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Tiempos de armonía / De Primera Mano

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RODULFO REYES
 

La postura del presidente electo Andrés Manuel López Obrador de no encausar a su antecesor Enrique Peña Nieto, con el argumento de que él solo mira “hacia adelante”, ha tenido eco en Tabasco: aquí también se respira alta política en el periodo de transición entre los gobiernos entrante y saliente.

            No es nueva la cordialidad entre el mandatario Arturo Núñez Jiménez y el electo Adán Augusto López Hernández. La avenencia entre ambos pudo verse en la pasada jornada electoral, cuando Morena sacó de sus discursos de campaña al partido gobernante.

            Así como ahora el vencedor de las votaciones del 1 de julio alaba el compromiso y profesionalismo de Núñez en el proceso de entrega-recepción, durante el proselitismo también encomió que el gobernador no se involucró en el proceso electoral y procuró una contienda limpia.

            Acaso en reciprocidad el jefe del Ejecutivo no incurrió en prácticas del pasado y no puso el erario al servicio del candidato oficial para tratar de torcer la voluntad ciudadana.

            El entendimiento se puede percibir mejor hoy día con la crisis del sistema hospitalario, que es producto de déficits que se vienen arrastrando desde gobiernos priístas, pues en 2012 que se dio la alternancia en el Edén, desde antes de asumir las autoridades electas denunciaron en forma altisonante el hoyo financiero en la Secretaría de Salud.

            Como resultado de ese incidente, el priísta Andrés Granier Melo no acudió a la ceremonia en la que rindió protesta como nuevo gobernador el perredista Arturo Núñez.

            Hoy se avizora que la administración entrante y la saliente circulan en la misma ruta de solución al “paro de brazos caídos” que mantienen desde el lunes al menos 12 mil trabajadores sindicalizados en nosocomios gubernamentales.

            Y no podía ser de otra manera: si no se zanja el conflicto, la movilización de los médicos y enfermeras podría tener un final trágico, lo que afectaría a todos e incluso a quienes aún no se instalan en sus oficinas públicas.

TRES POR EL PRI

Para buscar la dirigencia estatal del Revolucionario Institucional se encuentran anotados el ex secretario de Gobierno, Juan Carlos Castillejos; el ex candidato a la alcaldía de Centro, Adrián Hernández Balboa, y el diputado plurinominal Nicolás Bellizia Aboaf.

            Castillejos cuenta con el respaldo del ex gobernador Manuel Andrade Díaz, Hernández Balboa está cobijado por lo que queda del grupo de Jesús Alí de la Torre, ex abanderado a la gubernatura, y Bellizia se presenta como “independiente”, esto es que no tiene corriente alguna detrás de él.

            Ni Juan Carlos ni Adrián guardan relación alguna con la nueva clase gobernante, mientras que desde hace tiempo Nicolás hace notables esfuerzos para enviar la señal de que es allegado al mandatario electo.

            De hecho, recientemente que sus compañeros le negaron el apoyo para ser coordinador de la bancada parlamentaria, uno de los puntos en su contra era la especie de que quería “entregarle” la fracción a Morena.

            Dolidos como están por la pasada derrota electoral, se antoja difícil que los priístas pudieran respaldar a quien se la pasa difundiendo sus fotos al lado de Adán Augusto.

PARA SU INFORMACIÓN…

FALTAN TRES MESES para que López Hernández dé a conocer a su equipo de colaboradores, pero ya se sabe que la base del gabinete estará integrada por personajes que colaboraron en la administración de Manuel Gurría Ordóñez, de la cual el próximo mandatario fue subsecretario de Gobierno.

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