Home Columnas Pleito perdido / La Feria

Pleito perdido / La Feria

Pleito perdido / La Feria
0
0

Sr. López

Hay momentos en los que resta sólo decir algo bien dicho para salvar la facha, ponerle estilo y dejar que pase lo que haya de pasar. Las hay trepidantes: “Sé que ha venido a matarme. ¡Póngase sereno y apunte bien! ¡Va a matar a un hombre!”, dijo el Che Guevara al nervioso soldado que entró a su celda a eso, a matarlo (bueno, sería cierto solo si el soldado hubiera salido a contarlo, vaya usted a saber, pero es lo de menos: hay inventos que son mejores que la verdad). Beethoven en artículo de muerte, exclamó: “Aplaudan amigos, la comedia ha terminado”… bueno es mejor que no decir nada o exclamar ¡demanden al médico! A este menda le gusta -si del momento de morir se trata- lo que le contestó Voltaire al cura que le fue a decir que renunciara a Satanás:   “Mi buen hombre, este no es momento de hacer enemigos”.

 

Acomoda la de Beethoven (“La comedia ha terminado”):

 

México ofrece ayuda al estado de Texas por lo del huracán, el Trump le agradece la oferta… a Justin Trudeau, Primer Ministro del Canadá; y se filtra a prensa que hoy puede ser el día en que el Trump cancele el programa DACA que permite a cerca de 800 mil estudiantes, llegados a los EUA siendo menores de edad -hijos de inmigrantes ilegales- continuar allá sus estudios. No da las gracias, pero endurece su política racista (que eso es, porque apunta a los latinos, los árabes, los que no sean blanquitos, para que me entienda).

 

En cambio, dirá un ingenuo, el gobernador de Texas, Greg Abbott, en conferencia de prensa de antier, dijo que sí aceptará la ayuda que el gobierno de México ofreció el fin de semana y que “su vecino del sur enviará vehículos, barcos y víveres”… sí, pero un “gracias” no hubiera estado de más… bueno pero, la embajadora del tío Sam en México, la señora Roberta Jacobson, sí dijo que muchas gracias, el 29 de agosto; ahí tiene y lo que es más:

 

El jefe del Departamento de Estado yanqui, Rex Tillerson, al recibir el domingo pasado en la Casa Blanca a nuestro canciller, Luis Videgaray, también agradeció, y hasta dijo: -“Es muy generoso de parte de México ofrecer su ayuda en momentos tan difíciles para nuestros ciudadanos en Texas y ahora también en Louisiana” –y nuestro Canciller, respondió: -“Somos vecinos y somos amigos, y eso es lo que los amigos hacen”… mmm: sí somos vecinos, pero no, no somos amigos.

 

El gobernador de Texas, el tal Abbott, es un declarado enemigo de los migrantes latinoamericanos. Es el primer Gobernador de los EUA en apoyar la revancha propuesta por Trump contra las “ciudades santuarios”, y el 1º de febrero de este año, les empezó a quitar fondos estatales; también es Texas el estado en que se aprobó la ley SB4 contra los inmigrantes que permite a los agentes de policía decidir “en forma individual y por sus sentimientos personales, si deben pedir papeles a una persona detenida por cualquier razón” (o sea, por su color de piel, de pelo, de ojos… si parece latinoamericano, pues).

 

Texas y Abbott no están solos, medidas similares antiinmigrantes están promoviendo o aplicando en Arizona, Arkansas, Pennsylvania, Michigan, Utah, Indiana, Georgia, Alabama y Carolina de Sur; aunque también sea cierto que al menos 20 estados de ese país han rechazado abiertamente cualquier apoyo a las locuras del Trump y los que piensan como él (es un decir).

 

Pero que son nuestros amigos, es llevar muy lejos el optimismo: no lo son. El pasado 29 de junio la Cámara de Representantes del Congreso yanqui, aprobó la Ley Davis-Oliver,  que es un paquete de medidas antiinmigrantes que fija castigos mayores -sic-, contra indocumentados reincidentes y corta los fondos a las “ciudades santuario” (las que se oponen a andar correteando gente por su color de pellejo), que rechacen cooperar con autoridades federales. Ley que, por cierto, incluye formar la “Fuerza de Deportación”, que para abrir boca autoriza contratación de 12,500 agentes federales de inmigración armados. Qué amistosos.

 

Nuestras autoridades apenas hicieron bien en ofrecer (y dar) ayuda a la gente de Texas que está en remojo. Son gente.

 

A lo que nuestras autoridades no tienen derecho es a hablar a nombre de 130 millones de mexicanos y decir al gobierno yanqui que somos amigos. No somos amigos del gobierno yanqui. Nunca lo hemos sido, ni nos quieren de amigos. Es un cuento casi burla que empezó con el “Tratado de Paz, Amistad, Límites y Arreglo Definitivo entre los Estados Unidos Mexicanos”, que es el nombre oficial de los papeles que México firmó (invadido por el ejército yanqui), cediendo más de la mitad de nuestro territorio… tratado de paz, amistad… no, no somos amigos. Los actuales hechos lo prueban (y los anteriores también, que el muro ni siquiera es idea del Trump, que lo empezó el “amigo” Bill Clinton en 1994; lo siguió construyendo otro “amigo”, el Bush hijo; y el otro “amigo”, Obama, invirtió un dineral en “vallas virtuales”, pero vallas al fin).

 

Otra cosa muy diferente es la gente. Hay de todo. Y otra cosa que es todavía más diferente es la realidad: en territorio yanqui ya viven 55.2 millones de personas de origen latinoamericano (dato del Pew Research Center, publicado por la BBC el 15 de marzo de 2016), 17% del total de habitantes de los EUA (¡17%!), y de ese total, al menos 25.4 millones están registrados para votar en las elecciones de allá (o sea, legalitos). El 63% de los “latinos” son de origen mexicano.

 

Pero con un detalle: el índice de fecundidad en los EUA es del 1.84%, inferior al mínimo que mantiene estable la pirámide poblacional que, los que dicen que saben, dicen que es el 2.1% (para que no mueran más de los que nacen)… nada más que el índice de fertilidad de la población “latina” es el 2.4% (130.4% superior al promedio del país). ¡Ajúa!

 

La  Oficina del Censo del gobierno yanqui proyecta que los blancos (no hispanos) ya no serán la mayoría de la población dentro de 27 años. Los blancos sajones envejecen. Los Latinos se reproducen, se reproducen, se reproducen…

 

El Trump y secuaces, por tan noble vía, tienen el pleito perdido.

LEAVE YOUR COMMENT

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *