Sr. López
Don Héctor, señor veraz y de todos los respetos de este menda, contaba que fue testigo de un interesante suceso: hace muchos años, en el puerto de Salina Cruz, Oaxaca, vivía un chino de China (aviso necesario porque acá les seguimos diciendo “chinos” aunque sean nacidos en México de cuarta generación), que se puso una papalina monumental en una cantina, contando en su español chistoso, que había encontrado en el sofá de la sala de su casa, a su señora esposa (frondosa dama istmeña), ejecutando con un vecino una suerte charra llamada “colocación de cornamenta”. El chino pasó de ebriochillón a borracho bravero. De “Mi razón” de la Sonora Santanera (“Aquí estoy entre botellas/ apagando con el vino mi dolor…”), hasta Gabino Barrera, el que con su pistola le daba gusto a cualquiera. Finalmente vociferaba el chino que iba a hacer “algo drástico”. La etílica concurrencia se preocupó: no fuera a cometer una locura. Pasaron los días y se supo que el chino… había vendido el sofá.
Seguro tiene usted presente el colerón que le puso nuestro Presidente a los EU, cuando se rehusó a participar personalmente en la Cumbre de las Américas.
Así mismo, que el lunes de la semana pasada, nuestro Ejecutivo afirmó que en los EU “está cara la gasolina porque se dejó de invertir en el crudo para darle preferencia a las energías limpias”… y en su lógica,eso afecta a México porque importamos de allá mucha gasolina… sí, claro que se acuerda (se solicita valiente que explique al Presidente la ley de la oferta y la demanda, a menor consumo de petróleo, menor precio, digo).
Y no se haga, también supo que al día siguiente de tan galanas declaraciones mañaneras, el martes, John Kerry, enviado especial de la Casa Blanca para el clima, se reunió por horas con el Presidente en Palacio Nacional (ya saben que no le gusta viajar fuera del país).
Tres días después de la encerrona con don Kerry, el viernes pasado, sin aspavientos, nuestro Presidente, invitado por Joe Biden, participó en el Foro de las Principales Economías sobre Energía y Acción Climática, y con una sonrisa amplia, como de comer tostadas, declaró exactamente lo contrario y se comprometió a cumplirlo ante los otros 16 mandatarios que participaron en el Foro, bajo la mirada amable pero vigilante de don Biden.
En síntesis, el Presidente López Obrador, anunció que México se une al compromiso colectivo para en 2030, producir el 50% de vehículos de cero emisiones contaminantes (eléctricos, pues); que Pemex va a invertir dos mil millones de dólares para frenar la quema del combustible y reducir el 98% sus emisiones de gas metano (esas que nos monitorean con dos satélites los amables yanquis); que mantiene su compromiso de producir cuando menos el 35% de la energía eléctrica que se consume en México, con fuentes limpias y renovables, a más tardar en el 2024; que se crearán parques solares en la frontera de México con los EU, y se instalarán redes de transmisión de energía para vender electricidad a California y a otros estados de los EU. Chulo.
También dijo nuestro Presidente: “Celebramos diálogos y compromisos con 17 empresas estadounidenses del sector energético para garantizar inversiones destinadas a generar mil 854 mega watts de energía solar y de energía eólica”… “garantizar inversiones”…
O sea, se acabó el cuento, vino don Kerry, afinó el motor de Palacio y lo antes dicho y propalado, todo, quedó en discurso ya archivado: se garantizan inversiones, se impulsará lo de la electricidad para coches, la generación solar para suministrar a los EU y se gastará lo necesario para disminuir la escandalosa contaminación de Pemex.
La cosa debe haberla visto muy seria nuestro Presidente, tanto, que agregó: “Expreso sin ninguna duda nuestra solidaridad en este trascendente asunto, al presidente Biden y al secretario Kerry, un auténtico ambientalista”… violines… “nuestra solidaridad”… “trascendente asunto”… ya sabemos quién manda.
Como lo cortés no quita lo mandón, don Biden y el tal Kerry agradecieron a nuestro presidente sus palabras tan cordiales, “todo su trabajo” y le dijeron que quieren “trabajar más, juntos”. ¡Qué amables!
Hemos comentado antes y varias veces, que el tío Sam aguanta todo menos lo que toque su seguridad nacional, ni sus intereses o negocios. Y cuando algo de eso le parece que se puede apartar de lo que les conviene, aprieta quedito; si hace falta más, aprieta menos quedito; y si alguien de plano, no se alinea por la derecha, lo acogotan (caso de estudio la Rusia de Putin y las sanciones brutales que le han impuesto por el chistecito en Ucrania; y si eso le parece muy alejado de los problemas que México pudiera darle a los EU, revise cómo está Venezuela: hecha garras. Con este nuestro vecino del Norte no se juega; ellos cumplen si uno hace lo mismo y en caso contrario no tienen ningún escrúpulo en hacer tiras al atrevido).
Este entendimiento no significa que en la Casa Blanca vayan a confiarse. Bien saben que nuestro Presidente “torea” los asuntos. Van a asegurarse que cumpla. Ya lo observaron tres años y medio; sus profesionales en perfiles psicológicos lo han desmenuzado y lo conocen mejor que doña Beatriz, se lo aseguro.
Tan los EU no van a bajar la guardia que el jueves, un día antes del Foro, no se tentaron el corazón y emitieron “alerta de viaje” para que sus ciudadanos no pisen 30 estados nuestros porque hay mucho Covid 19 y porque “los delitos violentos, como homicidio, secuestro, robo de automóviles y robo, están muy extendidos y son comunes en México”. Lo dicho ¡qué amables! (ya podían ayudar no surtiendo armas y munición a nuestros narcos).
Y tienen en remojo lo del misterioso avión iraní que tienen bloqueado en Argentina -que despegó de Querétaro-, asunto en el que han confirmado que el capitán de la nave es un profesional en el tráfico de armas, relacionado con el terrorismo internacional.Poquita cosa. Si, tienen que “trabajar más, juntos”.
Como cantaba María Victoria: Cuidadito, cuidadito, cuidadito…