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Se gana con estructura y recursos / De Primera Mano

Se gana con estructura y recursos /  De Primera Mano
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Rodulfo Reyes

La diferencia entre ganar y perder una elección pasa por los municipios: si los partidos postulan malos candidatos a alcaldes y diputados, estos arrastrarán al que compita por la gubernatura.

De tal manera que para cerrar la pinza, es indispensable participar también con los mejores cuadros en el interior del estado. De nada vale contar con una figura estatal si para los ayuntamientos no se elige bien.

De ahí que, por ejemplo, en Centro, donde se concentra uno de cada tres votos estatales, las tres principales fuerzas escogieron a su mejor abanderado a presidente municipal.

Está demostrado, además, que son los contendientes a las comunas y al Congreso los que sacan a sufragar a la ciudadanía.

En 2012 en la región de los Ríos el Revolucionario Institucional escogió a sus mejores cuadros y en esos municipios el arrastre de Andrés Manuel López Obrador no fue suficiente para hacer ganar a un PRD agigantado por su paisano.

No menos importante es la estructura municipal: si una localidad no está organizada para convocar a los suyos a las urnas y para cuidar las papeletas, estará en desigualdad de condiciones.

Un ejemplo de que pesan los prospectos y los andamiajes se da en Cárdenas, segundo municipio en importancia del estado, en donde la pelea está entre Morena y PRD, mientras el PRI se ha quedado rezagado.

Por el partido de Andrés Manuel López Obrador participa el ex priísta Armando Beltrán Tenorio, quien cuenta con una estructura lograda en su paso por el tricolor, además del empuje de paisano de Tepetitán.

En el sol azteca se da como un hecho que buscará la relección el alcalde Rafael Acosta León, quien tiene aceptación por la obra pública del área urbana, y su trabajo en círculos religiosos le da una reserva de votos que puede hacer la diferencia.

Por el tricolor va Delia Montejo de Dios, una señora de más de 70 años minada de su salud.

La candidata priísta ya tiene problemas para caminar y su discurso es de cuando su partido era hegemónico en Tabasco.

En la tierra de José Eduardo de Cárdenas todo está puesto para que el PRI se desfonde, y la pelea se dé entre la izquierda con las posibilidades repartidas entre Armando Beltrán y Acosta León.

El factor del paisanaje de López Obrador, que en 2006 y 2012 hizo ganar a candidatos impresentables, no necesariamente será determinante aquí el 1 de julio próximo, pues ahora hay un partido oficial con capacidad de movilización y organizado en los 17 municipios, lo que no hubo en aquellas dos elecciones estatales.

Para asegurar el triunfo ciertamente se necesita un partido fuerte como Morena, buenos candidatos como los del PRI y PRD, pero también contar con una plataforma engrasada con recursos en las localidades.

La única manera de que pueda imponerse un instituto con tan solo el arrastre de alguna figura nacional, es que logre una cantidad de papeletas jamás vista.

Diversos estudios han coincidido en que el sistema puede emplearse a fondo para darle entre cinco y ocho puntos a su partido, por saber desplazar a sus huestes el día de la elección y por la defensa del voto en las urnas.

Por ejemplo, en 2012 por primera vez en su historia el tricolor no cubrió el total de sus casillas, sino solo un 94 por ciento.

Esto se dio en virtud que, según algunas fuentes extraoficiales, una tercera parte de los recursos de la campaña para gobernador no llegaron a los operadores electorales, sino que se quedaron en las manos de los principales mariscales del candidato Jesús Alí de la Torre.

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