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Morena sola / De Primera Mano

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RODULFO REYES

 

Mientras a la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador le nivelan la balanza las nomenclaturas del PRI y PAN, el gobierno de Tabasco –también de Morena– no tiene quien se le oponga.

            Enfrascados en la renovación de sus direcciones estatales, ni el Revolucionario Institucional ni el de la Revolución Democrática han logrado ser ‘cuña’ en la gestión del mandatario Adán Augusto López Hernández.

            El único político en activo que va de plaza en plaza tirándole tajos al gobierno tabasqueño es el senador perredista Juan Manuel Fócil Pérez, a quien el titular del Ejecutivo le puso el alias de ‘El señor de los moches’, lance que alcanzó a quien fuera su escudero, Candelario Pérez Alvarado, quien tuvo la ‘visión’ de sacar a tiempo sus canicas del sol azteca y ponerlas en Morena, por lo que ahora es delegado del IMSS en Veracruz.

            El legislador perredista mantiene una crítica constante contra el régimen, mas sus ataques se han quedado perdidos en las ondas hertzianas.

            Fócil Pérez quiere para su corriente la dirigencia estatal de su partido, y por eso está tratando de llenar el vacío de dirección que existe en ese instituto.

            El expatrón de Candelario Pérez es el político tabasqueño que tomó en sus manos antes de tiempo el tema de las elecciones intermedias de 2021.

            Pero en vez de corregir y organizar a su partido, se ha metido a dar “consejos” a Morena, a quien acusa de que está llenando la casa con “un montón de cartuchos quemados”.

            A Fócil le preocupa que el exmandatario Andrés Granier Melo vaya a ser correligionario del gobernador Adán Augusto.  

             “Ya declararon que van a recibir (en Morena) a Andrés Granier como candidato, ¡imagínense! Si esa es la visión de Morena, pobre Tabasco y pobres morenos que fundaron un partido pensando que iba a ser de gente honesta y gente que trabaje por el progreso y ahora resulta que están metiendo a un montón de ‘cartuchos quemados’ desde antes de las campañas (de la próxima jornada electoral)”, sentencia.

Es discutible que la imagen de Granier esté más dañada que la de Fócil. Así de grande es el desprestigio que los propios perredistas le han hecho al senador, contra quien hay señalamientos de que, junto con el ahora morenista Pérez Alvarado, pedía ‘moches’ a los alcaldes tabasqueños que tramitaban recursos federales en la Cámara de Diputados.

También pretende el partido negriamarillo el excandidato a la gubernatura, Gerardo Gaudiano Rovirosa.

Según el ex director de Servicios Municipales del Ayuntamiento de Centro, Nicolás Mollinedo, el exalcalde capitalino busca la dirigencia estatal del PRD.

Quien se hiciera famoso como ‘El chofer mejor pagado del mundo, le dijo a una estación de radio que no ve a Gaudiano buscando la dirigencia nacional perredista ni la gubernatura de Tabasco.

Nico’ no le ve futuro a su expartido.

Pero si en el sol azteca no se observan más que los manotazos de un senador cuya propia historia lo desautoriza y en el que hasta ‘Nico’ se atreve a recomendar a Gaudiano para la presidencia estatal, en el PRI están peores.

Los del tricolor de plano se encuentran extraviados.

Podría decirse que ya no hay priístas: todos se fueron a Morena.

En el Revolucionario Institucional la que lleva la agenda es la diputada federal Soraya Pérez Mungía, que ha aprovechado su tribuna legislativa y un espacio editorial en un diario especializado de la Ciudad de México para oponerse a las políticas del presidente López Obrador.

Acaso por eso muchos le están viendo aptitudes para ser la nueva presidenta del partido, y de ahí el origen de que en redes sociales sea la priísta más atacada con señalamientos que ella misma ha estado desmintiendo y que, a la larga, parecen haberla hecho crecer.

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