Querida Mariana: tengo en mis manos el libro “Comitán. Mi cuaderno de apuntes”, del maestro Alfredo Álvarez. El libro es una edición de la Editorial Entre Tejas, de nuestro amigo Luis Armando Suárez.
El libro, ya te contaré, es una joya. El maestro Álvarez es un personaje maravilloso, acucioso investigador, amante de nuestro pueblo, a pesar de que ya no radica acá.
El libro, podrás imaginarlo, es riquísimo en datos. Hace rato me topé con una página donde está nuestro querido amigo Luis Aguilar Castañeda, quien es el gran escultor de Chiapas, aunque ahora radica en Playa del Carmen, Quintana Roo.
Ayer anduve caminando en el parque central del pueblo y pensé que este espacio tiene una riqueza única en Chiapas; además de los bustos de Benito Juárez, Pantaleón Domínguez, Mariano N. Ruiz, Jorge De la Vega Domínguez, hay obra de Luis, la de “Día marcado” y la que representa a Rosario Castellanos. Esta mezcla cívica y artística le otorga un carácter especial al centro de Comitán. Pero hay más, porque también hay obra de escultores que participaron en los simposios de escultura que organizó Luis.
¿Imaginás el gran reto que se echó a cuestas nuestro escultor comiteco? Y lo logró. Ahí están muchas esculturas diseminadas en la ciudad, obras que fueron donadas por los artistas, como compensación por la generosidad del pueblo comiteco al recibirlos.
No lo viví, pero me cuentan que fue uno de los actos más trascendentales del siglo XX en nuestro pueblo, en materia artística. En espacios abiertos, la gente de Comitán pudo apreciar el trabajo de los escultores, esto fue como un gran taller al aire libre. Vos sabés que muchos artistas han hallado su vocación viendo el proceso creativo. Luis me ha contado que muchas personas se unieron a su proyecto, que fue monumental, reconoce el apoyo de la autoridad. Ah, sabemos que muchas autoridades desprecian la cultura, no saben que este rubro es lo que hace diferente al mundo. En Europa y muchas naciones avanzadas apoyan sin restricción al arte, porque saben que los productos culturales significan ingresos sustanciosos al Producto Interno Bruto.
Luis le presentó el proyecto al presidente municipal de ese tiempo, Jorge Antonio Constantino Kánter, y éste no dudó, tuvo la capacidad para ver la trascendencia del proyecto artístico de Luis y supo que esta iniciativa haría que Comitán tuviera obras artísticas en los espacios públicos.
No he ido, pero muchos amigos me platican de la belleza de Florencia, Italia, donde en las calles existe una gran muestra de esculturas que ennoblecen la mirada y bendicen el espíritu. Da gusto hallar gente comprometida con todas las manifestaciones sociales, que iluminan los espacios comunes.
¿Cómo mirás si te paso copia de la ficha que el maestro Álvarez publicó acerca de nuestro escultor? Va.
“1952- 31 de enero. Nace en Comitán Luis Aguilar Castañeda, con formación de arquitecto por el IPN, estudia escultura en el Seguro Social. Prefiere las obras de “dimensiones generosas” monumentales para espacios públicos abiertos. Por su obra ha sido premiado a nivel nacional e internacional. En 1992 recibe el Rodin Grand Price, en el Hakone Open Air Museum, Japón, por su obra “Día marcado”. Ha participado en diversos simposios y exposiciones en Japón, Italia, Argentina, Canadá y Luxemburgo. Maneja con éxito la tendencia abstracta y figurativa. Juega con los volúmenes. Ha organizado encuentros de escultores nacionales e internacionales de alto nivel, en su ciudad natal. Ha cambiado los espacios abiertos, dando así una nueva imagen urbana. Ha hecho esculturas de Borges, Stravinsky, Sabines y Rosario Castellanos, y obras talladas en piedra y madera. Sobremanera Luis aprecia el valor de los espacios vacíos”.
Posdata: ¿cómo ves? Me encanta que la obra de Luis no sólo sea bien recibida en el plano nacional e internacional, acá hubo una autoridad sensible que reconoció el talento de un paisano y apoyó la iniciativa que permitió que hoy nuestra ciudad tenga una imagen urbana con luces armoniosas. Hace falta que volvamos la mirada a lo nuestro y que el talento local sea valorado.
¡Tzatz Comitán!