RODULFO REYES
La lucha entre el PRD y el PRI por ser la oposición en el próximo gobierno de Morena es trascendente: a mediados del sexenio por venir el desencanto ciudadano será proporcional a las expectativas actuales por la certeza de que está por arrancar una administración que evaporará la miseria y la corrupción en Tabasco y México.
En 2021, Andrés Manuel López Obrador y su instituto ya no tendrán el respaldo ganado el 1 de julio, y como consecuencia del desgaste natural conocido como voto de castigo, su partido estará en niveles mortales de competencia electoral.
De ahí que en el Edén lo que acumulen el sol azteca y el tricolor lo que resta del año para fortalecer sus estructuras, será fundamental en la relevancia que adquieran en la jornada intermedia.
En el negriamarillo una de las corrientes que buscará quedarse con la dirigencia estatal es la del senador Juan Manuel Fócil Pérez, quien ayer desenterró el hacha de guerra al deslindar a su partido de la gestión de su correligionario Arturo Núñez Jiménez ante las protestas por falta de pago a trabajadores de varias dependencias.
Pero también Gerardo Gaudiano Rovirosa, ex candidato a la gubernatura, acecha el comité estatal, aunque las señales de su reaparición pública apuntan a su intento por buscar la dirigencia nacional o bien un cargo en la cúpula partidista.
Algunos observadores sugieren que Fócil y Gaudiano podrían unirse para fortalecer en lo interno al sol azteca, y al final volver a disputarse la nominación a la gubernatura.
En el Revolucionario Institucional el horizonte parece más desolado: los que han levantado la mano para dirigirlo representan más de lo mismo y no tienen aceptación ni en las bases ni entre los grupos domésticos:
Adrián Hernández Balboa, ex diputado y ex candidato a la alcaldía de Centro, ni siquiera puede repetir como presidente de su partido, pues los estatutos se lo impiden porque fue electo para un periodo completo; así que para empezar ni siquiera conoce sus propios reglamentos internos.
Juan Carlos Castillejos, ex vocero gubernamental y ex secretario de Gobierno en el periodo de Manuel Andrade Díaz, se dedica con éxito a la iniciativa privada fuera del terruño desde que terminó la gestión de Andrade.
Nicolás Bellizia Aboaf, legislador plurinominal y ex delegado federal, siempre ha sido aspirante a todo, ya que ha buscado diputaciones federales, la presidencia del partido y la gubernatura; recientemente peleó con uñas y dientes la coordinación parlamentaria.
Esta vez el ex alcalde de Centla enfrenta la sospecha de que quiere despachar en la avenida 16 de Septiembre para entregarle el PRI al nuevo régimen.
De ahí que algunas corrientes estén pugnando porque llegue al comité directivo estatal un priísta de corte ciudadano, sin señalamientos de corrupción y que no tenga necesidad de lucrar con el financiamiento que le corresponde al partido.
Por eso las miradas se están dirigiendo a Huimanguillo, de donde es originario el empresario Dagoberto Lara Sedas, quien demostró honradez con el Revolucionario Institucional en las pasadas elecciones, cuando no sucumbió a las “tentaciones” del partido de moda si traicionaba al tricolor.
“REFRESH” A LA MEMORIA:
La metralleta mediática contra AMLO en Tabasco subió de tono en la administración de Manuel Gurría Ordóñez, cuando le quisieron desmontar su periódico. Hoy los sujetos que lo violentaron entonces ya están con él.
