Juan Carlos Cal y Mayor
Hace poco más de un año me topé casualmente con Dante Delgado en la CDMX bajando de su coche mientras yo caminaba por una banqueta en compañía de mi hijo. Me presenté brevemente y le solté a rajatabla si Movimiento Ciudadano llevaría como candidato al joven Colosio. Me contestó elusivo y me quedé con la idea de que no lo veía como muchos en aquel momento llegamos a suponer.
COLOSIO
Hace dos años, sin mover un dedo, Luis Donaldo Colosio Riojas, el alcalde de Monterrey aparecía con gran potencial de crecimiento en las encuestas para vencer a Morena en un momento en el que el Frente Amplio estaba aún lejano de concretarse. El dirigente del PRI, Alito, pasaba por torrenciales cuestionamientos y Marko Cortés lucía disperso en sus apreciaciones, ambos muy distantes de ser los líderes opositores a que la coyuntura política obliga.
MORALMENTE DERROTADOS
Al presidente no le hacían mella los comentarios de lo que consideraba como una oposición moralmente derrotada. Se dio por ello el lujo arrancar el hándicap entre una baraja de destapados, a los que luego pusieron el mote de corcholatas, presumiendo que le sobraban gallos y una gallina para garantizar el triunfo y la permanencia de la 4t en el poder. Ganaba con ello sacar ventaja electoral a cualquier intento de los opositores y legitimar así a su sucesora.
ENCUESTOCRACIA
La expectativa de seguros triunfos en los estados había desatado la ambición de muchos liderazgos locales lo que resolvió poniendo en práctica la “encuestocracia” para no cargar con la responsabilidad de palomear y designar candidatos lo que en la mayoría de los casos le dio buenos resultados. Lo que no pudo controlar y además le ha tenido siempre sin cuidado, es que se desataran despliegues publicitarios para inclinar la balanza en los estudios de opinión.
Solo en Coahuila falló el procedimiento en tanto que el PT abanderó a uno de los aspirantes y el voto se les dividió. El PRI además tenía un buen candidato y contó con el apoyo del PAN y el PRD en los primeros ensayos de ir a coalición.
ES CLAUDIA
Para la sucesión en la candidatura presidencial Morena se vio obligado a abrirle el abanico al partido Verde y al PT evitando así imponer unilateralmente la candidatura de la coalición gobernante. Dividiendo, además, el voto para inclinar la balanza hacia su favorita. Aunque se niegue a admitirlo es un secreto a voces. Ya encartado Marcelo Ebrard decidió entrar al juego quizá pensando en algún momento entrar de relevo si a Claudia se le caía la candidatura. Los demás son actores de reparto y lo saben. El presidente dirá que fue el pueblo y no él quien eligió, a pesar de que toda la cargada gubernamental ha operado a favor de Claudia. Marcelo ha refunfuñado incluso hizo señalamientos, pero ha reafirmado que no se va de Morena. Lo lamentable para muchos de sus seguidores es haberse creído que era en serio. Se van a quedar colgados de la brocha.
XÓCHITL
Con todo y sus asegunes el Frente Amplio terminó por consolidarse. Instauró un proceso que está dando resultados. Al mismo tiempo irrumpió la figura de Xóchitl Gálvez que generó una conexión emocional con una gran cantidad de ciudadanos que parecían resignados a la continuidad de Morena en el poder. Xóchitl les devolvió la esperanza a millones de ciudadanos. Ha resultado una especie de híbrido que ha sumado voluntades en militantes y simpatizantes de todos los partidos incluyendo a los arrepentidos de haber votado por López Obrador.
BOOMERANG
El primero en percibirlo casi instintivamente fue el presidente. Por eso le lanzó toda la caballería. Pensó que con un “descontón” la bajaría del ring antes de subir y sucedió todo lo contrario. Los ataques fueron un boomerang que terminaron por catapultar a Xóchitl. Ahora va en caballo de hacienda y es muy probable que refrende su triunfo tanto en las votaciones como en las encuestas del Frente Amplio.
DUELO DE DOS
El 3 de septiembre ya tendrá los guantes puestos para subirse al ring en un tú por tú frente a Claudia donde el contraste de personalidades la puede llevar a la presidencia. En un pleito de dos, cada punto vale el doble. Si hay 10% de ventaja basta con remontar 5 para empatar la elección y eso no es nada en una elección a la que todavía le falta mucho.
MC DIVIDIDO
Solo falta ver qué papel va jugar Dante Delgado quien parece decidido a ser tercer competidor. En todas las encuestas no pasa del 7% y ese pequeño margen puede impactar el resultado entre quienes serán las dos punteras. El voto antimorena se fragmentaría dando paso a su continuidad en el poder. Eso lo sabe bien Enrique Alfaro que se abrió de capa a favor del Frente pues también en su estado existe el riesgo de perder ante Morena si van solos. También Colosio se ha manifestado a favor de Xóchitl. Las dos grandes urbes, Guadalajara y Monterrey poseen un gran número de electores y todo indica que en el centro y norte del país Morena ya no las trae todas consigo.
LA DIVINA COMEDIA
El dilema de Dante es quedar como un esquirol que le sirva de tapete a Morena y si la elección se polariza como ya es visible, puede derivar en un voto útil que desaparezca políticamente del mapa a Movimiento Ciudadano haciéndole perder hasta el registro. En vez de consolidar a MC como una alternativa ante lo que llama la “vieja política” puede convertirse en el gran sepulturero de su propio partido. En la divina comedia de Dante Alighieri, el infierno es el lugar donde se castigan los pecados relacionados con el fraude y la traición. He ahí su dilema