el área total por 3.5 changos por metro, da 268 mil 852 personas, digamos, 250 mil para no hacer cuentas alegres, lo que es más, 230 mil (menos de tres por metro cuadrado).
¿Importa la cifra precisa?… no, la verdad no… o no tanto… dejémoslo en 200 mil tenochcas… lo que es más, para no errarle y con perdón de usted, usemos el sistema métrico tenochca: fue un ‘madrero’ de gente, que es más que un ‘madral’ y que un chin…
El jefe de gobierno de la CdMx, el Batres, informó que fueron 90 mil personas, que son 1.17 personas por metro cuadrado… muy holgadito, no como se ven las imágenes del evento: fue un llenazo.
Ya en esto, sin ninguna mala fe, recuerde que el gobierno de la CdMx, informó que el 18 de marzo de 2023, a la celebración por el 85 aniversario de la expropiación petrolera, convocada por el Presidente, asistieron al Zócalo 500 mil personas, equivalentes a 6.5 personas por metro cuadrado (tal vez unos a hombros de otros… y uno en Babia, ¡eso es amor por la 4T!).
Por contra, con toda mala entraña, recuerde que a la celebración del cuarto aniversario de la llegada al poder de nuestro Presidente, el 27 de noviembre de 2022, según la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la entonces jefa de Gobierno, la Sheinbaum, la concurrencia sumó la bonita cantidad de un millón 200 mil personas que son más de 15 por metro cuadrado, pero la autoridá’, anticipándose a que algún malqueriente hiciera la cuenta, explicaron que sumaron toda la gente que cabe en avenida Reforma, desde el Ángel al Zócalo, que según Google Maps (opción ‘Medir Distancia’), es de más o menos, 5.5 kilómetros y ahí tuerce la puerca el rabo porque si esa distancia se multiplica por los 18 metros de ancho de los dos sentidos de la avenida, arroja 99 mil metros cuadrados, más los 76,815 del Zócalo, tenemos un total de 175,815 metros cuadrados… o sea: el millón 200 mil que fueron, equivalen a casi 7 personas por metro… el amor al Presidente no da para tanto, son tres pisos de gente. No cuadra la cosa.
¿Entonces?… ¿qué cree?… nomás no se lo tome a la tremenda, la cuenta del gobierno es mentira, mentira sus cifras a favor y mentira sus cuentas para minimizar a los de enfrente, o sea, todos los que no doblan la cerviz. Además, ya se les hizo maña (caso de estudio, la disminución de desaparecidos de 110 mil a 12 mil 377).
Igual, la manifestación de este domingo pasado, sean 90 mil o un cuarto de millón, más los que hayan ido en más de cien ciudades (o menos), para cualquier gobernante sería algo a ser tomado muy en cuenta porque no fue solo una muchedumbre sino, lo más importante: sí fueron. Esto de que ‘sí fueron’, es una advertencia que para ningún ciudadano de otro lugar del planeta tiene sentido, pero acá sí: no los llevaron como los acarreados que acarrean a las concentraciones oficiales (incluye transporte, alimentación, bebida y el reglamentario pago por cabeza), no, estos fueron, solos.
Esto en México se ve pocas veces. Caso de estudio: el 68, ojo, mucho ojo, para que la raza de bronce salga a la calle, las cosas tienen que estar como agua para chocolate.
Cuando pasan estas cosas, los jefes de Estado, los de a de veras, las asumen y a veces, hasta las capitalizan a su favor: “el pueblo se ha manifestado y mi gobierno atenderá sus reclamos”, o cualquier otra frase de circunstancia. Pero este gobierno ha hecho otra vez, lo peor: pretender desacreditar a los manifestantes, insultaros, ningunearlos.
El Presidente ayer dijo que son “Nuestros adversarios, los fifís, corruptos, no le tienen amor al pueblo ni le tienen respeto al pueblo (…) es gente sin escrúpulos morales de ninguna índole. Son muy deshonestos y corruptos”. Y a las maracas, su candidata suya de él a sucederlo, no se iba a quedar atrás: “Resulta importante (…) señalar la falsedad e hipocresía de aquellos que hablan o marchan por la democracia, cuando en su momento, promovieron fraudes electorales y nunca vieron la compra de votos, o se les olvidó respetar a los pueblos indígenas, promoviendo la discriminación y el clasismo”.
Bueno, eso es retar. Y francamente no parece muy recomendable, son muchos. El mismo Presidente, también ayer, dijo que él calcula que el bloque conservador en el país, según sus cálculos anda entre 15 ó 18 millones de personas, una facción significativa, dijo, que se opone a ciertas políticas, como la redistribución de tierras y el apoyo a los sindicatos (¿la redistribución de tierras, dijo?, sí, eso dijo… Cárdenas se revuelca en su tumba).
Ojalá el Presidente tuviera cerca uno que se condoliera de él y le dijera que no sea tan sueltito al hablar. Esa cantidad de ‘conservadores’, es casi igual o más que los 16 millones 759 mil votos que sacó en las elecciones intermedias, las del 2021.
Pero es palabra presidencial. Ahí le avisan a doña Claudita: este arroz no se ha cocido y mucha, mucha gente está en pleno hervor.