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Niñas y mujeres en la ciencia / Código Nucú

Niñas y mujeres en la ciencia / Código Nucú
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César Trujillo
 

El Museo del Café fue la sede del “Panel de la mujer y la niña en la ciencia: retos y oportunidades”. La fecha no pudo ser mejor. Se conmemora el nacimiento de Clara Campoamor, la abogada y política defensora de los derechos de la mujer por la igualdad y promotora del derecho al voto femenino en España. Y es el Día de Darwin, donde se conmemora el aniversario del nacimiento del creador de El origen de las especies.

Quien tuvo en sus manos la bienvenida y apertura del panel fue la doctora Olga Luz Espinosa Morales, diputada local del Partido de la Revolución Democrática (PRD). Acuerpada por las legisladoras Luz María Palacios Farrera, Flor Guirao y Carolina Sohle,  habló del compromiso por seguir dando impulso a los diferentes espacios en donde la ciencia, tecnología y la innovación estén presentes, y pugnando por la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres.

En el panel, la doctora Lorena Ruiz Montoya de Ecosur, la doctora Deysi Escobar de la Unach y la doctora Sandra Urania Moreno de la Unicach, acompañadas de  las niñas Xóchitl Cruz López, Daniela Díaz Ramos y Griselda Pérez Mayo intercambiaron ideas y hablaron del cómo habían llegado al arduo camino de la ciencia.

No ha sido fácil, es cierto. Se requiere no sólo de aspirar a un sueño o de tener ganas, como muchos piensan. Son muchos los obstáculos y las doctoras que han surfeado estos senderos coincidieron en ello. Sin embargo, el papel de las mujeres en la ciencia es, ha sido y será trascendental. El empoderamiento viene de todos los ámbitos y la ciencia es por demás importante.

Ver a niñas de primaria hablando de cómo se ven profesionalmente en cinco o diez años no es conmovedor, sino esperanzador. Un mundo donde se ven plenas y siendo partícipes de los cambios que exigen nuestros tiempos es indispensable para todos nosotros. Sobre todo por los retos que manifiesta nuestro entorno.

Y es que desde el Congreso local la legisladora del sol azteca ha levantado la voz en defensa de las mujeres y la lucha por la igualdad. Siempre ha ponderado el reconocimiento y la exigencia porque se respeten los derechos de sus congéneres. No se equivoca, como muchas mujeres más, al señalar que el objetivo es alcanzar un camino diferente en donde se abandere una vida libre de violencia.

Buen espacio al que convocaron ayer y donde pudimos ver una sala con mayoría de mujeres: la mayor parte estudiantes de preparatoria. Bien ahí por el Congreso local y la diputada Olga Luz. Que estos encuentros sigan generándose y que se siga reconociendo y difundiendo el rol de las mujeres en la vida profesional del país.

 

LOS INCONTROLABLES.- Quienes han seguido de cerca el comportamiento de las manifestaciones saben que cada movimiento tiene su grupo radical. Son los que rompen los protocolos de comportamiento que se dictan en la antesala de salir a las calles. Las propias CNTE y SNTE, desde sus diferentes secciones, lo tienen. Los hemos visto actuar.

Tratar de desvirtuar los hechos no ayuda en nada. ¿Los infiltrados existen? Por supuesto que sí. Y los grupos de choque también. Funcionan y seguirán funcionando auspiciados por el mismo poder, unos. Pero tratar de que cualquier desmán o cualquier descontrol en una organización o manifestación se acomode en ello, es querer tapar el sol con un dedo.

Lo triste de este comportamiento bélico es la directriz que le dan. Pierden el piso de la lucha. El desborde emocional no se encauza. En su euforia vandalizan todo. No respetan a quienes, incluso, con mucho esfuerzo han logrado mantener una empresa.

Olvidan que los empresarios generan espacios laborales, que pagan una nómina y que los trabajadores dependen de ello. Bajo el escudo de una capucha y la impunidad que les ha favorecido siguen cometiendo ilícitos.

Y es que pareciera una emulación a la escena donde Alonso Quijano se enfrenta a los molinos de viento que confunde con gigantes. A los encapuchados y supuestos estudiantes se les ve iracundos descargando su frustración contra los cristales de un camión repartidor de agua purificada o las paredes de los edificios. Abollan las puertas. Rompen cristales. Pintan muros. Rayan consignas. Se envalentonan.

Y no me opongo a las manifestaciones, lo aclaro. Simplemente que las formas no son las que deberían ser. No mientras se siga dañando a los comerciantes, a los empresarios y se lleve entre el ritmo a la ciudadanía. Y no se trata de defender privilegios, también lo aclaro.

Alas radicales de los movimientos o porros enviados desde algún espacio terminan dando lo mismo. Al final quienes terminamos siendo afectados somos los de a pie, los que trabajamos, los burócratas que sin deberla son agredidos cuando ellos son sólo trabajadores. Aunque las exigencias sean justas, cuando se trastoca lo que le ha costado ganar a las personas, todo pierde su equilibrio.

Ojalá y esto cambie.

 

MANJAR.- Dicen que el director de la primaria que le dio el certificado al alcalde de Ocozocoautla, Alfonso Estrada, para que comprobara que terminó al menos el sexto grado se jala los pelos del nerviosismo. Y no es para menos. Imagine que ya sabe que hay pruebas que saldrán a la luz que muestran ese acto de corrupción. Yo sólo espero que le hayan pagado bien para que ahora que le caiga la voladora no lo sienta tanto. Nos dicen que el edil es espléndido y que los magistrados de Xalapa y de la CdMx hasta bonito lo miran. #SecoElElotazo // “La palabra política se ha manoseado tanto que significa todo y no significa nada. Entonces desconfío mucho de la etiqueta política”. Eduardo Galeano. #LaFrase // La recomendación de hoy es el libro Las 48 leyes del poder de Robert Greene y el disco Moving Pictures de Rush. // Recuerde: no compre mascotas, mejor adopte. // Si no tiene nada mejor qué hacer, póngase a leer.

 

* Miembro de la Asociación de Columnistas Chiapanecos.

 

Contacto directo al 961-167-8136

 

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