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Paradojas / Comentando la noticia

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Alfonso Carbonell Chávez

Detengámonos por un momento y reflexionemos lo que significa el momento nacional que vivimos. Sé y se entiende, que la emergencia que se vive no permite dilaciones para su atención. Lo sabemos. Pero la sucesión de sucesos a partir del terremoto 8.2 que sacudió mayormente a Chiapas y Oaxaca, aunque se sintió en varios estados de la región sur-sureste, como sean, no nos han permitido ver -literal- el tamaño del desastre que como país y ya no se diga las entidades más afectadas y las más pobres del país, para y espero comparta la preocupación, empezar a considerar y ya me quedo en nuestra entidad, sobre lo que el desastre ocasionado por el fuerte sismo, se debe sumar el desastre humano que la actual administración de gobierno estatal ha provocado en estos casi cinco años y donde los estragos causados, solo necesitaban una muestra adicional de furia de la naturaleza para dejar al descubierto, que más allá de las casas que quedaron derrumbadas producto del temblor, la casa de todos que es Chiapas, ya tiempo ha, que se viene cayendo a pedazos. Pero decía, detengamos y repensemos con serenidad la situación de Chiapas en dos momentos para poder sacar parciales conclusiones. Empecemos por la emergencia que es lo más reciente y la que desafortunadamente y por principio, ya arrojó como saldo siniestro la pérdida de vida de dieciséis personas. Aunado a esto según reportes periodísticos sustentados en cifras oficiales, de este trágico evento poco más de un millón de habitantes se han visto afectados y por tanto damnificados en mayor o menor medida en toda la entidad, sobre todo en municipios de la Costa, Centro, Frailesca y Soconusco, pero en general insisto en alguna medida, casi en un centenar de los 122 municipios. En cuanto a infraestructura educativa, casi un millar de escuelas se han visto afectadas de igual forma de manera parcial, y hasta poco más de 50 de éstas que sí habrá necesidad de reconstruirlas en su totalidad. De la misma forma templos y edificios públicos reportan daños de diversas magnitudes y la infraestructura básica estatal como carreteras y puentes, aunque en menor medida como la vía Tuxtla-Copoya-El Jobo, que ya está causando enojo y enfrentamientos. Insisto, el tamaño de la desgracia es descomunal y el sufrimiento de decenas de miles de chiapanecos se ha hecho evidente y de orden mundial. Las imágenes difundidas con entendible profusión en medios nacionales y el complejo andamiaje de redes sociales, al tiempo de dar cuenta fiel de la magnitud del desastre, también ha servido para que nuestra clase política y gobernante, una vez más, lucre de alguna manera con la desgracia humana. Y no es que,  por ejemplo, el presidente de México Enrique Peña Nieto, no deba presentarse en el lugar de la emergencia no claro, considerarlo así sería un estúpido despropósito. Lo que sí e igual lo evidencian las imágenes, los escenarios en donde se presentan parecen más actuados que actos de auténtica y entendible conmoción. Por lo que hace a nuestras autoridades ¡por dios!, empezando por el gobernador Manuel Velasco y terminando con el director del Fofoe Óscar Ochoa, solo dejan ver la incapacidad del primero hasta la imbecilidad manifiesta del segundo. Por ahí han salido voces en aparente defensa de la señora Anahí por su desafortunada aparición en redes en medio de la desgracia, para mostrarse solidaria y lo único que le ha valido es una ácida crítica de proporciones inimaginables. Dicen que no nos distraiga del tema, demasiado tarde pero ya no es tema. Solo es anécdota que refleja el nivel de este gobierno de atender con seriedad un tema que, dígame usted, lo es. ¡Claro!

Sin abundar más, ahora regresemos al momento uno, es decir, a Chiapas antes del terremoto 8.2 que no solo ha sacudido la tierra y lo que sobre ella habita, sino la estructura toda del gobierno local y que ha evidenciado su incapacidad de gobernarnos. Si usted toma una fotografía mental del Chiapas antes del temblor, no le costará mucho esfuerzo de abstracción para darse cuenta de que Chiapas, lo decía ya, hace tiempo que se encuentra en verdadero estado de emergencia. No abundaré en las cifras pero valga anotar que somos, el nada honroso primer lugar de 32 entidades en pobreza con un 76 por ciento de su población. Ingrata coincidencia pues, resulta, que un 79 por ciento de los chiapanecos descalifica a su gobernador. Y si a Chiapas lo pudiéramos medir por sus crisis y conflictos, podría casi apostar que en este rubro, también se lleva un nada gratificante primer lugar y conste que, como el otro afectado por el sismo Oaxaca, se pelean en pobreza el uno-dos. Me cae. Por ello es inaplazable como urgente y ya por ahí leía una propuesta al respecto, la conformación de una especie de Contraloría de la Reconstrucción integrada por ciudadanos y organizaciones civiles, que sirvan, precisamente, de controladores de la ejecución de los programas de reconstrucción e incluso, empiecen a interactuar ya, en la entrega de las cientos de miles de despensas y otros apoyos para asegurar que la ayuda llegue a los reales damnificados pero sobre todo, no se les dé un uso político electoral. “La burra no era arisca…la hicieron”. Afortunadamente en este acápite de entrega de alimentos y otros insumos, sólo es el Ejército Mexicano y la Marina, quienes llevan a cabo estas tareas (entre muchas más que les merecen reconocimiento pleno) lo que da plena confianza que sí llegaran a su destino final. Chiapas así y duele, con esta catástrofe natural ha sacado a flote la fragilidad institucional del gobierno estatal y demostrado con evidente y  desgarradora realidad, el nivel de pobreza que se asienta en la entidad con una estructura social y material que ciertamente ha aguantado gobiernos cuya naturaleza humana es ser  corruptos, empero, su misma pobreza, ahora lo saben, no es capaz de soportar la furia de la naturaleza. Me queda claro.

Ya de salida (#3de3)

1.- Por cierto con esto de la debacle que se vive la entidad, los actores políticos y algunos partidos han tenido un activismo inusual para recolectar víveres, por ejemplo, que dijimos en momentos de emergencia son bienvenidos. De que lo hagan de corazón y verdadero altruismo, bueno eso ya queda a cada quién calificar. Incluso esos mismos partidos y actores,  saben que han hecho hasta lo indecible para que la sociedad dude de su buena fe. Y sí y se les agradece que lo estén haciendo con bajo perfil, algunos no todos. Trasciende, por ejemplo, qué Enoc Hernández Cruz de Podemos Mover a Chiapas, anda muy activo entregando apoyos en Berriozábal, Jiquipilas, Cintalapa, Villaflores, Arriaga y Mapastepec, porque dice, en estos momentos de Chiapas todos nos tenemos que sumar como uno solo. He insisto, si tras de estas acciones se esconde una intención electoral abierta y lastimosa ¡claro que se debe de denunciar! Lo que sí no se vale, es que el recién electo dirigente estatal del PRI el cuestionadísimo Julián Nazar Morales, ande, en abierta campaña proselitista de partido ¡de la mano del gobernador Velasco! ¿De qué se trata? La lectura sin duda es de un desaseo político reprobables y amén que representa una competencia desleal -lo miro así- a los demás partidos que ya están, se sabe, en abierta campaña y entonces la pregunta sería; mañana ¿a qué dirigente partidista le toca placearse con Manuel? Insisto ¿de qué se trata?…// 2.- En ese mismo tenor y temor, es decir de la emergencia que vive Chiapas, María Elena Orantes diputada federal de Movimiento Ciudadano, en su calidad de presidenta de la Comisión de Protección Civil de la Cámara Baja, habló a nombre de su bancada para proponer el incremento de apoyos para atender esta desgracia que afecto de manera importante a Chiapas y Oaxaca. Al solicitar mayores recursos, lanzó la pregunta sobre de ¿cuánto cuesta una vida? A lo que ella misma respondió, que la vida no tiene un tabulador porque no tiene precio. Al igual, ya se le vio en algunos lugares acompañando al gobernador Velasco supongo en calidad de su responsabilidad en el legislativo, pero como también es una abierta y  declarada pre candidata a la gubernatura en el 2018, los ataques no han sido la excepción. Y ahí sí, ni hablar; “si no quieres ver fantasmas hijito, no salgas de noche”, bien que decía mi abuela”…// 3.- El diputado Eduardo Ramírez Aguilar, el cada vez menos influyente ERA, salió al paso de los dimes y dirites que lo encueran como el artífice de dinamitar, desde el Congreso en su calidad de presidente, el llamado Fondo Estatal para la Atención de Desastres, pero veamos cómo lo dice: “ En torno a la información que circula en el que medios anónimos respecto a que no existe un fondo para desastres naturales en Chiapas, me permito aclarar que el Fondo Estatal para Atención de Desastres, fue necesario extinguirlo porque no cumplía con los lineamientos nacionales”…y sigue diciendo, “Así entonces, se creó un decreto administrativo por el que se constituye el fideicomiso para Fondo para la Gestión Integral de Riesgos de Desastres”. El comunicado que circula en redes y aparece como emitido por él, da más argumentos sobre la extinción del primero y la creación del segundo ente institucional y bla bla bla. Aquí la duda que asalta sobre todo en momentos aciagos como los que atraviesa la entidad, es si este Fondo para la Atención de Riesgos tiene, para su ejecución y control, la estructura administrativa, un responsable y demás, pero lo más importante, si este Fondo, es menester ¡cuenta con fondos! Si no “pa’ qué pictes” diría Tío Gervasio…// ¡Me queda claro! Salu2.

*Paradoja (Extravagancia, incongruencia, Singularidad, Absurdo, Contrasentido, Incongruencia, Contradicción)

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