Sr. López
¿Quiere usted poner un negocio de altos ingresos, ganancias seguras, sin riesgo de perder dinero?… ¡ah! y que esté libre de impuestos. ¿Le interesa?, bueno, pues ponga un partido político (aplican restricciones, oferta exclusiva a ciudadanos mexicanos).
En serio, no hay pierde y además no tiene que producir nada, dar ningún resultado, ni asumir ninguna responsabilidad. Nada. Coser y cantar.
Montar el negocio no es tan difícil, basta con juntar 60 mil tenochcas, repartidos en al menos 20 estados y decirle al INE que son sus afiliados, pero póngase listo, para que no se lo cierren después, debe mantener en sus filas a cuando menos un 0.26% del listado de electores de la elección federal anterior (244,359 respecto de 2021, no es tanto); y también, no se vaya a distraer, tiene que sacar un mínimo del 3% del total de los votos en cada elección (no haga el ridículo, consulte la Sección Amarilla, en la M de ‘mapaches y similares’).
Por eso, para los partidos lo primero es mantener el mínimo de miembros, para que no les clausuren el establecimiento, y luego a cualquier precio, conseguir cuando menos el 3% de votos en cada elección. Y a cualquier precio es a las chuecas o a las derechas (no se desanime, hay profesionales de eso, son caros pero lo valen).
Este año le tocó a cada partido nacional, muy buen dinero: a Morena casi 2 mil millones pesos; al PAN, arribita de 1,150 millones; el PRI del decentísimo Alito, se alzó 1,128 millones; y el PRD poco más de 454 millones. Hasta a la chiquillada le fue bien: Movimiento Ciudadano se embuchacó casi 615 millones; los del Verde, 639 millones; y el PT casi 435 millones. En total, los partidos nos costaron a los que pagamos impuestos, 6 mil 233 millones 510 mil 798 pesos.
Sí, tiene que juntar votos y mantener su padrón de miembros o afiliados, pero vale la pena, haga sus cuentas, olvídese de los partidos grandotes (que, ni tanto, ya verá), piense en uno de esos partiditos de pena ajena, pongamos por caso el Verde, recibe este año más de 53 millones de pesos mensuales, digo, si usted los gana llevando la contabilidad al vecindario, arreglando muelas o vendiendo tamales al rayo del Sol, déjelo, pero si es un tenochca simplex promedio, le aseguro que nunca en su vida va a tener ese ingreso mensual y téngalo presente: por no hacer nada… bueno, no tanto, sí tiene que hablar y hablar, sin miedo al ridículo, y hacer compromisos de esos que a la gente normal le dan asquito.
Lo de que los partidos grandotes no son tan grandotes, se lo comenté porque el mínimo de afiliados para no perder el registro del negocio es de 244,359 y el súper partido fortachón que es la aplanadora, el chulo que castiga, el macho alfa del corral político, Morena, tiene registrados ante el INE a 466,931 fanáticos, lo que es una ridiculez para las ínfulas que se dan; el PAN que se supone es el líder opositor, el que parte el queso en la supuesta coalición para derrotar a Morena en las elecciones del 2024, cuenta con 252,140 miembros (por poco no desapareció). O sea: puro cuento.
Y eso les pasa a Morena y el PAN, por falta de experiencia: el PRI, agónico como está, registró ante el INE a más de dos millones de afiliados y el PRD que es un fiambre, tiene registrados a 1’242,410 miembros, casi tres veces más grande que Morena, según los registros del INE: de risa loca. Y nada más por moler: Movimiento Ciudadano, el partido propiedad de Dante Delgado, ese que tanto se da a querer y pone condiciones para no ser el esquirol electoral en 2024, es el más chico de todos los partidos, con apenas 381,735 afiliados, más chico que el Partido del Trabajo, que tiene casi 450 mil.
Y por si es usted muy pesimista, se le hace notar que si por esas cosas de la vida, abre su partido y se lo cierran por burro, sigue siendo buen negocio: no tiene que regresar un centavo. Después de las elecciones de 2021, por no haber juntado ni el 3% de la votación, perdieron su registro nacional los partidos Encuentro Solidario, Fuerza Por México y Redes Sociales Progresistas, que recibieron entre los tres, 488.4 millones de pesos, sujetos al riguroso principio generalmente aceptado de “¡lo caido, caido!” Y los que pusimos el dinero, todos nosotros, rompiéndonos el lomo preocupados porque en Hacienda no se vayan a fijar en uno, no podemos pedir ni que regresen algo, lo que fuera su voluntad. No hay derecho.
En México nos las hemos ingeniado para que nunca funcionara el sistema de partidos políticos. Si es así en otros países, es cosa que ignora este menda, aunque le parece difícil. Repase nuestro siglo XIX, no va a encontrar ejemplos de éxitos nacionales resultado de una vigorosa vida política y competencia partidista; puras vergüenzas y perdimos más de medio país por la anemia cívica de nuestros legisladores de entonces, ahí revise. Y del siglo XX ni le digo, bien lo sabe, aunque sí se portó muy decentito el PAN de esos ayeres, plantándole cara a aquél PRI imperial (que con sus muchos defectos sí dio al país resultados que hicieron que Europa hablara del ‘milagro mexicano’).
Lo que no parece conveniente es seguir con un sistema político de probada ineficiencia que es caldo de cultivo de alimañas y sabandijas que suelen traer al país con el Jesús en la boca. Pero, lo malo es que no se puede reformar el régimen político que conocemos, sin que lo hagan los propios partidos políticos. Lo que nos pone en la terrible situación de que por obra y gracia del Hado, nos toque un Presidente que realmente propiciara el aseo del muladar que es nuestra política.
No se desanime, la ventaja es que cada vez más actúa la ciudadanía, solo recuerde las manifestaciones que le impidieron al actual régimen dislocar al INE. Y los partidos opositores que estén jugando a no ganar en el 2024, olvidan que la gente común cada vez está más despierta y ya sabe que los órganos autónomos y las organizaciones de la sociedad civil, son un camino de probada eficacia. No hay ni indispensables ni inevitables.