
* La desactivación de plantas de tratamiento y los bajos niveles de los ríos agravan la crisis hídrica, poniendo en riesgo el acceso al agua potable y afectando gravemente a las comunidades rurales e indígenas.
Redacción / Alfaro Noticias
Chiapas enfrenta una grave crisis hídrica que afecta tanto el suministro de agua potable como la producción agrícola. Aunque el estado cuenta con numerosas fuentes de agua, 80 de sus 124 municipios carecen de planes adecuados para garantizar el suministro y saneamiento del agua. Esta situación impacta especialmente a las comunidades rurales e indígenas, quienes enfrentan serias dificultades para acceder a agua limpia, según informó Mario Guillén, presidente de la Comisión de Energía y Recursos Hidráulicos del Congreso local.
Además de la falta de infraestructura, el estado sufre la desactivación de muchas de sus plantas de tratamiento de aguas residuales, lo que agrava aún más la crisis. A pesar de contar con aproximadamente 300 plantas de este tipo, muchas no están operativas, lo que afecta directamente la disponibilidad de agua potable y el saneamiento adecuado. Esta situación ha generado preocupación en la población, especialmente en las áreas más vulnerables.
La crisis hídrica no solo afecta el acceso al agua, sino también a la seguridad alimentaria. La agricultura, uno de los sectores más importantes en Chiapas, enfrenta una grave amenaza debido a los bajos niveles de los ríos que abastecen de agua a los cultivos. En particular, los ríos de la región están experimentando una reducción drástica de caudal debido a la escasez de lluvias y al impacto del cambio climático.
Khirbet López Velázquez, especialista en Ciencias de Recursos Naturales y Desarrollo Rural con enfoque en Biotecnología Ambiental destacó que estos ríos, que son vitales para el riego de cultivos como el café, el mango y el maíz, se encuentran en niveles críticos, lo que ha generado alarma entre los agricultores. Las autoridades señalaron que el cambio climático está empeorando la situación, ya que se espera que las sequías se intensifiquen, afectando aún más la producción de alimentos.
De acuerdo con un informe de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la región sureste del país, que incluye al estado, necesita una inversión urgente de 17 mil millones de pesos en los próximos cinco años para enfrentar la crisis hídrica. El informe destaca que la falta de infraestructura adecuada para la gestión del agua, la deforestación y el cambio de uso de suelo son factores que están exacerbando la escasez y la contaminación del agua en la región.
Por otro lado, este año la caída de los precios del mango ha puesto en una situación difícil a los productores de Huehuetán, municipio en la costa chiapaneca. Cerca de 500 productores han decidido suspender la cosecha debido a la baja en el precio del mango, que ha caído de 350 a 200 pesos por caja en solo una semana. Los productores exigen un precio justo de al menos 500 pesos por caja y piden que las empacadoras paguen directamente a los agricultores, eliminando la intermediación.
Ambos problemas, la escasez de agua y la crisis económica en la agricultura, reflejan la urgencia de una acción gubernamental para proteger tanto los recursos hídricos como la economía de las familias chiapanecas.