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PRI-PVEM, complicidades fracturadas / Código Nucú

PRI-PVEM, complicidades fracturadas / Código Nucú
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César Trujillo

Hace tres años, en la antesala de los comicios 2015, Roberto Albores Gleason, entonces dirigente en Chiapas del Partido Revolucionario Institucional (PRI), puso a disposición del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) la fuerza del tricolor. Su acuerdo buscaba que ese “favor” fuese devuelto con creces justo ahora en que él sería aspirante a la sucesión gubernamental. No fue así. Los intereses son otros y llevan otra dirección y objetivo: la repetición del color verde y el esquema de poder en los que los rojos no encajan. Y ahora lo que ocupa al gobierno en turno es el cambio de estafeta y para ello ya eligieron representante sin importar lo que se diga o piense al respecto.

Curiosamente, con el registro que permanece en una foto histórica, fueron los entonces dirigentes del PRI y el PVEM, Roberto Albores Gleason y Fernando Castellanos Cal y Mayor, respectivamente, quienes cerraron ese pacto con un apretón de manos y una sonrisa congelada que hoy ha quedado en el olvido y ha modificado el escenario político en Chiapas. Ahora ambos se encuentran enfrentados al ser rivales políticos que se disputan, junto a otros tres actores más, la sucesión gubernamental en el proceso electoral 2018 y en donde la decisión de romper el acuerdo sellado años atrás deja mal parado al candidato del tricolor, pese a que quieran señalar lo contrario y mostrar fortalezas que no se ven.

¿Qué viene para ambos entonces? Para Roberto Albores un desgaste que ni la llegada de sus actores nacionales y sus discursos detiene. No es lo mismo ser el partido que está acostumbrado a torcer las leyes a su favor, a manipular los escenarios políticos, a imponer y decidir, a estar ahora en la otra cara de la moneda y luchar contra corriente con quien fuese su aliado por años. Para Fernando Castellanos algo peor: lidiar con el descrédito de un gobierno municipal fallido, con el incumplimiento de las promesas de campaña en el 2015, con tener la mano del fantasma que lo cobija y le pone el camino libre de obstáculos para avanzar sin mérito alguno, aunque aún falta el fallo del Tribunal Federal Electoral en donde su historia podría desdibujarse.

Porque no podemos pasar por alto que Fernando Castellanos ha sido el promotor del fraude electoral en el 2015, sino del cinismo con el que ahora busca la gubernatura sin haberse desempeñado con rectitud al frente del Ayuntamiento conejo, lo cual está generando un descontento social que ni los acarreos ni la manipulación de la estructura que dicen es el del tucán va a poder detener. Lo que sí es que los verdes se olvidan que traición con traición se paga y que ya les tocará bailar con la más fea. Porque los alboristas sí que lo saben. Por algo hoy caro están pagando el haberse apropiado de la candidatura desplazando a José Antonio Aguilar Bodegas,  y cerrando filas contra el diputado Willy Ochoa y varios priistas que hoy están disfrutando el revés del verde.

¿A qué le apuesta, entonces, el PVEM con la postulación de Fernando Castellanos Cal  Mayor como candidato a la gubernatura sabiendo que representa la continuidad del gobierno de Manuel Velasco Coello y es, a todas luces, un gobierno frívolo? Quizá su apuesta mayor sea la evocación a la desmemoria (que siempre se impone en el país entero), invocando al acarreo y confiando en que la estructura del tucán (misma que los llevó al triunfo avasallador en el 2012) le funcione y que sea el voto del hambre, el de la pobreza que ellos han auspiciado, el de la necesidad que muchos critican desde la comodidad del hogar, el que les permita la continuidad. Porque de lo contrario se ve bastante complicado y hasta imposible el escenario para un político que no es conocido en toda la geografía chiapaneca y cuyo referente más cercano es el descontento de la sociedad tuxtleca por un gobierno al que se califica como fallido y que ha dejado una ola de dudas sobre el instituto que representa.

Aunque aquí lo cierto es que al PRI le están dando una sopa de su propio chocolate y es en parte por el abandono que hiciera Albores Gleason cuando fue dirigente de sus comités municipales y sus bases, por el entreguismo y el desentendimiento, donde han pasado por alto un dato importante: que desde hace 18 años en Chiapas el tricolor no gobierna y donde basaron sus apuestas en acuerdos apalabrados que han sido desechados y que nos dejan en claro que cantar victoria con antelación simplemente no funciona. Hoy el amasiato histórico y de complicidades en la entidad se ha roto. Veremos qué prosigue.

Manjar

La cuenta regresiva para el arranque de campaña de los candidatos a presidentes municipales y diputados locales llega a su fin. Será este martes cuando comiencen y el 27 de junio cuando la travesía, en la que tendrán que convencer de sus propuestas al electorado, termine. Ya veremos qué sorpresas nos arroja este proceso electoral 2018 #Dudas // La recomendación de hoy es Roma: De los orígenes a la última crisis de M. Rostovtzeff y el disco Born Under a Bad Sign de Albert King. // Recuerde: no compre mascotas, mejor adopte. // Si no tiene nada mejor qué hacer, póngase a leer.

                              

* Miembro de la Asociación de Columnistas Chiapanecos.

Contacto directo al 961-167-8136

Twitter: @C_T1

Mail: palabrasdeotro@gmail.com

 

César Trujillo

Poeta y periodista

9611678136

@C_T1

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