Por Armando Rojas Arévalo
OFELIA: No debería extrañarnos porque todos los días tiene –y dice- ocurrencias, pero ésta, la de cuidar la vida de los delincuentes porque “son seres humanos también” es de dar miedo y salir corriendo del país…o empezar a armarnos.
Siempre ha tenido a los delincuentes de su lado y él está del lado de ellos; de otra manera. Las elecciones del 2024 serán cruciales. No sería remoto ver cómo brigadas de criminales armados visitan casa por casa para obligar a votar a sus ocupantes.
¿Ahora sí queda claro por qué saludó gustosamente a la mamá de El Chapo? ¿Y por qué ordenó que soltaran al hijo del famoso personaje? ¿Queda claro porque aplaude a los soldados cuando huyen para no enfrentar a los delincuentes, y por qué recomienda no matar criminales porque son seres humanos también?
Escuchar lo que dijo fue como haber recibido un golpe seco que afectó al equilibrio y la conciencia. Fue un golpe que me hizo ver con dolor y asombro, lo que se cierne sobre este país. Fue una sentencia que no esperábamos y menos del jefe de estado. Fue una insensatez que tiene al borde del miedo y la angustia a miles de mexicanos.
¿Qué hacer ante tamaña tragedia?
El orden ya no existe. El Estado de Derecho tampoco. La infamante corretiza que le dieron a miembros del Ejército en Michoacán, hace unos días, y luego el “comandante supremo” aplaudiendo que los soldados hayan huido para no desatar una guerra, nos tiene a los mexicanos postrados en la incertidumbre. ¿Dónde están las fuerzas armadas que tienen como mística proteger al país defender la soberanía nacional?
Estamos en la indefensión total.
Hace dos días un teniente coronel del 48 batallón de Infantería destacamentado en Cruz Grande, Guerrero, fue secuestrado por narcotraficantes tras un enfrentamiento entre miembros del Ejército y una banda de maleantes. ¿Cuándo se había visto esto?
El orden ha sido rebasado. Ojalá no, pero lamentablemente así es, eguiremos siendo testigos de cosas increíbles que sobajan al Ejército y fomentan la impunidad de la delincuencia.
¿Quiénes van a salvar al país? Por ejemplo, ¿Dónde están los ex Presidentes SALINAS DE GORTARI, ZEDILLO, FOX, FELIPE CALDERÓN y PEÑA NIETO, que se daban de golpes sobre la banda presidencial parar jurar lealtad y arrojo sin importar sus vidas, para levantar la voz?
¿Dónde están los que se decían líderes de este país para acaudillar (cuando menos) una airada protesta?
En qué madriguera están escondidos MANLIO FABIO BELTRONES, muy sonorense, muy machito, muy imperturbable. Qué decir de EMILIO GAMBOA PATRÓN. O de MIGUEL ÁNGEL OSORIO.
¡Granujas!
¿Dónde está JOSÉ ANTONIO MEADE, quien decía tener la solución a los problemas nacionales? ¿Dónde SANTIAGO CREEL?
¿Tienen tanta cola que les piden?
¿Dónde están escondidos o en qué madriguera yacen muertos de miedo los que juraron una vez con el pecho inflamado de patriotismo, que nadie atentaría contra la soberanía del país?
¿Cuándo levantará alguno su voz para protestar, por ejemplo, que éste es otro país donde los hijos ya perdieron el privilegio de estudiar en una de las mejores universidades del mundo, la UNAM, porque ya dejó el prestigio en los bloqueos, paros y las descalificaciones del propio presidente?
¿Dónde se encuentran los inefables intelectuales, que, por cierto, cada vez son menos? Los “líderes” sociales y políticos están bien comidos. No hay hambre. Sus hijos, como los del presidente viven o estudian en Estados Unidos; sus esposas viajan a las compras a San Antonio o Houston, y cuando menos dos o tres veces por año pasan las temporadas vacacionales en sus departamentos de lujo en las marinas de Miami.
Que no jodan. Que piensen que este país que los hizo ricos los necesita ahora.
Los mexicanos buscan –y demandan- líderes para seguirlos. Pero resulta que, o están temblando de miedo para organizar un movimiento por la dignidad nacional, o tienen pavor de pensar siquiera en la cárcel.
Pobres diablos.
Lo que dijo el presidente hace unos días, de que también hay que proteger la vida de los delincuentes, porque esto ya cambió, me parece un mensaje contundente que nos tiene pasmados. Prácticamente estamos en los dinteles del narcoestado, en el que los delincuentes votarán y buscarán por la fuerza ganar las elecciones por donde señale quien ahora aboga por ellos. Hay que respetar la vida de los delincuentes, dice importándole un pito que los maleantes no se toquen el corazón para matar mujeres, niños, hombres y ancianos, que disparen a mansalva o que torturen hasta la muerte a un plagiado.
¿Cómo interpretar las palabras del presidente?
MIENTRAS TANTO, en Morelos la gente comenta que ULISES BRAVO, el medio hermano incómodo de CUAUHTÉMOC BLANCO, lleva ya un mes sin aparecer. El operador financiero y político del ex futbolista sigue, presuntamente, hospitalizado, razón por la cual CUAUHTÉMOC se ve más preocupado que nunca porque se siente solo. ¡Pobrecito!
ULISES ingresó al hospital, al parecer por una pancreatitis alcohólica y es la fecha en la que no se sabe de los avances de su salud. En estos últimos días, al exfutbolista se le ha visto triste y cabizbajo, pero a la vez preocupado porque los problemas de su gestión no pueden esperar y le urge una persona que cubra esa vacante y ponga en orden el presupuesto de la entidad.