El presidente Andrés Manuel López Obrador rechazó este martes una petición de Estados Unidos para otorgarle la facultad de supervisar el cumplimiento de leyes laborales por parte de empresas mexicanas, en el marco del renovado acuerdo comercial regional (T-MEC) que incluye a Canadá. Expresó que el Senado tendrá la última palabra antes de aprobar algún cambio al nuevo acuerdo comercial de América del Norte.
El mandatario declaró que su administración propuso, en cambio, la creación de paneles de supervisión con un miembro representante de México, uno de Estados Unidos, y un tercero en caso de que existan controversias en una empresa por alguna posible violación al acuerdo comercial.
Señaló que el planteamiento del país vecino del norte para supervisar empresas en México puede parecer atractiva para trabajadores ya que es leído como una garantía de que se cumplirá la ley, sin embargo, los empresarios temen que una medida así ahuyente la inversión.
El mayor gremio empresarial dijo que veía con “gran preocupación” algunas demandas de Estados Unidos en materia laboral que resultaban “extremas” y “totalmente inaceptables”, sin dar detalles. “El respeto a la soberanía de México no es negociable”, dijo el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) en un comunicado divulgado este lunes.
Los sindicatos estadounidenses buscan establecer condiciones similares para los trabajadores de los tres países para desincentivar el traslado de compañías al otro lado de la frontera sur, donde los costos son menores y la capacidad de fabricación ha aumentado significativamente.
