Querida Mariana: ¿ya viste la joya que comparto con vos? El licenciado David Esponda hizo favor de regalarme una copia de este documento. La fecha indica ¡30 de agosto de 1919! Es una invitación que don Juan Cancino hizo circular en Comitán hace más de cien años. Copio el texto, por si fuera ilegible:
“Deseando festejar hoy en la noche el cumpleaños de mi esposa, tendré mucho honor y gran satisfacción si se sirve acompañarnos a esta su casa a las 7 p.m.; y no dudando de su aceptación, le protesto una vez más mi reconocimiento y sincero aprecio”.
Si dice que el festejo se realizará “hoy en la noche”, quiere decir que las invitaciones se repartieron el mismo día 30 de agosto. Imagino a algunas personas recorriendo el pueblo para llevar las invitaciones a las diversas casas. Temprano, para que diera tiempo suficiente para emperifollarse. Sin duda que las invitaciones circularon entre las amistades más cercanas, no obstante, el trato es de “usted”. Era parte de la etiqueta y del protocolo de la segunda década del siglo XX. Comitán era una ciudad pequeña. Nada que ver con los tiempos actuales.
Y digo eso, porque en la parte posterior de la invitación viene anotado un programa a realizarse en honor de la festejada. Los mayores del pueblo reconocen que en esa época Comitán era un semillero de artistas, el más cojo bailaba polca y el más chimuelo silbaba la Quinta de Beethoven. Nuestro pueblo, por tradición, cultivaba el galano placer del arte.
Todo mundo de acá reconoce en el apellido Cancino un remanso de inteligencia y un pozo de cultura. En la invitación que hizo favor de pasarme el licenciado David se comprueba lo dicho: Comitán era un crisol de cultura y la familia Cancino era una de las más destacadas en el plano artístico.
Mirá lo que dice la invitación en la parte posterior. Transcribo el texto para conservar el espíritu germinal:
“Programa del festival que mis hijos dedican a su mamá en el día de su inmortal natalicio:
- Ofrecimiento por la niña María Soledad Cancino.
- “Feliz cumpleaños”, vals, por la niña Julia Guadalupe Cancino, con acompañamiento de orquesta.
- Recitación, por la niña Ma. Esther Cancino.
- “Danza cubana”, a cuatro manos, ejecutada por las niñas Luz María y María Guadalupe Cancino.
- Recitación, por la niña Merced Alicia Cancino.
- “Soñando amores”, vals, por María Soledad Cancino, con acompañamiento de orquesta.
- “En ausencia de la mamá”, monólogo por la niña Julia Guadalupe Cancino.
- “Sueño de verano”, polka, a cuatro manos, por las niñas María Soledad y Julia Guadalupe Cancino. (intermedio).
- “Onda cristalina”, vals, por la niña Soledad Solís, con acompañamiento de orquesta.
- “La tentación”, o sea El sueño de un ángel, comedia en un acto, por un grupo de niñas.
- “La noche aquella”, romanza cantada por María Soledad Cancino.
- Coro de la alegría.
Posdata: fácilmente podemos imaginar el ágape celebrado en el patio central de la casa, los invitados sentados frente a un escenario improvisado, con los tradicionales festones comitecos, disfrutando esta fastuosa presentación en la que los hijos y amigos celebraron el cumpleaños de la orgullosa madre y esposa. ¡Nada qué ver con los tiempos actuales!
¡Tzatz Comitán!