Juan Carlos Cal y Mayor
Antes, les cuento una anécdota. La primera vez que competí por un cargo de elección fue a finales de los 90s. Un amigo me prestó un espacio en la 2da planta de su negocio y con la ayuda de otros amigos más instalé una pequeña “casa de campaña”. Habiendo terminado de instalarme, me percaté de que justo enfrente, cruzando la calle, también se había instalado uno de mis rivales por otro partido para la contienda.
Lo primero que se me ocurrió fue cruzar la calle e ir saludarlo. Amablemente me invitó a pasar en su también recién instalada casa de campaña. Charlamos afablemente y nuestras campañas fueron de cordialidad y el respeto. Se trataba de Don Eduardo Coutiño Arrazola quien desde ese momento hasta la fecha ha sido siempre mi amigo.
Unos días después acudí a charlar con maestros en una escuela primaria. Una maestra me preguntó que cual era mi opinión respecto de Rene León Farrera, otro de los contendientes. Le dije para mí era una persona honorable, además de ser descendiente del ex gobernador Don Samuel León Brindis uno de los gobernadores más queridos y mejor recordados de Chiapas. Para mi sorpresa esa maestra resultó ser hermana de él, por lo que al despedirnos agradeció mis palabras. Hasta hoy día Rene es mi amigo, al igual que su hijo, y sigo pensando que es un hombre decente y honorable.
En la contienda por la alcaldía de Tuxtla de 2004, yo ya conocía a Juan Sabines. De igual manera me reuní con él para acordar una campaña de respeto a nuestras personas y nuestras familias. Hubo diferencias y críticas, pero nunca ofensas.
LA SUCESIÓN EN CHIAPAS
Traigo esto a colación ahora que se adelantan los tiempos y las ansias hacía la sucesión gubernamental en Chiapas. Se previsualizan algunos posibles contendientes sobre todo los que han manifestado abiertamente sus intenciones. La rumorología está en su apogeo y han empezado a surgir críticas y descalificaciones hacia los posibles candidatos. Yo lamento que sea así y que no podamos centrar la futura contienda en ideas y propuestas sobre los grandes rezagos y retos que enfrentamos. También abundan en las redes quienes envalentonados despotrican por igual contra todos. Autoinvestidos de moralidad quisieran ver a políticos perfectos e impolutos, pero no abonan en nada a ello. Tampoco se atreven a participar. No entienden que entre lo deseable y lo posible hay un abismo. Así funciona.
SIN OPOSICIÓN
Está claro que en Chiapas no existe oposición. No hay liderazgos ni partidos que representen alguna alternativa real. Además, las encuestas reflejan una hegemonía absoluta que antes fue del Verde y ahora es de Morena. La elección se jugará en la precampaña. La de gobernador será por encuestas según lo que se ha dicho. Conozco a los aspirantes a ese y otros posibles cargos aún por definir. Siendo así no puede haber para mí filias y fobias partidistas en lo que respecta a Chiapas. Yo ya no pertenezco a ningún partido desde hace 4 años. Soy libre de elegir y siempre lo he sido votando por las personas más que por los partidos. Lo que realmente me preocupa bien es que gobiernen bien.
LOS QUE SUENAN
Cito por ejemplo al licenciado Placido Morales quien es mi amigo y mi maestro y al cual nos une afecto y pasión por la historia. A su hermano Carlos, también mi amigo desde hace más de dos décadas, y a quien considero un excelente presidente municipal. Se habla de Ángel Torres, de quien tengo una opinión positiva y con quien sostengo una relación cordial, aunque sobré sus posibilidades futuras tengo una particular opinión. Al senador Eduardo Ramírez le conozco desde que era muy joven y fue síndico y luego alcalde en la querida Comitán. Siempre amable y deferente hacia mi persona. Es correspondido. Con Zoé Robledo me une una buena amistad. Recibí su apoyo como senador en varios temas para la cultura. Particularmente en la reconstrucción del Teatro Francisco I. Madero. Me ha refrendado esa amistad y me ha permitido compartirle mis preocupaciones sobre el futuro de Chiapas. Morena va definir cuando lleguen los tiempos. No veo ninguna posibilidad de ruptura. La oposición será la comparsa. Sobre el particular haré mi análisis en otro momento.
LA BELLA DURMIENTE
Así las cosas, tendremos que optar por quien creamos que representa la mejor opción para que a Chiapas le vaya mejor. Pienso que no podemos esperar resultados distintos si seguimos haciendo lo mismo. Que el modelo asistencialista ha profundizado la pobreza sacrificando la posibilidad de invertir en desarrollo económico que genere oportunidades para las nuevas generaciones y empleos mejor remunerados. Que tenemos que apostar por invertir en capital humano orientado la educación hacía la potencialización de nuestros recursos naturales, nuestra riqueza cultural y nuestra posición geoestratégica. Lo tenemos todo y al mismo tiempo nada.
Chiapas ya no es el gigante dormido sino la bella durmiente. Ya ha besado muchos sapos y sigue sin despertar. Si somos simples espectadores las cosas seguirán igual. Es la hora de actuar, de participar y proponer, de hablar sin temor. Hacer a un lado la grilla barata, las murmuraciones y los denuestos. Elevar el nivel de la política y no dejarla en manos de especuladores, apostadores ni oportunistas. Si no lo hacemos, a las nuevas generaciones les depara un futuro incierto. Dejemos de lloriquear y tomemos el reto. Dejemos de ser súbditos y actuemos como ciudadanos. Tenemos un deber para abatir la pobreza y la ignorancia que hoy es mayoría para que los más pobres no sigan siendo el caldo de cultivo electoral con el que lucra la política y aflora la rapiña.