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Todo tiene su hora / La Feria

Todo tiene su hora / La Feria
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Sr. López

La fiesta de cumpleaños de tío Néstor era, literalmente, el evento del año. Invitaba a toda la familia y todos sus amigos (no hubo una con menos de mil gentes); se comía y se bebía como en pachanga de Heliogábalo, y se disfrutaba de las orquestas de moda, de Pérez Prado para arriba (la Sonora Santanera, cuando Sonia López era la vocalista; la Sonora Matancera con Celia Cruz y también, en plenos años 50, Frank Sinatra que vino de Las Vegas, con todo y orquesta nomás para él). Pero, cosas de la vida, por una de esas fiestas fue que la familia entera decretó la “abolitio nominis” del tío Néstor, del que no se habló más y al que nadie volvió a tratar, porque -¡ah, la gente!-, habiendo muerto tía Faustina -adoración de todos-, viejecita muy buena y muy santa, que era la madre suya, una semana antes de la fiesta, lejos de cancelarla, sus secretarias hablaron a todos para confirmar que se haría como estaba planeado… que era sin duda el deseo de la difunta: que su hijo disfrutara; y no se presentó nadie. Lo dejaron ahí sentadote, con su esposa, los hijos, los meseros extraviados entre las mesas vacías y las orquestas tocando por cumplir.

Agencia Éjele.-

Las noticias del futuro al momento.

(México)

Septiembre 15 de 2016; 23:30 horas.

La ceremonia mayor del calendario cívico mexicano, llamado popularmente “El Grito, para conmemorar el inicio de la Guerra de Independencia en el año 1810, se celebra cada año, solemne y festivamente, a las once de la noche del 15 de septiembre en el Zócalo de la capital del país, en las plazas mayores de todos de los estados y municipios, así como en todas sus embajadas y consulados.

Este año ha sorprendido al mundo la austera y adusta ceremonia encabezada por el Presidente Peña Nieto.

La gente empezó a llegar desde temprana hora al Zócalo como todos los años, pero en esta ocasión no había grupos musicales para amenizar la espera. Los adornos alusivos a la ocasión, de fachadas y bocacalles estaban con las luces apagadas.

A las once en punto de la noche se abrieron las puertas centrales del Palacio Nacional y una banda militar, a paso lento, marchó hacia la monumental asta bandera, haciendo sonar marcialmente sus tambores; tras ella, un piquete de soldados portando la bandera nacional seguidos por la solitaria figura del Presidente de México, portando al pecho la banda presidencial y vestido de riguroso luto.

Se izó la bandera lentamente con la banda interpretando la marcha fúnebre militar. Al flamear la bandera hasta arriba de su asta, fue que se escuchó en el potente sistema de sonido del Zócalo, la voz del Presidente, aclamando a los héroes patrios.

Acto seguido, se escucharon los primeros acordes del Himno Nacional y la multitud a una voz, lo cantó.

Al final, el Presidente agregó: México está de luto. Y la bandera fue descendiendo muy despacio hasta quedar a media asta, acompañada por la pesarosa marcha fúnebre militar. Nadie se movió. No se escuchaba el menor murmullo. De la masa, espontáneamente, surgió tres veces el grito: ¡Viva México!

El silencio de la muchedumbre acompañó el marcial regreso a Palacio de los militares y su Presidente. No hubo fuegos artificiales. Se fue vaciando la plaza central de México, país que está de luto.

Agencia Éjele.-

Las noticias del futuro al momento.

(México)

Septiembre 16 de 2016; 00:00 horas.

La Secretaría de Hacienda emitió un boletín fechado 16 de septiembre a las cero horas, haciendo saber que por decreto presidencial, aprobado ayer mismo por el Congreso en sesión extraordinaria, el presupuesto completo de todas las celebraciones patrias se destinó a paliar la tragedia que sufren millones de mexicanos.

Agencia Éjele.-

Las noticias del futuro al momento.

(México)

Septiembre 16 de 2016; 09:00 horas.

La noche de ayer, desde varios puntos del país, corresponsales de esta Agencia Éjele, informaron que abruptamente se interrumpió la presentación de los grupos musicales que interpretaban música de fiesta y alegría y se cancelaron los fuegos artificiales. Titulares del Poder Ejecutivo local y municipal, se mostraron nerviosos y desconcertados ante la ceremonia que realizó el Presidente de la república en el Zócalo de la Ciudad de México.

Hay versiones no confirmadas de que en el sureste del país, en varios estados la multitud abucheó a los grupos musicales e impidió que dieran “El Grito” sus autoridades. Se asegura que el Gobernador de una entidad de esa región, no pudo contestar nada a los reporteros que le preguntaron insistentemente si no consideraba que la fiesta y los fuegos artificiales, podían ofender a la gente, por mostrar insensibilidad ante la tragedia, y que en posterior rueda de prensa, leyó una declaración escrita: “México es más grande que sus problemas, los sismos no nos ponen de rodillas, la gente se hubiera molestado mucho si suspendemos la fiesta nacional más importante (y agregó apartándose del texto)… por algo que no es la primera vez que pasa ni será la última”. Se desconoce su paradero.

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Estas catástrofes con su cauda de infortunios tienen consecuencias que no estarán resueltas sino en una pequeña parte, la más visible, para el próximo 1º de julio de 2018.

Nuestros políticos, los de verdad, saben que esto ha cambiado el acomodo del ajedrez de la próxima elección federal y las estatales; los otros, los improvisados, esa frívola minoría tan ruidosa, no saben que también son damnificados, damnificados políticos.

La vida sigue, pero no sigue igual. Hay tiempo para todo, hay tiempo para rasgar y tiempo para coser; tiempo para amar y tiempo para odiar; tiempo de llorar y tiempo de reír; tiempo para la guerra y tiempo para la paz. Lo dice en Eclesiastés el viejo Libro: todo tiene su hora.

 

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