Sr. López Tío Nildo (es en serio, no se burle, así le pusieron), tuvo a bien morir y en su testamento, Pepe, el más impresentable primo que tenerse pueda, fue su heredero universal. El tío era rico, vivía como rico, gastaba como rico y Pepe, rechazó la herencia. Pasada la sorpresa, este menda le preguntó […]