Home Columnas ¡Oye Bartola! Ahí te dejo estos dos pesos / Polígrafo Político

¡Oye Bartola! Ahí te dejo estos dos pesos / Polígrafo Político

¡Oye Bartola! Ahí te dejo estos dos pesos / Polígrafo Político
0
0

Darinel Zacarías  

 

“Estuve unas horas con el Pepe Mújica, y me fascinó como fascina a todo el mundo, porque hace falta mucha gente como él que crea en lo que dice y viva como dice”
Joaquín Sabina 

Ya dibujó su plan de austeridad el nuevo presidente electo de México Andrés López Obrador, el argumento del tabasqueño, es cambiar el rostro de su gobierno, con un plan para combatir la corrupción y acabar con las exuberancias de la alta burocracia.

Ese es el proyecto que él mismo ha denominado “Austeridad Republicana”. Uno de los primeros puntos de esta acritud, es que los funcionarios de primer nivel: Federales, estatales y municipales, se bajen el salario al 60 por ciento.

El también líder de Morena busca afianzar sus principales promesas de campaña, pero que el mismo efecto que prevaleció en diversos rincones donde su instituto político ganó, también se aplique la no más dilapidación de dinero público.

En Chiapas por ejemplo, muchas alcaldías fueron ganadas por el Movimiento de Regeneración Nacional. Sí, el efecto “bandwagon” alcanzó a perfectos desconocidos y desconocidas que ganaron espacios en presidencia municipales, diputaciones locales y federales.

La razón: el hartazgo. La gente salió a votar por la simpatía del presidente electo, el considerado hoy como el receptáculo de la esperanza mexicana: AMLO.

Hoy, esperan su arribo, desde representantes populares hasta políticos de diversos talantes, acuden a él como el todopoderoso que puede arreglar los problemas del país, por más inelegantes que sean.

La sentencia “No va a ser más de lo mismo (…) Nada de politiquería, no hacer política en el viejo molde de la política tradicional. Ese molde se hizo pedazos el 1 de julio.

(…) La gente ya no quiere políticos corruptos, prepotentes, fantoches, falsos, mentirosos. Hay que tener presente eso. No vayan a salir con sus tonterías porque la gente se los va a reprochar”.

Por lo pronto se habla de recortes, cierres de oficinas, unificar dependencia y acabar con los exorbitantes salarios y viáticos de quienes estaban acostumbrados a servirse con la cuchara grande.

Los baños de pueblo del “Mesías” siguen siendo eso, buenas intenciones. Además que no se habla de un plan de austeridad estatal o municipal, va más allá. La instrucción viene desde arriba.

¿Obra aceptada, ya no será obra rasurada? ¿Las dadivas? ¿Los moches? ¿La inflación de facturas? ¿Los excesos? ¿El nepotismo? ¿Las queridas?¿La vida burgués cesará?

¿Pero ahí es donde la cocha torcerá el rabo? ¡Verdad! Por supuesto, no se duda de las buenas intenciones del nuevo timón de los mexicanos.

Por lo pronto, se avecinan tiempos difíciles. El panorama para los nuevos burócratas es incierto. Si la teoría dibujada es cobijar a los más desprotegidos ¡Ya la hicieron! De lo contrario, la simulación habrá tenido efecto.

¡Ah! de lo que sobre, coge de ahí para tu gasto. Guárdame el resto, Pa’ comprarme mi alipus.

¿Quién dijo que tengo sed?

LEAVE YOUR COMMENT

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *