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Violencia digital / Código Nucú

Violencia digital / Código Nucú
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César Trujillo

 

El 26 de noviembre, la Comisión de Igualdad de Género de la Cámara de Diputados (con 400 votos a favor) aprobó por unanimidad y remitió al Senado una reforma a la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Sin Violencia. En ella, ojo, se incluye la violencia digital a diversas actitudes de acoso al sexo femenino.

Y no es para menos, porque como bien expuso la diputada Wendy Briceño Zuloaga, presidenta de la Comisión arriba citada, desde hace rato que el espacio digital ha mostrado nuevas conductas delictivas que con la masificación de usuarios permite que el acoso, el hostigamiento y la violencia sexual se reproduzcan.

La ley es muy clara cuando dice que violencia digital se entiende como: “actos de acoso, hostigamiento, amenazas, insultos, vulneración de datos o información privada, divulgación de información apócrifa, mensajes de odio, difusión de contenido sexual sin consentimiento, textos, fotografías, videos y/o datos personales u otras impresiones gráficas o sonoras, verdaderas o alteradas o cualquier otra acción, que sea cometida a través de las tecnologías de información y comunicación, plataformas de internet, redes sociales, correo electrónico, aplicaciones, o cualquier otro espacio digital, que atente contra la integridad, la dignidad, la intimidad, la libertad, la vida privada o vulnere algún derecho humano de las mujeres”.

Bajo este precepto se debería tener cuidado en la forma en que se tocan algunos temas. Por ejemplo, el caso de la señora María del Rosario Villagómez Moreno, directora de la Casa de la Cultura de Yajalón, a quien han golpeado en su integridad reviviendo con morbo (en algunos muros) los problemas emocionales que presenta tras las agresiones sufridas en 2018 y que es un caso que debe dirimirse ante las autoridades competentes y no en las redes sociales en donde se lastima su dignidad con la polarización del tema.

Y es de esto de donde se desglosa otro problema: la descalificación y los señalamientos a la directora general del Consejo Estatal para las Culturas y las Artes de Chiapas, Cecilia Flores, a quien atacan de forma personal, desviándose del supuesto problema.

Curiosamente, en cuanto a la solución del supuesto conflicto entre el Coneculta y la directora de la Casa de la Cultura de Yajalón, la Junta Especial número 3 de Conciliación y Arbitraje ha señalado que el Consejo reconoce como parte patronal cualquier relación laboral o contractual que exista con la demandante.

Es decir, el Coneculta reconoce a la señora María del Rosario Villagómez Moreno como trabajadora con todos sus derechos inherentes: antigüedad, condiciones salariales, condiciones contractuales de horarios, salarios, y demás prestaciones incluyendo vacaciones, primas quinquenales, entre otros.

Es más, ya hubo una reunión entre ambas partes y acordaron que a la afectada le harán válida la incapacidad que solicita (podrá gozar de su sueldo y sus prestaciones sin presentarse a su centro de trabajo) y los pagos que se habían frenado por “regularizaciones administrativas” se normalizaron. Bien ahí.

Hay documentos (publicado uno en redes sociales), incluso, que muestran que no se ha negado la relación laboral y que el Coneculta ha dado el seguimiento puntual desde esta nueva administración a un caso que fue ignorado en el sexenio pasado.

Sin embargo, la descalificación y los señalamientos dolosos en contra de la directora de Coneculta no han cesado. Siguen ahí como una medida de acoso a su persona. Y es acá donde el tema de la violencia digital cobra sentido.

No se vale que algunos instiguen a las masas con mensajes de odio e insultos; no es la vía que se debe tomar en ninguno de los casos. Sobre todo cuando Chiapas es un estado con una alerta por feminicidios. Es más, el Poder Legislativo ya analiza la aprobación de una Comisión Especial de Prevención de la Violencia Política contra las Mujeres derivado de un sinnúmero de casos que se han documentado.

La maestra María del Rosario y la maestra Cecilia Flores merecen respeto. Tengo el gusto de conocer a ambas. A la primera desde mis 14 años, cuando llegaba y nos atendía de forma profesional y con mucho respeto en la Casa de la Cultura de mi pueblo y que seguramente ahora ya no se acuerda, pero yo sí la recuerdo con cariño. A la segunda, desde antes que fuese presidenta municipal de San Cristóbal de Las Casas, y con quien mantengo una relación cordial y de amistad en la que nos han hecho cómplices los libros y el arte, y las charlas sobre nuestros autores favoritos y que platicamos largo y tendido cuando coincidimos en algún evento.

Lo cierto es que a estas alturas no debe seguir usándose la violencia en ninguna de sus formas. Porque violenta quien utiliza el dolor de una persona para canalizar sus propios resentimientos, quien manipula y exhibe a alguien que está pasando por una crisis.

Violenta quien agrede con palabras, insulta, hace comentarios dolosos y usa adjetivos lacerantes en contra de otra persona; violenta quien motivado por intereses aviesos, sean estos cuales sean, se presta a la denostación y la infamia. Aguas con esto. La violencia digital es un lastre para todos.

Celebro que se empiece por reconocer, visibilizar y definir este tipo de violencia. Bien lo señalan las expertas en el tema: “ésta se comete en la más absoluta impunidad. Las mujeres quedan en la indefensión total al no poder frenar y denunciar contenidos que abarcan toda clase de discriminación”.

 

#Manjar ¿Qué pasaría con la lista negra de los alcaldes que estaban con un pie casi en El Amate por incumplir la cuenta pública? Recuerdo que el auditor pasado la hizo pública y corrió como pólvora en las redes. Sin embargo, parece que a la Auditoría Superior del Estado, con José Uriel Estrada Martínez ahora al frente, se le borró ese dato o simplemente no es de relevancia para él. ¡Vaya usted a saber! Lo cierto es que algunos políticos no han cumplido y siguen bajo esa protección que nadie se explica por qué se da. En lugar de obligarlos a cumplir, se empecinan en taparles sus fechorías y dejarlos que sigan enquistados haciendo de las suyas. Lo bueno es que Estrada Martínez cuando no quiere hablar del tema siempre señala que es secrecía, aunque los mismos implicados presuman su buena relación con él. Hay de secretos a secretos, ¿no? #AguasAhí // “Estar solo no tiene nada que ver con cuantas personas hay alrededor”. Richard Yates. #LaFrase // La recomendación de hoy es el libro La construcción de la izquierda de Carlos Camacho Alfaro y el disco de Rubber Soul de The Beatles. // Recuerde: no compre mascotas, mejor adopte. // Si no tiene nada mejor qué hacer, póngase a leer.

 

* Miembro de la Asociación de Columnistas Chiapanecos.

 

* Delegado en Chiapas del Sindicato Nacional de Redactores  de la Prensa.

 

Contacto directo al 961-167-8136

 

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