Juan Carlos Cal y Mayor
En días pasados se reunieron en Monterrey en torno a un evento denominado CPAC (Conferencia Política de Acción Conservadora), líderes del mundo conservador, organizaciones, activistas y múltiples espectadores afines a través de los medios digitales. La organización en México es liderada por el actor Eduardo Verastegui que se ha dedicado los últimos años a luchar contra legalización del aborto.
REACCIONES
Las reacciones en torno a este evento no se han hecho esperar. Un reducido grupo de manifestantes con las banderas de Stalin, Lenin, Marx y el Che Guevara, además de una bandera multicolor de la comunidad LGTV, protestaban en la sede del evento contra el fascismo que es lo que ellos interpretan para identificar y estigmatizar a cualquier movimiento conservador.
TERGIVERSADOS
Nada más erróneo porque el fascismo desde el punto de vista ideológico a veces es más próximo a los comportamientos de la izquierda que a las ideas de derecha. El Nacional “Socialismo”, es decir el Nazismo que fundó Adolfo Hitler y al que se sumó luego Benito Mussolini que creó el Fascismo, fueron dos expresiones aliadas en la guerra mundial para encubrir las dictaduras expansionistas en Europa. De ahí proviene el despectivo “Facho” hoy utilizado por quienes se asumen en la izquierda latinoamericana.
Si la derecha es hoy equiparable al neoliberalismo, es decir al capitalismo o modelo de mercado, la ultraderecha tendría que ser necesariamente una expresión radical del capitalismo. Una especie de dictadura del mercado, nada más ajena al fascismo o nazismo originales. Estos últimos son nacionalistas y estatistas mientras que el capitalismo es global. La confusión persiste por el afán de satanizar al mercado y se convierte en un revoltijo que se presenta como asimilable a las ideas conservadoras.
LOS CONSERVADORES
Cierto es que hay coincidencias porque los conservadores defienden el derecho de propiedad, pero esencialmente dogmas de carácter moral y religioso respecto de la familia. Ese pensamiento conservador está acendrado en muchos de nuestros usos, costumbres y hasta tradiciones íntimamente vinculadas al credo religioso. Hay mucho pueblo con ideas conservadoras que no es propiamente capitalista.
IZQUIERDA NO LIBERAL
El mismo entuerto sucede con quienes se definen de izquierda. Confunden ciertas ideas más bien liberales a las que llaman progresistas y que tienen que ver con lo que llaman “el derecho a decidir” es decir el aborto, la libertad de elegir dentro de la diversidad sexual que hoy cobija todo un paraguas de comportamientos sexuales, la inmigración ilegal como una reacción contra desigualdad y las luchas contra el racismo y el clasismo como consecuencia de ello.
BIG BROTHER
Se trata de una vertiente categórica del marxismo, todo en pro de un igualitarismo que debe ser procurado e impuesto desde el estado, algo parecido a “Oceanía” el superestado todopoderoso que imaginó Orwell en la novela 1984. El gran Big Brother está vigilándonos, adoctrinando y determinando que es correcto hacer o no hacer en defensa una colectividad que ellos pastorean.
CONTRAPARTE AL FORO DE SAO PABLO
El movimiento conservador hoy se reorganiza en contra parte al Foro de Sao Pablo y más recientemente el Foro de Puebla, celebrado en México, desde donde las izquierdas de latinoamérica se han venido reuniendo aliándose para empoderarse como sucede ahora en toda latinoamérica que hoy pinta el mapa de color rojo. Fue la intentona de Castro y el Che Guevara para exportar su revolución que luego retomó Hugo Chávez usurpando la figura de Bolívar, para promover el socialismo del Siglo XXI.
DERECHO A PENSAR DISTINTO
Es muy respetable que quienes tienen ideas conservadoras las defiendan como lo hacen los progresistas siempre que sea dentro del marco democrático y legal. Ninguna creencia puede ni debe ser proscrita. Por eso suena a sorna que al conservadurismo se le satanice con el sobrenombre de “ultraderecha” o “extrema derecha”. Nadie dice “ultraizquierda”.
RADICALES
Y claro que hay expresiones radicales como el neonazismo o el Ku Klux Klan que se expresan fuera de la legalidad y que violentan a los demás por el hecho de pensar o ser diferentes. Solo que ese comportamiento también lo apreciamos bien con las hordas de intolerantes que pululan en las redes sociales y también en la política. Lo vemos ahora con los autocríticos de la 4t, los chavistas o los prosélitos de la revolución y dictadura cubana.
DOGMAS CONTRA LA CIENCIA
Lamentable que los dogmas ideológicos nos condenen al subdesarrollo, cuando lo que se necesita para desarrollar nuestros países, no importar ideologías sino llevar a cabo prácticas exitosas que generen desarrollo económico como ha sucedido con varios países en el mundo. El mercado no es propiamente una ideología, ha sido una conducta inherente a nuestra especie que tiene que ver con el intercambio de bienes. Más que una ideología la economía es una ciencia y como ciencia ha experimentado fracasos cuando se violan sus principios donde las consecuencias son fácilmente predecibles.
ESCLAVITUD MODERNA
La izquierda latinoamericana promotora del asistencialismo ha logrado el tránsito de las clases obreras explotadas a una nueva forma esclavitud. ¿O cómo llamar a esos gobiernos que se sostienen gracias a la dependencia que tienen los más necesitados? ¿Cómo entender que por acabar con el clasismo los hagan a todos iguales, pero en la pobreza?
LAS CIFRAS NO MIENTEN
Y las cifras no mienten. En 20 años y teniendo el 20% de las reservas petroleras del mundo, Venezuela se convirtió en uno de los países más pobres del mundo, al igual que Cuba, gracias al socialismo. En ese mismo lapso Corea del Sur y Singapur, países sin mayores recursos naturales, son ahora de los más ricos del mundo gracias al libre mercado. ¿O qué tal Hong Kong, Taiwán o incluso Panamá? ¿Qué parte no entienden esos que dicen querer acabar con la pobreza, castigando la riqueza? Incluso China con un gobierno autócrata ha sacado de la pobreza a 800 millones de personas gracias al mercado.
LIBERALES
Necesitamos una izquierda que sea liberal y que respete los derechos y las libertades de los individuos como tales y no como un colectivo o rebaño al que hay ideologizar. Necesitamos una derecha que promueva el libre mercado y deje por aparte la rectoría moral y religiosa igualmente colectivista. Necesitamos entender al liberalismo promotor de las libertades civiles y económicas, opuesto al estatismo y al conservadurismo. Que se fundamente en el Estado de derecho, la democracia representativa y la división de poderes. Ese era el pensamiento de Juárez y de Madero no lo que se quiere hacer ahora metiendo a todos nuestros próceres en el mismo paquete. Lo de ahora es una mezcolanza entre autoritarismo, estatismo, asistencialismo, nacionalismo, conservadurismo y capitalismo monopólico.