RODULFO REYES
El llamado del CEN del PRI a su militancia para reorganizarse y representar una verdadera oposición en la administración federal que arrancó el sábado, ha sido desoído en Tabasco, que debería ser una plaza prioritaria por ser la cuna del presidente Andrés Manuel López Obrador. Así, la directiva estatal ha desatendido la convocatoria de la lideresa Claudia Ruiz Massieu.
La reconstrucción del priísmo conlleva darle paso a nuevos liderazgos, pero el comité ejecutivo tabasqueño ha permanecido inamovible desde el 27 de marzo de 2017.
Los jefes formales del partido llevan sobre la espalda la dolorosa derrota del 1 de julio pasado, que ha sido la peor capitulación en la historia del Revolucionario Institucional en el Edén: cayó al tercer lugar, después de que en 2012 perdió la gubernatura quedando en segundo sitio.
El último día del mes pasado, a 24 horas de que asumiera la titularidad del Ejecutivo federal el tabasqueño López Obrador, la cúpula tricolor emitió un comunicado para fijar su postura en torno al nuevo gobierno.
En el mensaje a sus correligionarios, Claudia Ruiz Massieu señala que el PRI “será un contrapeso efectivo frente al nuevo gobierno y propondrá alternativas en beneficio del país”.
La presidenta del CEN –dice el despacho de prensa– “invitó (al priísmo) a reencontrarse con la militancia y con la población”, pues en ese instituto “existe la fuerza de millones que queremos que el Revolucionario Institucional vuelva a ser el partido mayoritario de México”.
El problema en Tabasco es que los funcionarios partidistas que tienen el control fueron los responsables del fracaso de hace cinco meses, cuando hasta el partido gobernante, el PRD, le sacó 100 mil votos de diferencia.
Ha sido un grito en el silencio la invitación de la lideresa del CEN a que “cambiemos lo que no nos gusta y hagamos que permanezca lo que nos llena de orgullo”, ya que la actual directiva tabasqueña ni la ve ni la oye.
La sobrina del expresidente Carlos Salinas clama por un tricolor “más abierto, más cercano y más democrático” y, sin embargo, en la tierra de AMLO los directivos representan todo lo viejo del partido que llegó a ser el más poderoso de América Latina.
Desde que se dio la derrota pasada, en Tabasco los priístas empezaron a ver al secretario de Organización del PRI estatal, Dagoberto Lara Sedas, como el emergente para sacarlo de la crisis financiera y política.
Las corrientes priístas que están pugnando porque el responsable de la organización quede al frente, consideran que no pertenece a ningún grupo de exgobernadores y que por su condición de empresario puede considerarse miembro de lo se conoce como sociedad civil, nicho que requiere conquistar el ex partidazo.
Quienes proponen a Lara estiman que los actuales dirigentes representan lo que ya no funciona, razón por la cual se perdió en las últimas elecciones estatales y federales.
En cambio, al empresario lo consideran parte de la ciudadanía apartidista a la cual debe llegar el tricolor.
De acuerdo con fuentes de la dirigencia nacional, el cambio del comité debía darse este mes, pero la directiva “se aferró” y por todos los medios está buscando que en 2019 el tricolor inicie su trabajo de reconstrucción con los actuales funcionarios.
ESTRICTAMENTE PERSONAL…
FALLECIÓ EL VIERNES el regidor Mario Ramírez Cárdenas, uno de los principales colaboradores del alcalde capitalino Evaristo Hernández Cruz e impulsor de la pasada campaña de López Obrador desde la fundación Un millón de amigos de AMLO, que presidió Evaristo. Las condolencias del reportero para los deudos de Mario.
NOTA: EL AUTOR de este espacio agradece a quienes estuvieron al pendiente de su salud durante los días que no se publicó De Primera Mano.
