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Tantito / La Feria

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Sr. López

Danielito, ya sabe quién, el primo de este menda… el de cerebro de ostra, ¡ese!, heredó 17 casas, no lujosas, clasemedieras, pero 17, y no ha trabajado un día, ni uno solo -ni una hora- en toda su larga vida. Cuando lo agobiaron las “dificultades” contrató una empresa que se las administrara y como desde un avión se le nota que no puede caminar y mascar chicle al mismo tiempo, antes de mucho ya recibía casi nada y cuando protestó le propusieron asociarse con ellos, que “lo único” que tenía que hacer era aportar sus propiedades a la inmobiliaria… mmm. Hace mucho vive en el cuarto de la azotea de su casa (la única que no perdió), y de esa se mantiene.

 

“In illo tempore” (hace harto), cuando nos dijeron que el gobierno tenía que dedicarse a gobernar y no hacerle al empresario, sonó bien. Y vendieron el sector paraestatal, que eran 1,155 empresas (hasta tortillerías y fábricas de bicicletas), pero también Telmex, TV Azteca (Imevisión), Fertimex (ahora el país no produce un kilo de fertilizante), la industria acerera (Altos Hornos de México y la Siderúrgica Lázaro Cárdenas), los astilleros de Veracruz (el país hacía barcos, chiquitos, pero barcos), Mexicana de Aviación, los aeropuertos (excepto el de la CdMx), todos los ingenios azucareros, la minería completa que se abrió a la inversión privada (y en 30 años ha sacado del país más oro y plata que los españoles en 300 años de colonia), fábricas de cemento, tractores, automóviles y motores, tubería, maquinaria pesada, las filiales de Nacional Financiera y Somex… y otras cosas no las vendieron, nomás las desaparecieron, como el sistema Conasupo de apoyo al campo o las aduanas del país que ni las vendieron ni las desaparecieron: se las dieron a una empresa privada para que las “administrara” (¡Danielito!).

 

Como sea: el gobierno vendió todo eso por más o menos 234 mil millones de pesos (haciendo una cuenta muy gruesa, porque dijeron que recibieron 13 mil millones de dólares… dijeron, que hay distintas versiones), pero igual: fue un montón de dinero que un día averiguaremos en dónde quedó. Por si le parece que estuvo bien y que seguro se gastó bien, se lo concedo, pero por favor recuerde que los nuevos dueños de los bancos hicieron fraudes, los quebraron, y el gobierno los rescató por 815,786 millones de pesos (al cierre de 2013, el Fobaproa hoy Ipab)… y aparte el rescate carretero que nos salió en 165 mil millones de pesos, que también estamos pagando todos. O sea: poco menos de 75,500 millones de dólares en esos dos rescates; y vendieron todo, todo, todo, en 13 mil millones de dólares. A todo dar, Danielones.

 

Como se trata de amargarle la boca, también se le recuerda que hubo ventas “raras”: toda la industria siderúrgica nacional se vendió por 755 millones de dólares, menos de lo que valía su maquinaria. Se llama regalo, no venta.

 

De esta manera es muy refrescante estar conscientes de que, con reforma energética y todo, conservamos Pemex y CFE (no vamos a tener que rescatarlas, ¡padre!)… pero recuerde que allá por julio de 2015, se nos hizo saber que era necesario, indispensable, inaplazable, pasar a deuda pública todos sus pasivos laborales.

 

Pero “deuda pública” es a pagar por todos nosotros los del peladaje; y “pasivos laborales”, son pensiones, jubilaciones, prima de antigüedad, apoyos para gasolina, gas, canasta básica, atención médica -¡métanlos al Seguro!-, y préstamos al personal. El total entonces sumaba un billón 347 mil millones de pesos. Visto de otro modo: el Congreso, sin aspavientos, aprobó como deuda de todo tenochca, para sanear Pemex y CFE: 1.65 veces lo que nos costó el rescate bancario; 8.16 veces lo que nos salió el rescate carretero; un 75% de la deuda pública acumulada en toda la historia moderna del país.

 

Así, nos quedamos todos pagando un billón 347 mil millones, pero ¡espere! (como en los infomerciales), ¿recuerda que según la Auditoría Superior, nada más en 2010, Pemex sacó del país un billón 212 mil 227 millones de pesos, a bancos y empresas en el extranjero y paraísos fiscales, y que se niega a dar cuentas porque si salió del país deja de ser dinero del país?… O sea: casi no debería haber nada de ese “pasivo fiscal”… pero, todo se nos olvida. Por eso, con confianza, señores, lo que se les ofrezca…

 

La Jornada, edición del 14 de febrero de 2011, página 4, publicó un documento de la embajada yanqui en México, de julio de 2008 (clave 08MEXICO2187), dirigido al Consejo de Seguridad Nacional, al Comando Sur del Ejército en Florida; al Comando Norte, a los departamentos -secretarías de Estado para nosotros-, de Comercio, Energía y Tesoro; todos de su gobierno, diciendo:

 

“México, país en el que aproximadamente 40% de la población vive en pobreza, tiene 10 personas en la lista de multimillonarios de 2008 de la revista Forbes. (La) concentración de la riqueza y poder económico dificulta la capacidad del país para aumentar y profundizar su competitividad en industrias importantes (…) Varias dinastías empresariales surgieron en los años de 1990, cuando (CSG del PRI) empezó a desmontar la centralizada economía mexicana. Salinas vendió más de mil empresas estatales, que iban de fundidoras a ferrocarriles. Desafortunadamente, en algunos casos esas privatizaciones llevaron a la creación de monopolios privados, que beneficiaron a algunos empresarios y políticos, mientras dejaban al mexicano promedio fuera (…), varios de esos individuos controlan monopolios y oligopolios que lastran el crecimiento económico. Slim, Salinas y otros han usado su influencia para favorecerse de la política económica, favorecer sus intereses empresariales y obstaculizar a sus competidores”. Lo dijo la embajada yanqui, a uno no le reclamen.

 

Los candidatos a Presidente de la república deben saber estas cosas. Las saben. ¿Y?

 

Ya podrían empezar a ganar algo de confianza del electorado, nada más asegurando que será repatriado el capital de Pemex y se va a liquidar la deuda que no debe pagar la ciudadanía. Nomás con eso, sí, qué tanto es tantito.

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