Juan Carlos Cal y Mayor
La campaña de Claudia Sheinbaum cuenta con todos los recursos necesarios para -en teoría- ganar la elección a pesar de que literalmente ofrece la continuidad sin valorar lo que sí y lo que no le ha funcionado al gobierno de la 4t. Ya vimos que no hay limitación en cuanto al uso y disposición de recursos económicos los cuales le permitieron tapizar de publicidad al país e imponerse en las encuestas.
La apuesta por los programas sociales les ha generado un rentismo electoral que les permite controlar a los beneficiarios a su antojo. En el presupuesto del próximo año tirarán la casa por la ventana endeudando al país en 1.7 billones de pesos contra un ingreso de solo 7. Heredarán una bomba deficitaria (sobregasto) al próximo gobierno tal y como sucedió en los últimos gobiernos priístas de los 70s que luego al inicio del siguiente ocasionaban crisis económicas de las que tardábamos tiempo en recuperarnos. Fue hasta que se comprometieron una serie de reformas como la autonomía del Banco de México y la disciplina fiscal que México comenzó a creer económicamente.
Aunado a ello todo un ejército de operadores políticos pagados con nuestros impuestos como lo son los servidores de la nación. Las más de dos mil sucursales del bienestar para que la gente retire puntualmente dinero cada quincena, pero no basta con eso, el gobierno controla la narrativa y manipula a la opinión pública a su antojo. Hay audaces y expertos asesores detrás de esa estrategia. Combaten el mal humor social induciéndolo al pesimismo. Usan las encuestas como herramienta de propaganda disparando las preferencias electorales a niveles inalcanzables y así se van llevar toda la campaña, no lo dude.
Metieron a un distractor en la figura de Samuel García para dividir el voto apostando a la mayoría de los jóvenes que representan un tercio del electorado y solo se informan mediante el Tik Tok atraídos por frivolidad con que se conduce ese personaje. Solo que ese teatro ya se les cayó. A Xóchitl Gálvez la están aislando ingeniosamente diciendo que no levanta, que los partidos políticos no la están acompañando, que no tiene estrategia y lo cierto es que no dispone de recursos como si lo hace la candidata oficial. Ahora le quieren cargar toda la responsabilidad de la campaña. La apuesta por la sociedad civil es un arma de doble filo en tanto que no está capacitada en materia de elecciones.
Aun así, la clase media urbana puede dar un vuelco sorpresivo si sale a votar masivamente dando un giro a la elección. Ya lo vimos en Argentina donde las encuestas pronosticaban una elección cerrada pero no fue así. Lo que si tiene a su favor Xóchitl Gálvez es que ella representa una opción de cambio y esa es un área de oportunidad. Falta una estrategia para dramatizar los errores y horrores de la 4t y propagarla en las redes sociales y la publicidad de que por ley disponen. No debe ser Xóchitl quien realice esa tarea ni se enfrente a un presidente que tiene la ventaja del megáfono presidencial. A ella le toca concretarse en sus ideas fuerza para no disipar su oferta. Aún falta tiempo y nos falta mucho para ver cómo se van desarrollando las campañas. No hay que caer desde ahora en la trampa, de que la elección ya está decidida. Esto apenas comienza.
MUJERES
Todo apunta a que la candidata del Frente Amplio en Chiapas será mujer. Los partidos de oposición corren el riesgo de tener una escasa cosecha porque no sembraron. No cumplieron con su papel de ser contrapeso y se han comportado como una oposición a modo. Aun así, deberían hacer el esfuerzo y pensar en mujeres valiosas que puedan hacer un papel decoroso y evitar el riesgo de la extinción. Me atrevo a sugerir por lo menos a cuatro: Rita Balboa, la secretaria general del PRI que es honesta e inteligente, Claudia Orantes del PAN que es una mujer brillante y no menos inteligente, la diputada del PRD Olga Luz Espinosa que ha sido la única en levantar la voz en el congreso federal y finalmente a una outsider que podría ser Marvin Arriaga una mujer valiente, preparada y cercana a las necesidades de las comunidades indígenas. El caso es que hay tela de donde cortar para que quienes no piensan votar por Morena o abstenerse lo puedan hacer por una opción al menos decente y creíble para que la oposición y por ende la pluralidad pueda ser parte activa en el conglomerado político chiapaneco.