RODULFO REYES
Mientras la opinión pública sigue reclamándole al partido de Andrés Manuel López Obrador haberle aprobado las cuentas públicas del año pasado a Arturo Núñez Jiménez y al ex alcalde capitalino Gerardo Gaudiano Rovirosa, el perredista que en dos semanas le entregará el mando al gobernador electo Adán Augusto López Hernández ya decidió quedarse a vivir en Tabasco, pero antes irá a cumplir unos compromisos académicos a España; también ha reiterado ser juarista como el presidente del país.
“Me voy a ausentar un tiempo del estado, (pues) el respeto al sexenio ajeno es la paz”, dijo el aún mandatario durante el brindis de fin de año con la agrupación política José María Pino Suárez.
En el encuentro con la asociación que fundó siendo priísta, Núñez aprovechó para enviarle el mensaje a Morena que no puede erróneamente tratar de ser un nuevo partido hegemónico como el PRI en su tiempo, y que los demás institutos tienen el reto de superar la crisis actual y salir adelante.
El mandatario le dijo al partido gobernante que no es oponiéndose a todo ni apoyando todo como se va a lograr todo, sino respaldando todo lo que le sirva a Tabasco y a México, y rechazando todo lo que le haga daño al estado y al país.
En tono académico, Núñez dijo que tan malo es un partido que dice no a todo, como un partido que se tira de tapete y le dice que sí a todo.
“Yo me voy a ausentar un tiempo del estado, porque soy juarista y acuérdense que Juárez dijo que el respeto al sexenio ajeno es la paz, entonces como soy gente formada y de oficio político, considero prudente tomar distancia”, enfatizó.
Reveló que tiene invitaciones de universidades españolas para dar cursos rápidos. “Estaré otros seis meses u ocho meses en España y regreso porque tengo otra espinita: el 1 de enero de 2019 cumplo 48 años de vida pública, y en dos años más me gustaría festejar mis bodas de oro, y quiero reencontrarme con mis amigos de la Pino Suárez que nunca me dejaron solo en los momentos más difíciles”.
El ex senador rechazó ser corrupto: “Luego dicen que todos somos iguales, pero yo les garantizo que no todos somos iguales, lo dije en campaña, lo dije como gobernador electo y lo digo al final de mi gobierno: yo no vine a Tabasco a ver que me llevaba, yo vine a Tabasco a ver que aportaba y eso es lo que hice”.
Tres mensajes navideños le envió Núñez a López Obrador: 1) Se queda a vivir en Tabasco; 2) Morena no debe cometer el error del PRI como partido único, y 3) No es corrupto y, sí, es juarista como él.
Ello, mientras en redes sociales se potencia el mayor rechazo a una decisión política que se recuerde en los últimos tiempos: la aprobación de la cuenta del gobernador perredista de Tabasco.
En las manifestaciones de repudio no solo participan políticos que son adversarios de Núñez, sino también militantes de Morena y ciudadanos que respaldaron la causa de López Obrador.
Un recuento realizado por este reportero encontró que en la protesta que se observa en Facebook y en Twitter participan tabasqueños con nombre y apellido que están descargado su ira contra Morena.
En estos momentos en redes sociales se llega al extremo de considerar a López Obrador cómplice de la situación que atraviesa Tabasco en el cierre de la administración perredista.
Para afianzar ese escenario, se sabe que algunos colaboradores del todavía mandatario se integrarán al equipo de trabajo de su hijo Néstor Núñez López, alcalde de Cuauhtémoc en la Ciudad de México.
