En el contexto del Día Mundial para la Prevención del Suicidio, este 10 de septiembre, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Chiapas hace un llamado urgente a la población en general y a las y los beneficiarios a reconocer la gravedad de la depresión y abordarla como una enfermedad de importante crucial. Si no se trata adecuadamente, la depresión puede llevar a pensamientos y acciones suicidas.
Denisse Berenize Martínez Carreño, psicóloga adscrita al Hospital General de Zona (HGZ) No. 2, en Tuxtla Gutiérrez, explicó que la depresión es un problema de salud mental que se caracteriza, principalmente, por un estado de ánimo bajo y sentimientos de tristeza, acompañados de alteraciones en el comportamiento, baja actividad y pensamientos suicidas.
Además, Martínez Carreño enfatiza que las personas que padecen depresión presentan un riesgo significativamente mayor de suicidio. Esto se relaciona con su estado de ánimo, abrumadoramente melancólico, sentimientos de aislamiento e incluso autolesiones. Cuando estos factores se combinan con el estrés y otros elementos ambientales, afectan el deseo de vivir de quienes sufren esta condición.
La especialista señaló que el suicidio es un problema de salud pública importante, pero, afortunadamente, es prevenible. Aunque su origen es complejo y multifactorial, incluyendo componentes biológicos, psicológicos y ambientales, el suicidio puede evitarse tratando la causa subyacente que varía de persona a persona, según factores como la edad, el sexo, el estilo de vida y otros.
Para abordar este desafío, el IMSS ofrece atención especializada para la detección temprana y el tratamiento oportuno de patologías psicológicas o psiquiátricas que aumentan la vulnerabilidad al suicidio. Estas incluyen problemas de salud mental como la psicosis que provocan alucinaciones, trastornos de personalidad, trastorno bipolar y el consumo de sustancias.
Martinez Carreño también subraya que a estos problemas de salud mental se le pueden sumar factores como eventos traumáticos como la pérdida de un familiar o del empleo deudas y otras circunstancias que agravan, haciendo que los pensamientos suicidas parezcan la única solución a los problemas del paciente.
La psicóloga hace un llamado a estar alerta ante los signos de alarma que podrían indicar que alguien está considerando cometer actos suicidas, tales como la venta o regalo de posesiones valiosas, comentarios sobre el suicidio, despedidas permanentes de amigos y familiares, o la escritura de textos relacionados con la muerte o el suicidio.
Por último, destaca que existen factores protectores que pueden ayudar a prevenir la conducta suicida, como el desarrollo de un sentido de pertenencia en la comunidad, apoyo de los amigos y la familia, el acceso a atención médica y tratamiento, así como la adopción de hábitos de vida saludables.
En conclusión, la psicóloga Martínez Carreño insta a las personas con familiares o seres queridos que presenten síntomas depresivos y aún no hayan recibido atención especializada a acudir a su Unidad de Medicina Familiar (UMF) para obtener un diagnóstico y tratamiento oportuno y, así evitar la progresión de este problema de salud mental.