Manuel Ruiseñor Liévano
En torno a la democracia, se pueden argüir diversas tesis en relación con el bienestar humano que debe tutelar e impulsar esa forma de organización social y política. A mi parecer, no hay democracia posible y vigorosa sin seguridad pública. Sin prevalencia de principios y valores como libertad, igualdad y fraternidad.
En todo momento, los ciudadanos tienen derecho a sentirse seguros y protegidos en su vida diaria. Sin embargo, en el transcurso de las últimas décadas en México, hemos visto el creciente impacto que el crimen, el conflicto y la violencia, tienen sobre la democracia y el desarrollo.
Sin negar los avances alcanzados, tanto México como Chiapas continúan enfrentando importantes desafíos a su seguridad, derivados de actividades del crimen organizado, ,como narcotráfico, secuestro, corrupción, extorsión y crimen. A lo cual habría que agregar la violencia que surge y se desata en cada proceso electoral, donde los poderes fácticos buscan influir, particularmente en la esfera municipal, aunque más allá de ese nivel. Esto es que el crimen, la violencia y el conflicto siembran el miedo y la ansiedad sobre la seguridad personal y dificultan, además, el desarrollo económico desalentando la inversión.
En este contexto y durante un evento realizado en San Cristóbal de Las Casas, el precandidato único de Morena a la gubernatura de Chiapas, Eduardo Ramírez Aguilar, dio a conocer que por instrucciones de la secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez, se hubo reforzado su seguridad personal.
En un encuentro con empresarios, comerciantes y emprendedores, el aspirante al gobierno del estado reconoció que rehusaba tener escolta, pero tenía que aceptarla. Añadió que la secretaria Rodríguez le dijo en una llamada que estaba en un momento importante de participación política y que por eso tenía la instrucción de cuidarlo.
No obstante, el senador con licencia, que acostumbra ir siempre un paso adelante, dio a conocer que en su propuesta para Chiapas, “uno de los renglones más importantes va a ser el tema de la seguridad pública, porque esa es la esperanza que veo en el rostro de muchos chiapanecos y chiapanecas que tienen una fe ciega en mí para componer el estado”.
Como político instalado del lado humanista del accionar de gobierno, afirmó que en el tema de la seguridad, su propuesta se dirige a generar un grupo de investigación y de inteligencia a fin de monitorear por dónde se mueven más los índices de delincuencia y con ello crear estrategias para intervenir en esos territorios.
El hombre que aspira a gobernar Chiapas, adelantó que se va a crear un Grupo de Reacción Inmediata con más de mil elementos, los cuales estarán bajo el mando del gobernador directamente, en lo que claramente es un mensaje para la tranquilidad de los chiapanecos.
No es la primera vez que se refiere al tema el aspirante único al gobierno del estado por la coalición #Juntos seguiremos haciendo historia por Chiapas, pues en su agenda política prevé atender lo que la mayoría de la gente necesita. Definición y claridad sobre un tema capital en la actualidad social del estado.
A esa definición sobre la seguridad pública, debe agregarse la intención del “Jaguar Negro”, de proponer en su momento al Poder Judicial el nombrar jueces del fuero común para “asuntos relevantes”, además del uso efectivo de la tecnología como las videocámaras con identificación de rostro facial.
Hoy nadie podría dejar de reconocer que la seguridad ciudadana, asumida de modo transparente y responsable, es un elemento clave para la gobernabilidad democrática. La gobernabilidad que Chiapas exige en el presente y en los tiempos por venir.
